De boca en boca una noticia impactante recorrió los pasillos de los Recesos de las Nubes.
Nie MingJue murió.
Lan XiChen estaba impactado.
Jin GuangYao, devastado.
La Triada Venerada acababa de perder a un hermano jurado y los dos restantes sentían la pérdida hasta el fondo del alma.
Cuando Lan XiChen se enteró era apenas de mañana, salió de su residencia camino al Salón de estudios a impartir las lecciones del día, pero un discípulo lo interceptó con un recado para que fuera a la sala de descanso de su tío.
Poco después de que llegó su sonrisa se congeló cuando recibió una carta con motivo urgente de Jin GuangYao, y, pasados los segundos, la sonrisa definitivamente se borró de su rostro cuando el contenido fue revelado. Aquel hombre fiero y valedor de la justicia murió por una desviación de Qi frente a su hermano de sangre y su hermano jurado.
Nie MingJue perdió la cabeza, y los estribos, de un momento a otro.
Cuando Lan WangJi escuchó la noticia se apresuró a la residencia de su hermano. Realmente no sabía bien qué hacer, se sentía como un niño perdido, pero quería estar ahí para él, acompañarlo para que no se sintiera solo en ese dolor.
Lan XiChen estaba acomodando varias cosas para su partida. Saldría de inmediato hacia Qinghe para apoyar a Jin GuangYao y a Nie HuaiSang con los procesos funerarios y lo relacionado con la secta Nie. El menor de los Jades le pidió que lo esperara para ir con él, pero Lan XiChen se negó. No porque no quisiera que su hermano estuviera ahí con él, sino que estaría fuera al menos dos semanas y alguien debía quedarse al margen con los asuntos de la secta Lan ya que Lan Qiren también iría.
Cuando se despidieron, Lan WangJi se quedó mirando la espalda de su hermano hasta que desapareció a la distancia. Ver el dolor de la pérdida en sus ojos le apesadumbró el corazón.
De regreso al Jingshi estuvo pensando un buen rato y después de un tiempo una idea, quizá absurda, le vino a la mente. Como experiencia propia sabía que en momentos así, a veces lo que se quería era estar solo para poder medirse con el dolor que aquejumbra, pero, estaba seguro que no sería por completo el caso de su hermano, así que, pensando en sus gustos, quiso bajar la montaña para ir a comprar diferentes especias para té que pudieran gustarle y darle un poco de calidez a su regreso.
Se acomodó a Bichen en la espalda y se acercó al gabinete al lado de la cama por dinero. Después de abrir una puertilla en específico lo que estaba buscando saltó a la vista.
Una bonita y femenina bolsita que alguna vez perteneció a una mujer.
Jamás olvidaría su nombre: Mian Mian.
Ni como terminó haciéndose con ella.
Después de que, cobardemente, Wen Chao los encerrara en la cueva XuanWu y que una enorme bestia casi los devorara vivos, él y Wei WuXian fueron los únicos que no pudieron escapar.
Con la pierna, por demás herida después de interponerse entre la bestia y Wei WuXian, Lan WangJi ni siquiera tenía la fuerza para sostenerse en pie por sí sólo y, cuando Wei WuXian lo cargó sobre su espalda para resguardarlos, todo lo que pudo sentir fue pena por su propia condición.
Dentro de una delgada grieta que los dejaba fuera de la vista de la bestia, Lan WangJi se mantuvo recostado sobre el suelo. Wei WuXian se acercó apresurado a tratar la heridas antiguas y nuevas. Los dientes del animal perforaron el muslo de Lan WangJi casi al punto de llegar hasta el hueso y, más abajo, la herida de su pierna rota sólo empeoró.
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Recuerdos impregnados del primer amor | v.2 | Lan MeiLing
FantasyVersión editada. "...Para el trigésimo tercer azote, los discípulos de la secta Lan sostenían ya los brazos de Lan WangJi. Los ropajes blancos colgaban hechos jirones y se tintaban de un rojo tan intenso como las granadas cuando son aplastadas...". ...