𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎

Capitulo Treinta y Cinco. 𝗣𝗲𝗿𝗺𝗶𝘀𝗼

Una vez llegaron al hogar de los Bakugo, fueron prontamente asistidos por Masaru, quien le entregó a los tres una toalla con la cual secar sus ropas y cabellos, tras esto, se sacaron los zapatos para dejarlos a un lado de la entrada. Finalmente después de una corta charla con los adultos de la casa, se dirigieron juntos al dormitorio de Katsuki, donde planeaban cambiarse las ropas mojadas por sus pijamas.

Shoto y Katsuki no tardaron en escoger lo que se pondrían para dormir esa noche, sin embargo, aún quedaba Izuku que no hacía más que quedarse cerca de la puerta del dormitorio con un leve nerviosismo al no saber qué ropa podría llegar a ponerse. Le avergonzaba la simple idea de preguntarle a los otros dos si podían llegar a prestarle algo solo por esa ocasión, incluso sabiendo que era la única opción que tenía.

La mirada de Izuku pronto se dirigió a sus propias manos, jugando nerviosamente con sus dedos mientras escuchaba cómo los otros dos empezaban a desvestirse para poder colocarse sus cálidas pijamas. Quizá habían sido varias las ocasiones donde se vieron semidesnudos al haberse duchado juntos en los baños de la U.A, sin embargo, la idea de terminar utilizando las ropas de sus destinados, le causaba una mayor vergüenza que eso.

—¿No vas a cambiarte? —cuestionó Katsuki, tras quitarse la camiseta negra que tenía.

—No tengo ropa que ponerme. —respondió tímido, elevando levemente su mirada en dirección a los otros dos.

—¿Quieres que te preste la mía? —Lo miró, terminando de abrochar los botones de la parte superior de su pijama.

—No quisiera ensuciar tus cosas, Shoto. —declinó amablemente, sonriendo.

—¿Estás seguro de querer usar eso como excusa? —Lo miró Katsuki con descaro, sonriente— Porque tranquilamente puedes ir a ducharte y después cambiarte, pero dudo que hayas traído ropa interior de repuesto para poder usar.

Izuku no ocultó su sorpresa y sonrojo ante las palabras del alfa, realmente no quería siquiera pensar a lo que este se refería.

Por su parte, Katsuki tomó una de las camisetas con las que sabía que Shoto dormía, para después agarrar el pantalón que tenía planeado ponerse, para terminar extendiéndolas en dirección a Midoriya, haciendo leves movimientos de muñeca para indicarle que se las pusiera.

—No creo que sea necesario que me ponga otro pantalón, estos no se me mojaron mucho. —mencionó, tomando lentamente la camiseta blanca de Shoto.

—¿En serio piensas dormir con jeans? —Curvó su ceja— Deja de inventar excusas absurdas y cámbiate, Izuku. —Volteó en dirección a su armario, disponiéndose a buscar otros pantalones.

—Pero Kacchan-

—¿Quieres que te vista yo? —Interrogó directamente, mirándolo con seriedad.

—N-No, no. Puedo hacerlo solo, gracias por la ropa.

Sintiendo aún algo de vergüenza por lo directo que el rubio llegaba a hacer, comenzó a desvestirse para poder colocarse aquellas prendas que le habían sido entregadas, ganándose una pequeña y tierna sonrisa por parte del ipsilon, quien había estado atento a las acciones que llevaba a cabo el omega en su pequeño nerviosismo.

El dormitorio se encontraba inundado por el aroma de Katsuki, en cada esquina podía advertirse aquella fragancia ácida que despedía el alfa, como clara muestra territorial sobre la habitación para el resto de personas que pudieran llegar a pasar frente a esta o inclusive a adentrarse a la misma. Sin embargo, las fosas nasales de Izuku lograban captar a la perfección el refrescante aroma a menta con chocolate de la camiseta de Shoto, llenando sus pulmones entonces, de aquella mezcla única que hacían los tres distintos tipos de aroma presentes en el aire.