Capítulo veintidós.
Lukas Smith.
Veo desde lejos a Miel como Baila con Sarah y bebe, y bebe, y sigue bebiendo más. No me gusta la idea que se valla ebria a casa. Olivia se fue a... no sé dónde se fue pero me paro del sofá y dejo mi vaso a un lado y camino hacia donde esta ella.
- Hola Luka. – me dice Miel riendo. - ¿Dónde está tu carcelera?
- ¿Carcelera?
- Olivia.
- No sé... oye, deberíamos irnos. – le dije quitándole el vaso.
- ¿Por qué?
- No es mala idea. – dice Sarah. – Me duelen los pies de tanto bailar. – Miel mira la hora en su reloj.
- Son las cuatro de la mañana...
- Es tarde. – le dije. – Vamos te llevo a casa.
- No quiero ir a mi casa. – dice ella. – Mis padres creen que estoy en casa de Sarah.
- Mis padres creen que estoy en tu casa. – le dice Sarah y las dos se ríen.
- Vamos, ¿crees poder quedarte en casa de Henry? – le pregunte a Sarah.
- ¿Por qué no? – dice caminado hacia la puerta.
Jalo de Miel porque no quiere irse.
- Yo no quiero irme. – dice bailando.
- Vamos. – dije tomándola y llevándola en mi hombro.
- ¿Qué haces? – dice moviendo las piernas. – No me quiero ir.
- Vamos, tienes que dormí un poco y dejar de tomar. – salimos de la casa y la bajo, veo mi moto y agradezco que sea tan grande como para llevar dos personas además de mí, claro que no es lo ideal, pero en fin. – Bien, vamos.
- ¿Cabemos ahí?
- Es una moto grande, iré con cuidado.
Luego me detuve en la casa de Henry y la ayudo a llegar a la puerta, cuando abre se ve como su hubiera dormido toda la noche. Qué envidia, estoy cansado, agotado, quiero pegar mi cara con la almohada.
- ¿Qué carajo?
- Henry, estas dos fueron a una fiesta... - dije apuntando a Miel que está en la moto mientras ve su celular.
- ¿Están ebrias?
- Demasiado para mi gusto, ambas dijeron que estaría en la casa de la otra entonces yo me quedo con Miel... y Sara dijo que no había problema...
- No, no hay problema. – dice y Sarah entra como pedro por su casa. – Buenas noches...
- Buenas noches. – le dije y subo de nuevo a mi moto.
Cuando llegamos a mi casa agradezco que mi madre no este, esta con su nuevo novio que supongo que sí es formal... lo conoceré pronto. Como sea entro a mi casa ayudando a Miel a caminar.
- Eres un aguafiestas. – dice alejándose se mí. – Te odio. – me dice y me siento ofendido.
- ¿Qué?
- ¿Por qué estas con ella?
- Miel estás borracha, no sabes de lo que estás hablando.
- Sí se de lo que estoy hablando. Yo no entiendo como estas con alguien que te manipula de esa manera... te mereces algo mejor.
- Miel... hablemos de esto luego.
- No quiero. – dice tambaleándose, la sostengo para que no se caiga. – Suéltame.
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Lágrimas de miel. #1
RomanceUna chica obsesiva con el orden y el control. Un chico despreocupado, sedordenado y drogadicto. Dos polos opuestos que en el fondo encajan a la perfección. (La historia contunua en Sonrisas de miel)