Capítulo ocho.
Lukas Smith.
Han pasado dos meses desde que deje de hablar con Miel, no puedo negar que la extraño, porque la verdad es que lo único que espero es verla. Si fui un tonto por lo que dije, después de pensarlo pude analizar porque quería ir, ella quería demostrar que podía divertirse, que no es aburrida como todos insinúan. Pero no lo es, ella es muy divertida siendo ella, no es necesario que muestre algo que no es para encajar.
Ahora estoy en la azotea del instituto sentado en la orilla, mis piernas están colgando a cuatro pisos, no debería estar aquí pero es el único lugar en donde puedo fumar sin dejar olor. Siento ganas de tirarme, de terminar con esto de una puta vez.
Porque desde ese día en donde ella insinuó que soy un alcohólico si antes no lo era, ahora si lo soy. He bebido todas las noches, he fumado tabaco y marihuana, y me he inalado cocaína. Se supone que la había dejado, pero en una fiesta Oli la trajo y e inalado de nuevo, mi madre está mucho más decepcionada que nunca, el supuesto psicólogo que iba a ayudarme no sirvió de nada. Y mis notas van de mal en peor.
Miro la distancia del suelo y me acomodo mucho más en la orilla, sería tan fácil saltar, dejar este mundo, dejar de decepcionar a la gente. La única chica que podía ver una mejor versión de mi la aleje.
Cierro los ojos y el viento fresco de invierno congela mis mejillas, respiro hondo y me inclino hacia delante. Alguien me jala de mi sudadera haya atrás.
- Lukas... - Escucho la voz de Sarah.
Abro los ojos y veo a esa chica morena de pelo crespo con unos ojos verdes muy intenso, me mira con preocupación.
- ¿Estas bien? – me paro en frente de ella.
- Sí, estoy bien. – dije con una sonrisa caminando hacia la salida.
- Espera. – me toma de la mano y me da vuelta. – Miel me dijo que te entejara esto... - miro como saca una carpeta rosada con abejas pintadas. – Son apuntes que te ayudaran a pasar las materias, me dijo que no te ha visto en clases y se preocupó. Mira ella me dijo que no te digiera que fue ella, pero es mejor que sepas.
- Gracias. – me limite a decir.
- Espera. Mira Lukas, Miel está preocupada por ti.
- ¿Por qué te envió a ti y no vino ella?
- Porque es orgullosa, es muy orgullosa. Y aunque ella no quiera le preocupas, ella se siente culpable, no sé lo que paso entre ustedes... pero podrías resolverlo y ser amigos de nuevo. Desde que ella te conoció se relajó, ella es muy rígida y estaba tensa hasta que llegaste, le enseñaste de cierto modo a no ser tan estricta consigo misma.
- Sarah...
- Me tengo que ir. – pone su mano en sima de la mía. – Cuídate, Lukas, espero que estés mejor y no tengas malas ideas que pueden afectar a los que te quieren.
Ella camina y sale de la azotea, miro la carpeta de Miel. Es obvio que es de ella, rosada, con abejas y flores. Desde que conozco a Miel pude ver que ella usas cosas tiernas y como su fuera una niña, siempre de rosado, con flores, mariposas y abejas, como si todavía tuviera siete años. Y eso me gusta, porque por ejemplo Oli es de negro, cadenas, calaveras y todo eso.
Saco de mi bolsillo un cigarro y lo enciendo, le hecho una calada mientras guardo la carpeta en mi mochila y apena termino el cigarro bajo de la azotea.
*****
Estoy sentado en mi cama con una lata de cerveza a un lado, veo en mi escritorio el libro que me dio Miel, el que no he leído porque según mis amigos leer es para aburridos. Suspiro y me paro a tomar el libro, lo abro y lo huelo, sigue oliendo a ella, a flores. Todavía me gusta ver la anotaciones que hay en el libro, su letra perfecta, ella siempre le pone un corazón en vez del punto de la I. me gusta ver ese corazón.
Mi celular suena.
- ¿Bueno?
- Hola bebé. – me dice Oli. - ¿Por qué no vienes con nosotros?
- ¿Dónde están?
- En la casa de Zack, estamos en una mini fiesta.
- Bueno ya voy. – dije dejando el libro en la cama.
Me doy cuenta que una hoja se cae del libro y lo tomo, es una nota con la letra de Miel.
Hola Luka.
Espero que te haya gustado el libro, de verdad espero que se haya convertido en tu libro favorito como es el mío. ¿Lloraste? Espero que hayas entendido la razón por la que te di el libro, porque obvio que hay una razón. Bueno como sea, un beso y nos vemos mañana en el instituto.
P.D. perdón por ser tan estricta con el trabajo de historia, pero de verdad quiero un 10 de calificación, además tú también debes de quererlo, pero lo que me he dado cuenta por lo poco que llevamos conviviendo es que eres muy inteligente, muy listo, lo malo es que parece que no lo sabes. Pero yo sé que eres muy listo, y quiero que lo sepas, no te hagas menos por nadie.
- Miel...
Guardo la nota en medio de las páginas del libro, no puede ser más tierna, de verdad que no puede ser más tierna. Tomo las llaves de mi moto y conduzco a toda velocidad a la casa mí amigo. De verdad que aprecio lo que me dijo Miel, lo que ella escribió, pero se equivoca... no soy así, y claro, esta nota la escribo un día antes de que la cagara, no me imagino la desilusión que sintió ella.
Cuando llego estaciono mi moto y entro a la casa, están en el la sala principal fumando y bebiendo, me siento a un lado.
- Por fin llego. – me dice Oli besándome. - ¿Quieres? – me ofrece una tira de cocaína que está en la mesa de centro.
- No, es muy temprano. – dije y ella inhala.
- Tú te lo pierdas. – dice después mientras sorbete un poco.
- ¿Una cerveza? – me ofrece Zack.
- Dale.
Y así me pase todo el día domingo, bebiendo, fumando he inhalando. Y sé que está mal, pero es lo único que se hacer. De todos modos soy una mierda de persona.
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Lágrimas de miel. #1
RomanceUna chica obsesiva con el orden y el control. Un chico despreocupado, sedordenado y drogadicto. Dos polos opuestos que en el fondo encajan a la perfección. (La historia contunua en Sonrisas de miel)