Ángelo.
Realmente nunca esperé ver el jardín de mi casa como un sitio para celebrar una fiesta infantil, pero creo que debería de saber que, en los últimos meses, he hecho cosas que antes ni siquiera hubiese considerado.
El cumpleaños de Bella había llegado, y con esa, una enorme celebración con todas las cosas y todos los detalles que pidió. El jardín delantero de la casa está completamente decorado con globos e imágenes de princesas, bailarinas de ballet cuelgan de algunos árboles, y una gran mesa en el centro llena de toda clase de regalos.
La música infantil suena por el par de bocinas, y las risas de los niños correteando por el jardín se escuchan con mayor fuerza.
—Parece que si sabes cómo celebrar una fiesta infantil —dice Antoni—. ¿Dónde está esa princesa?
—¡Tío Antoni! —mi hermano gira cuando la voz de Bella se escucha, coloca una sonrisa radiante en el rostro y prácticamente lanza hacia mí gran caja de regalo para conseguir tomar a nuestra sobrina en brazos—. ¿Trajiste un regalo?
—Sí, Antoni, sin regalos no puedes entrar a la fiesta —lo molesto y él resopla.
—Claro que traje un regalo, principessa —deja a Bella sobre el césped y toma la caja de regalo, Bella lanza un grito emocionado y corre de vuelta a la mesa para dejar el obsequio ahí.
Ambos la observamos correr hacia el grupo de niñas que la esperan, y Bella parece olvidar la presencia de Antoni.
—Estás creando un pequeño monstruo —reclama.
—¿Qué puedo decirte? —inquiero sonriendo—. Siempre consigue salirse con la suya.
Antoni asiente, y luego me mira de una manera que no consigo entender del todo.
—¿Jacob no va a venir? —su pregunta me sorprende un poco, porque evidentemente Antoni y Jacob no convivían demasiado, de hecho, puede que apenas y se hayan visto, así que no esperaba que preguntara por él.
Sin embargo, el hecho de que lo haga me recuerda que no obtuve una contestación de Russell, así que deduje que probablemente no vendría. Y aunque eso era una posibilidad, no dejaba de sentirse decepcionante.
—Russell no respondió —intento restarle importancia encogiéndome de hombros—. Así que no, él no vendrá.
—Bueno, ya habrá más cumpleaños —dice palmeando mi espalda.
No encuentro que responder, la presencia de Daphne nos libera de un silencio incómodo y ellos tienen una corta conversación, en la cual no parecen necesitar de mi participación.
—¿No son demasiados niños para ti? —inquiere Daph cuando mi hermano se ha apartado.
—Oye, tampoco soy una especie de hombre intolerante a los niños —ríe un poco antes de asentir a modo de respuesta—. ¿Dónde está Lía?
—Sally está con ella justo ahora —informa—. Y...
—Señor Lombardi —la señora Wilson interrumpe—. Lamento interrumpir, pero alguien lo busca en la sala.
—¿Un invitado? —inquiero.
—No precisamente.
La miro un tanto confundido, Daphne y yo compartimos una mirada y luego regreso la atención a la señora Wilson.
—De acuerdo, voy enseguida —cuando nos da la espalda, vuelvo hacia mi chica—. Vengo enseguida.
—No demores, o te perderás que Bella sople las velas —advierte.
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Los desastres vienen de a tres. (SL #1)
RomanceSAGA LOMBARDI #1 Las historias están conectadas pero no es necesario leerlas en orden para entender. Ángelo Lombardi, frío, calculador, compulsivo del orden. Daphne Lennox, sarcástica, impulsiva, la palabra orden y Daphne han estado peleadas toda...