Capítulo 7 - A-Yuan; primera parte.

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El brillo de una llama volviendo cenizas algo contrastó por completo con los colores glaciales del lugar en el que Lan WangJi se encontraba. En el agua se vio el reflejo de su cuerpo semidesnudo y en su mano, sujeto de la punta de los dedos, tenía el papel que se iba transformando en materia negruzca.

Sobre la roca fresca estaba el guqin acomodado después de haber sido tocado por un largo largo tiempo, y, un poco más al frente una varita de incienso desprendía humo que serpenteaba hacia el cielo. Lan WangJi se quedó admirando cómo la llama titilante consumía todo, desde sus deseos, hasta el papel moneda que soltó sólo cuando el fuego casi tocó la punta de sus dedos.

En aquel acto tradicional deseaba una próxima vida llena de gozo y prosperidad para Wei WuXian.

Pero su corazón dolió al imaginar el no volverlo a ver nunca jamás y el calor de la varita de incienso murió entre sus dedos.

Salió de la Primavera Fría, y el camino oscuro de la media noche lo acompañó hasta su alcoba. Se deshizo de las prendas húmedas y las cambió por ropa para dormir, después se acomodó sobre el lecho y mientras tenía la vista pegada al techo comenzó a pensar en el pasado, en el presente y no quiso saber del futuro.

Hasta hace dos días Nie HuaiSang estuvo en la secta Lan. Lloró sin descanso sobre el regazo de su hermano, a la vez que le pedía ayuda para resolver algún nuevo problema que lo estuviera preocupando.

Después de la muerte de Nie MingJue Lan XiChen moró en la residencia de la secta Nie durante cuatro semanas en las que procuró ayudar al nuevo líder con sus deberes y, además, a asegurar su posición en caso de que hubiera algún detractor que no quisiera tener como señor a aquel que ni siquiera empuñaba un sable o que no hacía más que sacudir la cabeza y decir "No sé nada" cuando una situación se complicaba.

Lan XiChen fue acompañado por su hermano mientras se recuperaba del luto. Al volver al Gusu encontró a Lan WangJi esperándolo en la entrada hacia el Receso de las Nubes y cuando llegaron a su residencia halló varias hierbas para té que le había comprado. Después de todo, el sentimiento de pérdida y culpa por no haber podido ayudar más a Nie MingJue aminoró un poco al ver la tierna preocupación en los ojos de Lan WangJi. Esto ocasionó que un poco del pesar en el corazón del líder de Secta se esfumara.

Dos años después Lan XiChen seguía procurando cuidar y apoyar a Nie HuaiSang de la misma manera en la que su hermano lo hubiera hecho. Tanto el líder de secta Lan como el líder de secta Jin lo protegían y ayudaban.

Dejando los pensamientos de lado los ojos del Lan WangJi comenzaron a cerrarse a causa del sueño, pero, faltando poco para el amanecer, no durmió más que escasas horas.

En Gusu el clima cálido podía ser algo que no sucedía tan seguido. Aunque había épocas del año en el que el frío era muy intenso, ese día el sol besaba la piel con dulce calidez. A las cinco de la mañana todos despertaron y en la residencia de los juniors se pudo escuchar el quejido de uno de ellos después de ser aplastado por completo.

Lan JingYi saltó sobre Lan SiZhui cuando este apenas había abierto los ojos.

—¡Hoy cumples años, SiZhui!

Lan SiZhui le contestó con una sonrisa perezosa mientras respondía al abrazo y por un momento se preguntó quién estaba más emocionado, si él o Lan JingYi.

—Gracias... —las mejillas se le tiñeron de rojo cuando los otros discípulos se acercaron a felicitarlo.

Lan SiZhui era, de hecho, el mejor junior de su generación. Tenía una increíble inteligencia, capacidad, conciencia, disciplina y además era siempre amable con todos así que sus compañeros lo apreciaban de manera sincera.

Recuerdos impregnados del primer amor | v.2 | Lan MeiLingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora