El Sekiryuutei en Otro Mundo

Capítulo 8

Aclaraciones:

-"Persona Hablando"-

-(Persona Pensando)-

-<Conversación Mental>-

[Habilidades y Magia]

(JC: Notas del Autor)

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Empecemos
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Batalla en la Aldea Goblin

Los Lobos Colmillo gobernaban el área en las llanuras del Este, lo suficiente como para dar tremendos dolores de cabeza a los mercaderes que comerciaban entre el Imperio Oriental y los reinos alrededor del Bosque de Jura. Cada uno de ellos era el equivalente de un monstruo Rango C, lo suficientemente fuerte como para que un aventurero pudiera tener su pierna mordida si no estaba prestando atención.

La verdadera amenaza, sin embargo, llegaba cuando ellos vagaban en manadas. Solo cuando un talentoso alfa lideraba a la horda, los Lobos Colmillo mostraban su valor real. La manada completa actuaría como una sola mente, una sola criatura, cada miembro actuando en unísono. Tal manada, en pleno movimiento, podría fácilmente renquearse como B.

Las llanuras orientales estaban ubicadas al lado de una amplia región productora de granos, una cuerda de salvamento vital para el Imperio Oriental y una muy bien asegurada. No importa lo astutos que fueran los Lobos Colmillo, sin importar cuán avanzadas fueran sus Habilidades, penetrar las líneas defensivas del Imperio seguía siendo una tarea difícil.

Incluso si lo lograran, hacerlo despertaría la furia del Imperio, poniendo en duda el futuro de la raza Lobo Colmillo.

El líder de la manada estaba al tanto de esto. Era algo que él había aprendido a través de una experiencia duramente reñida, en medio de las muchas escaramuzas que había presenciado contra el Imperio durante varias décadas. Apuntar a los comerciantes de menor escala que pasaban no era suficiente para hacer que el Imperio tomara plena acción, pero en el momento en que los lobos entraran en sus campos de grano, realmente tomarían represalias.

Después de tantos fracasos, los Lobos Colmillos no repetirían los errores de sus camaradas. Esa era la forma de pensar del alfa. Pero sus instintos de monstruo también le dijeron que, bajo el statu quo, no habría progreso, nada que empujara a su manada hacia adelante.

Como regla general, la raza Lobo Colmillo no requería comida para sobrevivir. Atacar y consumir humanos les proporcionaba un refrigerio agradable, pero esos no tenían mucho en la forma de la magia. Para la manada, su verdadero sustento estaba en la Energía Mágica del mundo.

Tendrían que atacar a monstruos más fuertes o masacrar humanos en montones para evolucionar a criaturas de nivel de calamidad. Ninguna de estas opciones era particularmente accesible para ellos. El Imperio era demasiado poderoso. Pero simplemente elegir a los comerciantes que pasan nunca haría nada por sus sueños de evolución.

Luego escucharon historias de las tierras del Sur. Un territorio fértil, uno con un bosque que ofrece todas sus bendiciones, una vasta reserva de magia. Un paraíso para los monstruos, eso fue dicho. Con el fin de alcanzarlo, sin embargo, tendrían que atravesar el vasto Bosque de Jura.

Los monstruos de este bosque no eran, en sí mismos, grandes enemigos. Su experiencia pasada en la caza de los rezagados que deambulan fuera de ella lo demostró. Entonces, ¿por qué habían evitado entrar ellos mismos?