El día los encontró aún abrazados en la arena, había sido la última noche que podían disfrutar los rayos Bruitz y de hacer el amor de esa manera, era el cuarto amanecer de su llamada "Luna de miel", tres días más y el barco volvería por ellos, aunque ellos pudieran ir sin ningún problema a la nave o volver a tierra firme incluso, pero en realidad no les molestaba, estaban contentos y embriagados por la situación actual.
Se levantó de su improvisado lecho y desperezo con calma, inflo sus pulmones con el aire salado que venía del mar. Hoy apenas se había molestado en observar el comienzo del amanecer desde ahí y de disfrutar la brisa marina, suspiro igualmente encantado de las actividades en las que había estado gastado su tiempo hasta ahora, acaricio con suavidad el rostro de su esposo y sonriendo de lado finalmente se levantó de su lado y llegó a la orilla del mar, se zambullo en el agua comenzando a nadar.
Goku, despertó con el ruido del chapoteo, tardo un momento en recordar en dónde estaba, para luego ubicar el origen del sonido húmedo. Observó a su esposo nadar hacia el amanecer, realizando largas brazadas y elegantes movimientos, ¿Tal vez era lo que llamaban su sangre real?, Pero el príncipe siempre había tenido esa elegancia tan natural, incluso en pelea, lo observó embelesado unos minutos más, antes de animarse a acercarse a él.
Sintió los brazos de su hombre en su cintura, sabía sus intenciones, así que se giró de inmediato y lo jaló hacia al fondo. Aquello había tomado de imprevisto al sayia menor, pero atinó a tomar aire antes de hundirse.
Debajo del agua, pudo ver la melena de Vegeta agitarse con el movimiento de las ondas marinas y el color rojizo de la misma hacerse más notable, esa maliciosa sonrisa suya que le gustaba tanto se hizo paso, robándole el aliento y distrayendo lo de cualquier otra cosa, sintió la cola de su pareja enrollarse en su muñeca y acercarlo más a él.
El cabello de Kakarotto bailaba hacia arriba, asemejándose al momento previo en el que se convertía en súper saiyajin, inflaba los cachetes como un niño pequeño para mantener algo de aire dentro suyo, era un tonto tierno. Con delicadeza acerco los labios del hombre en su frente a los suyos y se besaron.
Besarse bajo el agua era una experiencia completamente nueva, tenían una sensación de falta de aire, pero al mismo tiempo lo compartían en cada beso, el agua los movía conforme pataleaban para mantenerse a flote, provocando que casi girarán sin parar sobre su propio eje. Pero eso no importaba, nada importaba, si tenían esos momentos juntos.
Esa tarde decidieron salir a explorar los alrededores de la isla en la que se encontraban, la zona de la selva los recibió con relativo silencio, ya que aún la fauna del lugar no se recuperaba de aquellos ensordecedores ruidos que habían emitido como ozarus las noches anteriores, aunque de a poco comenzaron a salir curiosos por el nuevo aroma que venía hacia ellos.
- Cuando era niño, el maestro Roshi, me prohibió viajar en mi nube voladora - le comento suavemente.
- Me hablaste de esa cosa, la recuerdo - le respondió su esposo con calma - Gohan la usaba bastante, ¿Sabes?, Creo que le recordaba a ti.
Completo, mientras retiraba varias ramas de su camino, y miraba alrededor, la flora de la isla se volvía cada vez más espesa y les hacía más difícil avanzar a pie.
- Si, que bueno que la recuerdas - respondió aún más alegre y sonriendo por la imagen mental de su hijo - pues bueno, hice todo un viaje alrededor del mundo sin ella, fue divertido ¿Sabes?, Quisiera que hagamos algo así juntos - agrego con calma.
La idea le había estado rondando desde que su esposo no puso ninguna objeción a su proposición de ir a explorar, él se había acostumbrado a viajar constantemente, cosa que no había hecho mucho desde que Gohan nació, no se quejaba de sus decisiones, pero era algo que deseaba volver hacer y sería increíble que su príncipe no pusiera objeción a ello. Vegeta, le intercambio una mirada y pudo notar una expresión de entusiasmo marcada en ese rostro siempre excesivamente expresivo, a pesar de que había intentado sonar casual cuando le había hecho la propuesta, ladeó la cabeza y miro a un lado entre enternecido y divertido por su actuar.
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Estaciones
FanfictionEn estas estaciones de nuestro amor, ¿lograremos sobrevivir al frío invierno?, ¿acaso volveremos a ver la primavera?. Cuarta parte de ¿Y si...?