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Capítulo treinta y cinco.

Miel Ortíz.

Despierto con el sonido de "Feliz cumpleaños" de parte de mis padres, abro los ojos y veo a mi papá con una cámara en la mano ya mi mamá con un pastel rosado con las velas que son un número 17.

- Feliz cumpleaños, mi amor. – me dice mi mamá con una sonrisa.

- Pide un deseo, preciosa. – mi papá sostiene la cámara a punto de tomar una foto.

Sierro mis ojos y pido un deseo: Deseo con todo el amelo de mi corazón, que Lukas por fin se atreva a pedirme que sea su novia.

Y soplo.

- ¿Quieres una rebanada?

- Bueno, déjame visto y bajo a por una porción. – le respondo a mi mamá.

- Mira linda, la foto. – me muestra la cámara mi papá y justo capto el momento en donde pido el deseo.

- Esta muy linda.

- Bueno te dejamos para que te cambies.

Cuando salen tomo mi celular y en ese momento me llama Lukas, emocionada contesto y puedo escuchar su voz cantando la canción.

- Cumpleaños feliz... te deseo a ti, que los cumplas que los cumplas... y no se me esta mierda, pero ¡FELIZ CUMPLEAÑOS MI PRINCESA! – no pude evitar reír.

- Gracias. – dije emocionada. – Ya tengo diecisiete.

- ¡Ya tienes diecisiete! – me dice emocionado. - ¿Qué es lo que quieres hacer hoy? Es tu día, tú eliges. – cuando le iba a responder habla de nuevo. – Mi mamá hoy quería llamarte para que la ayudara en unas cosas, le dije que hoy no podías hacer nada porque es tu cumpleaños, entonces me dijo que vinieras porque te va a preparar su pastel especial de cumpleaños, tienes que probarlo es muy bueno, como sea... ¿qué quieres haces?

- Primero que todo, estas muy emocionado, ¿se puede saber por qué?

- Por nada... ¡Miel por tu cumpleaños, es tu día! ¿Por qué otras cosas serían felices si no es por ti!

- Pero... - Dije riendo.

- Hay que aprovechar que es sábado y podremos hacer lo que quieras.

- No sé qué podemos hacer...

- Sé que Sarah y Henry se van a apuntar a cualquier plan que quieras, solo que en la tarde quiero llevarte a ese lugar de nuevo, en la colina en donde se ve la cuidad, pero esta vez iremos antes de que oscurece para que veas el atardecer, que es muy hermoso.

- Podemos ir al cine. – dije pensando en algo. – O... bueno no sé.

- ¿Al cine?

- O a tomar un helado, la verdad es que no tengo nada pensado. – dije parándome de la cama y yendo a dónde está mi armario. – Podemos ir de compras... sé que eso le va a gustar a Sarah, y lo de la película a Henry.

- Pero... ¿a ti te va a gustar?

-Mientras este con mis AMIGOS todo me gusta. – di énfasis en amigos.

Llevo acostándome con Lukas demasiado, estoy empezando a sentir cosas por él, bueno muchas más cosas de las que ya sentí antes, me estresa que no hayamos formalizado nada. Cuando le dije todo a Sarah ella grito, literalmente, y me que ya no era una virgen, y por suerte dijo... ya tenía miedo de que muriera virgen, pero luego me dijo que no tardaría en decirme que seamos novios, ha pasado un mes y nada. No sé si estoy siendo muy impaciente, pero en serio, solo quiero que seamos oficialmente una pareja.

Lágrimas de miel. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora