La mañana y parte de la tarde se les había ido en aquel viaje junto a Izuku, por lo que una vez pisaron nuevamente la residencia, esta se encontraba en plena soledad. Un silencio casi tenso fue lo único con lo que se encontraron al momento de abrir la puerta principal y ver el vacío del sitio. Ninguno pudo evitar sentirse algo inquietos ante esa sensación de estar en completa soledad o bueno, en un ambiente donde solo eran ellos dos por primera vez, de manera literal.
Aún así, tras un corto intercambio silencioso de miradas, tan breve como una brisa, cada uno se dirigió hacía distintos puntos de la residencia; Shoto fue a la cocina, no había comido nada desde antes de partir, por lo que tomó un anpan de la alacena y no tardó en comenzar a comerlo, por su parte Katsuki solo fue hacía su dormitorio, por estar estudiando junto a sus destinados y amistades tuvo que aplazar su hora de entrenamiento. Por ende, por ahora se dedicará a eso.
—¡Mitad-Mitad! —vocifera el alfa, llegando nuevamente a la sala principal y ganándose la mirada ajena— ¿Vendrás conmigo a entrenar o qué?
—Oh, ¿irás ahora?
Bakugo lo mira por un par de segundos. El ipsilon se limita a comer mientras está sentado en el sillón de dos cuerpos de la sala de estar.
—¿Qué te parece? —interroga, curvando su ceja. Toda su ropa había sido cambiada por prendas deportivas— ¿Piensas que iré a jugar a las barbies?
Shoto escanea con su mirada el cuerpo ajeno, masticando parte del anpan que aún tiene en su mano, apunta a decir algo pero el rubio lo interrumpe antes de que articulara oración alguna.
—No respondas —dice y se dirige a la puerta principal de la residencia—: entonces, ¿vienes o no?
—Claro, solo dame unos minutos —Se levanta del sofá y pronto se dirige al pasillo.
—¡Será mejor que te apures, porque no perderé más tiempo por tu maldita culpa!
Shoto solo responde con un ligero "¡Okey!" y empieza a trotar hacía las escaleras y también su dormitorio. Por su parte el alfa se queda solo en la primera planta y comienza a estirar sus músculos antes de iniciar con su carrera de cuarenta minutos.
En medio de su ejercicio, la mente del rubio se ve inundada por todo lo ocurrido ese día. En especial por el beso en la mejilla que el omega le dio, siente esa misma zona arder al momento de revivir esa memoria. Le es irónico e increíble cómo pasó de querer mantener a ese pecoso de aroma a canela lo más lejos posible a sonrojarse por algo tan pequeño como un simple y efímero beso. Sin embargo, Bakugo ya no puede negar los hechos, está cayendo lentamente en una red de la cual duda poder escapar. Principalmente... Porque no tiene ganas de hacerlo.
Ese omega que alguna vez no quiso volver a ver, es el mismo que ahora se convirtió en algo verdaderamente especial para él. Y lo mismo pasa con el bicolor que llegó a la vida de ambos para volcar por completo sus vidas. Por más de que lo demuestra de una forma muy "Bakugo".
—Espero que des todo lo que tienes mitad-mitad —habla, al escuchar cómo la puerta principal de la residencia se abre detrás suya—, porque no pienses que seré misericordioso contigo —continúa, volteando a mirarlo con seriedad.
—Ten por seguro que así será, Katsuki.
El rubio se queda en silencio por un par de segundos. Es la primera vez que oye salir su nombre de otros labios que no sean los de su progenitora y que de paso tampoco fuese un regaño por parte de esta. Una ligera sonrisa se dibuja en sus labios mientras camina hacía el sendero que recorre todo el campus y conecta cada una de las residencias con el edificio principal.
—Eso es lo que quiera oír —contesta, viendo de reojo como Shoto se coloca a su lado, listo para iniciar una carrera de velocidad junto al rubio.
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𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎
Фанфикᨒᨒ ¿Qué pasaría si de pronto, en un mundo en donde lo normal es tener un alma gemela, 𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝘀 𝘁𝗲𝗻𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗱𝗼𝘀? ՚՚ ‧₊˚* 𔘓 ੭ Este es el caso de Shoto Todoroki, Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo, tres adolescentes que podrían considerar...