Ángelo.
La noche de casino con Daphne fue más increíble de lo que pude imaginar. Saber tan abiertamente, que ella sentía exactamente lo mismo por mí, fue una de las mejores sensaciones que pude haber experimentado, tanto como para aterrarme.
—¿Qué hay de malo en eso? —inquiere Franco—. Debería alegrarte, ¿o no?
—Y lo hace —objeto—. Pero por alguna razón presiento que esto va a salir mal, muy mal.
Mi amigo resopla.
—¿Por qué comienzas a ponerte pesimista? —inquiere—. El hecho de que haya salido mal una vez, no es motivo para que pienses que saldrá mal ahora.
No respondo, Franco camina hasta colocarse en el sillón que está justo delante de mí.
—Escucha, Ángelo. Fue verdaderamente jodido lo que pasó con Renata, en serio, y entiendo completamente que tengas tus dudas al respecto, pero amigo, ya van cinco años desde eso, no puedes dejar ir una excelente oportunidad como lo es Daphne, ella es todo lo que necesitas.
—Lo sé, Franco, y es por eso que me da tanto miedo echarlo todo a perder. Escucharla decir que me quiere, fue sensacional, pero al mismo tiempo tan aterrador. Porque no quiero joderlo, no quiero arruinar las cosas.
—De acuerdo, primero ¿por qué piensas que vas a echar las cosas a perder? Amigo, dijo que te quiere, en tú lugar yo estaría brincando y gritando como loco, no pensando si voy a joderlo o no.
Resoplo, incorporándome del sillón al tiempo que paso una de mis manos por mi cabello.
—Daphne no es Renata, tú mismo me lo dijiste —me recuerda—. Son tan diferentes y lo sabes, Ángelo. Así que hazme el favor de dejar de pensar que vas a arruinarlo todo y, por el contrario, arriésgate por la chica.
—Creo que eso es lo que vengo haciendo desde que la conocí —admito.
—Ella sabe que en dos días llega Jacob, ¿no es cierto?
—Lo sabe, y ha sido tan comprensiva con todo. Franco ella es tan increíble que realmente no quiero arruinarlo.
—Entonces no lo hagas, haz todo lo mejor posible, es mejor intentarlo y si no funciona, al menos sabrás que diste todo de ti para que resultara. Sabrás que al menos lo intentaste.
—¿Desde cuándo das tan buenos consejos? —inquiero con una sonrisa tirando de mis labios.
—Desde siempre, es solo que nunca pones atención —objeta con un fingido gesto de indignación.
Nuestra conversación se ve interrumpida por la entrada de Bella, quien parece demasiado entusiasmada de haber vuelto del colegio. Antonella viene detrás de ella y luego aparece Daphne con Lía en brazos.
—Hola —saluda tan pronto cruza por nuestro lado.
—Hola —respondo con una leve sonrisa—. ¿Qué tal el último día de escuela?
—¡Bien! —exclama Bella—. ¿A dónde iremos de vacaciones?
Daphne y yo compartimos una mirada.
—¿Quieres ir de vacaciones?
—Nuestros padres nos llevaban de vacaciones —informa Antonella mirando su hermana—. Un sitio distinto cada año.
—¡Vimos la torre que se cae! —ninguno puede retener la risa cuando Bella utiliza una curiosa referencia para hablar de la Torre de Pisa.
—Oh, eso es genial —aseguro—. Bueno, puede que cuando vuelva podamos organizar algo en familia, ¿te parece?
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Los desastres vienen de a tres. (SL #1)
Roman d'amourSAGA LOMBARDI #1 Las historias están conectadas pero no es necesario leerlas en orden para entender. Ángelo Lombardi, frío, calculador, compulsivo del orden. Daphne Lennox, sarcástica, impulsiva, la palabra orden y Daphne han estado peleadas toda...