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Capítulo treinta y nueve.

Lucas Smith.

Le tomo el cabello y volteo la vista para no mirar, le dije toda la noche que no beba tanto y va ella tomando como nunca antes, no sé caps bebidas prono hoy. Más de las que había probado en toda su vida eso es seguro. Continua vomitando manchado su ropa, genial.

Cuando termina ella ya no está para nada consciente de lo que hace, le limpia la boca un poco y la olfato, huele muy mal, esto es lo que hace el alcohol, puede ser muy divertido al principio pero luego...

Como sea decido bañarla y le quito la ropa, ella se queja un poco pero luego sede, ver su cuerpo desnudo es muy tentador, demasiado.

No, Lucas no. Apenas esta despierta, asi que no.

Prendo el agua y el mojo un poco.

- ¡Esta fría! – me grita.

- Espera a que se entibie. – por esta misma razón la mamá de Miel dice que soy un mal ejemplo.

Como sea la enjabono un poco y le paso el agua, puedo ver que su tatuaje resalta un poco en su piel, y eso hace que la vea, sus pezones se marcaron por el contacto con el agua, su delicada piel tan perfecta. Yo no entiendo que hice para tener a Miel en mi vida, ella es tan linda y buena. Abecés sí creo que no la merezco, y pienso que ella puede conseguir algo mejor.

La dejo ahí y voy a por una toalla, la extiendo y le digo:

- Vamos Miel, ayúdame. – le pedí.

Ella ahora apenas se mueve, la envuelvo en la toalla por fin y la tomo en brazos, la llevo a mi cuarto y la acuesto en la cama, saco de mi armario una camiseta y un bóxer, y lo dejo en la cama. Acomodo a Miel de forma que deje sus piernas fuera de la cama, le paso la toalla secándola con cuidado y luego le pongo la camiseta.

Fue una lucha ponerle la camiseta pero por fin lo logre, luego le pongo el bóxer más ajustado que pude encontrar. Y le seco un poco el cabello que le mojo ligeramente, luego la acuesto y ella despierta solo por un momento.

- Lukas... - me dice.

- ¿Qué paso? – no me responde.

Suspiro y la tapo para que entre en calos porque está un poco fría, luego salgo de mi habitación y voy al baño, tomo su ropa y bajo para entrar al cuarto de lavado y la meto a la lavadora, luego voy a la cocina y lleno un vaso de agua para ponérselo en la mesa de noche, por si le llega a dar sed en la noche. Después yo me pongo el pijama y por fin me recuesto en la cama y consigo dormir, ella me abraza y dormidos profundamente.

A la mañana siguiente despierto primero que ella, esta tumbada en la cama con un sueño  muy profundo. Salgo de mi cuarto y bajo las escaleras, saco la ropa de Miel y la dejo en la secadora, luego voy a preparar el desayuno.

Sé que estamos solos porque mi mamá me dijo que dormir a casa de Eduardo, sé que Miel va agradecer no ver a nadie ahora, va a estar hecha polvo, bebió mucho más que la última vez.

Nota mental: No dejar que Miel beba en grandes cantidades de nuevo, por su estabilidad emocional y física.

Pongo el pan en el tostador y prendo la cafetera, saco dos tazas y las dejo en la mesa, mentiras preparo una palta y en ese momento el pan salta, los tomo y les pongo la panta que acabo de moler, luego sirvo el cabe y todo lo pongo en una bandeja, voy al baño de abajo a por una pastilla para el dolor de cabeza y luego subo las escaleras, abro la puerta y Miel sigue dormida.

Dejo todo en el escritorio y la despierta.

Lágrimas de miel. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora