Rutina

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Se levantaron sorprendidos por el ruido de la ovación, los silvidos y aplausos que provenían desde afuera.

Se dirigieron al balcón de la habitación, que daba una vista más amplia al patio trasero, pudiendo ver qué los padres de Bulma, Milk, Jank, los hijos de ambos, además del cara rajada, el anciano y los dos animales parlantes, estaban reunidos alrededor de una pequeña mesa para compartir un almuerzo, aparentemente habían estado todo el tiempo ahí. ¿Cómo carajo no se dieron cuenta?.

Un ligero sonrojo invadió las mejillas de ambos, mientras las personas de afuera no dejaban de aplaudirles. Finalmente Goku comenzó a reír de manera nerviosa mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza y por su lado Vegeta desviaba la mirada del lugar, mientras susurraba.

- Insectos metiches.

No pudieron tener otra reacción más, en ese momento la puerta de la habitación se abrió con un golpe sordo al estrellarse contra la pared, dando paso a la peli azul que se bajaba de brazos de Dieciséis a quien al parecer había obligado a traerla a toda velocidad.

- ¡Yo la organizaré! - afirmó con voz potente.

Atrapando una mano de ambos sayias y juntandolas con las suyas, les esbozo una amplia sonrisa ilusionada, mientras que ellos no entendían a qué rayos se refería.

- Yo organizaré su boda - aseguro sin dejar de sonreírles.

Intercambiaron otra mirada nerviosa, algo les decía que no tenían opción.

Adaptarse a una nueva rutina fue un tanto complicado para todos, no fue necesario discutirlo para la pareja pero deseaban vivir juntos de nuevo. Viendo las adaptaciones a su nueva vida, necesitarían más espacio ya que los hijos de ambos indicaron querer quedarse con ellos aunque sea los fines de semana, cosa que no iba a ser posible en la pequeña casita. Así que el señor Briefs reveló su regalo.

- Yo les haré una casa - anunció - será espaciosa, lo más resistente posible y cápsula para que pueda llevarla donde quieran.

Vegeta y Goku, escucharon el anuncio comiendo abundantemente en el patio de la corporación después de que Bulma asegurara ser la organizadora, que recibieran algunas miradas molestosas, sin contar que sus hijos le cuestionaron al sayia más joven porque tenía todas esas manchas rojas alrededor de su cuello, cosa que pudieron pasar sin dar explicaciones por la oportuna llegada de la comida. La pareja apenas si atino a contestar con un movimiento de la cabeza a la propuesta del viejo hombre de lo inesperado de la misma en son de agradecimiento ya que sus bocas estaban llenas, al final el más efusivo fue Goku como siempre.

Aunque al principio se quedaron en la Corporación, su casa... no estaba en las mejores condiciones y no era lo mejor para los niños, encontraron momentos para acomodar todas sus actividades en una sola rutina. En la mañana entrenaban un rato, desayunaban, dependiendo su humor podían hacer otras actividades o seguir entrenando, en general Vegeta ayudaba a Bulma en algunas cosas del laboratorio y Goku, bueno Goku intentaba ayudarlos en lo que pudiera o se ponía a ver películas o se entretenía ayudando a la madre de Bulma en su jardín, después del almuerzo, entrenaban con los niños que llegaban de la escuela hasta la cena, después de ella sus hijos se iban a hacer la tarea y ellos compartían un momento, a veces se quedaban hablando por horas, a veces veían películas, a veces iban a algún lugar lejano a hacer el amor, ya que a esta altura sabían que eran muy ruidosos para la casa.

A un mes de volver a estar juntos se acostumbraron rápidamente a aquella rutina, uno de los días que se encontraban todavía en la cama o que habían vuelto a ella, Vegeta aprovecho para explicarle a Kakarotto el porque de la marca.

Así que el príncipe se encontró nervioso y apenado, tratando de encontrar las palabras exactas para decirle al sayia frente suyo que significaba aquella cicatriz en el cuello de ambos que hasta ahora no desaparecía. A esta altura su pareja ya le había preguntado un par de veces si era normal que no hubiera desaparecido por completo o que se notara más de lo normal. Para ese entonces había logrado evadir la pregunta con bastante éxito, pero ya era hora de hablarlo.

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