Capitulo Treinta y seis. 𝗠𝗼𝗹𝗲𝘀𝘁𝗶𝗮 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗮

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Despertó sintiendo la pesadez de los brazos ajenos sobre su cuerpo, rodeando su cintura al igual que pecho, mientras que su almohada se había vuelto significativamente firme en comparación a la noche anterior, además, si se ponía detallista y se percataba de su entorno por completo, en el aire se encontraba una contrastante combinación de aromas, tan reconfortantes como significativos para él para ese momento de su vida.

Parpadeó lentamente, mientras su cuerpo era abandonado lentamente por el cansancio que experimentaba. Se encontró pronto con el rostro de Katsuki, a centímetros del suyo, este aún dormía profundamente, se veía tan pacífico.

Algo tan poco propio de él.

Del lado contrario se encontraba el tranquilo y acogedor omega, quien parecía haberse enredado con su cuerpo mientras dormía, con el cabello revuelto y una expresión casi angelical bajo su enamorada vista.

Sonrió tiernamente al encontrase con cada una de sus presencias, tan cercanas a él, tan resplandecientes y cálidas como el primer día en que tuvieron un verdadero contacto amistoso. Sabía que, por más de que al principio habían tenido sus diferencias y parecían no congeniar por completo, el vínculo actual que tenían era igual de fuerte que sus propios quirks, y tan único como cada uno de ellos lo era.

Repentinamente, fuertes golpes en la madera de la puerta se escucharon, reventando por completo aquella burbuja de conformidad que había creado alrededor de los tres. Seguidos de estos, la voz tranquila de Eijiro resonó en la habitación.

—¡Chicos! ¡Ya está listo el desayuno, así que por favor bajen o sino se les hará tarde! —Comunicaba el alfa desde el otro lado de la puerta, con un tono de voz amable pero también preocupada.

El alfa no quería que nuevamente perdieran las clases, era seguro que más allá de que Aizawa sensei conociera su situación, no los perdonaría por faltar durante los primeros días de re-ingreso a clases.

Suspiró. Quizá su paz mental por fin había regresado, pero, ahora que se encontraban nuevamente en la residencia junto al resto de la clase, debían lidiar con otros pequeños problemas dirigidos totalmente a sus estudios.

Aunque si debía elegir entre esos problemas o los que estuvieran relacionados con Enji, no cabía duda de cuáles escogería.

—Buenos días... —Habló el somnoliento omega, refregando su ojo mientras un ligero bostezo escapaba de su garganta— ¿Qué tal dormiste, Shoto?

Sonrió cariñosamente, mientras volvía su mirada a él.

—Dormí perfectamente. ¿Y tú, Izuku?

—Creo que soñé que el espíritu de All Might poseía un peluche y me perseguía mientras me gritaba "¡Midoriya shounen, Midoriya shounen, aún no hemos terminado de preparar los pancakes!". —Contestó, desconcertado por lo que su cerebro había sido logrado de crear.

—¿Los héroes son capaces de transferir sus almas a peluches?

—Es-Espero que no.

Leves golpecitos sonaron en la puerta de madera, captando inmediatamente su atención.

—¿Chicos? —Volvió a llamar Eijiro, queriendo asegurarse que los tres se encontraban despiertos.

—Oh, buenos días Kirishima kun. —Vociferó Midoriya, observando directamente hacía la puerta.

—¡Buenos días, Midoriya kun! Por favor apúrense para bajar a desayunar.

—Sí, sí, no te preocupes, ya vamos.

—Está bien, los esperamos en el comedor. —Respondió animadamente, antes de retirarse de la puerta.

Ambos se sentaron en el colchón de la cama, estirando sus músculos para desperezarse, mientras que, por otra parte Katsuki apenas iba despertándose tras una tranquila noche de descanso.

𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora