Capítulo 28

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Aclaraciones:

-"Persona Hablando"-

-(Persona Pensando)-

-<Conversación Mental>-

[Habilidades y Magia]

(JC: Notas del Autor)

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Empecemos
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Empieza la Guerra

Un solo golpe de la alabarda rompió la lanza en las manos del Jefe.

El hecho de que el Jefe hubiera sobrevivido a este asalto hasta el momento era digno de elogio en sí mismo. Él dio una burla de orgullo al mirar al General Orco.

-"¡Pajajaja! ¡Puedo luchar todo lo que quiera sin un arma!"-

Toda la valentía en el mundo no convenció a nadie más en la habitación de que lo decía era en serio. Su armadura ya estaba destrozada, grietas en su orgullosa escama de malla obvias para que todos las vean. Sin nada más para protegerlo, el Jefe estaba a un simple paso de distancia de la muerte.

-"¡Escuchen!"- Gritó con tanta autoridad como pudo reunir. -"¡Avancen, mi guardia! Protejan a tantas mujeres y niños como puedas. ¡Me niego a dejar que se rindan! ¡Compren la mayor cantidad de tiempo posible y esperen a que llegue la ayuda!"-

-"J-Jefe... Estos refuerzos no pueden existir realmente..."-

-"¡No digas eso!"- Respondió, amonestando al Vice-General de su Guardia Real. -"¡Cree en ellos! Nunca podemos abandonar la esperanza. ¡Protejan el orgullo de los Lizardman hasta el final!"-

El Jefe nunca quiso mostrar un momento de debilidad. Él era un símbolo de la fuerza Lizardman, su esperanza final. Para los Lizardman que no tenían otro lugar donde huir, ellos no tenían nada en qué apoyarse aparte de sus palabras.

-"Además"- Agregó a su equipo con una sonrisa. -"Siempre que pueda vencer a este enemigo, podemos abrir un nuevo camino para nosotros mismos"-

Él tenía razón. Si pudieran derrotar al cabecilla Orco bloqueando la salida, tendrían un camino literal hacia la supervivencia. No había desesperación entre los Guerreros Lizardman.

Incluso si su Jefe caía, ellos sabían que se levantarían y lucharían. Todo esto lo habían aprendido a lo largo de los años, al verlo representar a su gente. Ellos lucharían hasta el último hombre, y mientras evacuaran a la mayor cantidad de inocentes que pudieran, no se podría obtener una mayor victoria.

Ellos tenían que encontrar una conexión con el futuro. Pero incluso
esa esperanza fue aplastada ante el General Orco.

-"¡Tú, viejo tonto! ¡Toda la charla ridícula en el mundo no te salvará ahora!"-

Un destello, y la alabarda en las manos del General Orco cortó su camino, y luego a través, al pecho del Jefe.

-"¡¡Argh!!"-

Cayó, tosiendo sangre en el camino.

-(Esto es todo...)-

Las cavernas hacían eco con los gritos de los Lizardman.

El Sekiryuutei en Otro MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora