Capítulo 16

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"No puedes ir por ahí lastimando a las personas que tratan de hablarme, Rush" murmuro sin saber ahora por qué estaba tan enfadada con él.

Rush tiene sus brazos a cada lado de mi rostro y sus piernas a cada lado de mis muslos, lo cual me deja atrapada y sin poder moverme. Curiosamente no quiero moverme.

Muy mal, me reprocho mentalmente.

"Claro que puedo" gruñe y observa con cuidado cuando paso mi lengua sobre mi labio inferior con todo detalle "Y lo haré" amenaza.

Después pasa sus manos por mi rostro, enmarcándolo y acercando sus carnosos pero suaves labios a mi frente. Puedo sentir su tibio aliento en mi piel de gallina.

"Rush... Esto está tan mal que no hay manera de describirlo" susurro sin dejar de ver su cuello y mandíbula por debajo de su camiseta negra. Se le marca el pecho. Eso es suficiente para freír mis neuronas.

"Lo que está jodidamente mal es que esa zanahoria estúpida trate de alejarte de mí" baja su rostro al mío y empieza a acariciar mi cuello con la punta de su nariz, provocándome escalofríos.

Olvido el progreso de mis palabras para ladear mi cabeza, dándole mejor acceso.

El gruñe aprobatoriamente en repuesta y empieza a besarme la piel sensible , pasando su lengua de vez en cuando. Me estremezco. Se siente tan bien.

Echo la cabeza hacia atrás y cierro los ojos. Un toque de Rush y soy arcilla completa para él.

Él sigue su asalto y pasa sus manos grandes sobre mi camiseta de algodón, apretando mis pechos. Me toma totalmente desprevenida, y lo adoro. Adoro todo lo que me hace sentir.

Acaricia mis pezones por sobre la fina tela con sus pulgares y empieza a morder mi piel sin que me de cuenta. Succiona la piel suavemente y después la muerde con cuidado, seguido de su lengua.

No tengo idea de qué está haciendo, pero no quiero que pare. Mi respiración acelera y mi pecho sube y baja con rapidez.

Paso las manos por su sedoso cabello negro mientras sigue besando mi cuello y gime en respuesta cuando jalo un poco de él. Sus manos se acercan más y entran en mis vaqueros, desabrochando el botón para meter su mano izquierda, y acaricia ahí abajo con la punta de sus dedos.

"Rush, no..." empiezo a decir, pero con la otra mano tapa mi boca.

"No hables, Amy" dice con una suave advertencia "O dejaré de tocarte".

"Eso es jugar sucio" le reprocho, acariciando su nuca. Sabe que adoro su toque.

"Lo soy" admite y sonríe para seguir en mi cuello, en ese punto detrás de mi oreja que eriza la piel.

Adentra más sus dedos en mis bragas y acaricia mi clítoris en círculos lentos con las yemas de sus dedos, torturándome. Al fin deja mi cuello y empieza a besarme, duro.

Empieza como algo suave, apenas separando mis labios. Pero sincroniza sus dedos junto con su boca y sigue un ritmo rápido, frotando mi bola de nervios en mi centro con rudeza con su dedo corazón y sus labios muerden los míos. Después su lengua se adentra en mi boca y la entrelaza con la mía. Tiene un sabor a menta tan fresco que me hace gemir aún más alto.

Aprieta mi manojo de nervios ahí abajo entre sus dedos a una frecuencia más alta, hasta que empiezo a gimotear su nombre rogando por más. Cuando llego al clímax de una sacudida, Rush recibe mis gimoteos en sus labios, todavía besándome y antes de que mis temblorosas rodillas me traicionen me toma en un cálido abrazo.

Al fin se aleja un poco de mi y mi respiración comienza a normalizarse.

"Vaya" admito sintiéndole como una colegiala que acaba de recibir una montaña rusa de emociones.

My Sweet Nightmare © (EN REVISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora