Capítulo 12

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A Yü le parecía raro todo esto de cerrar las ventanas de la casa con seguro, pues era exactamente lo que Mikaela le había dicho que hiciera y que su padre Shinya más bien quien acapto esta orden sin si quiera haber sido dirigidas a él, fue la persona que había hecho esa acción y esa excusa de que era porque hacía mucho frío estos días no se lo iba a tragar.

Algo olía muy mal y como el ojí-esmeralda era muy curioso, averiguaria que se traía entre manos sus padres, aunque de hecho Guren parecia ser el más normal, pues él trabaja con la policía y puede que sólo haya estado paranoico y preocupado sobre este asesino serial que se apareció de un día a otro y temía de que su familia saliéra herida o se viera involucrada por el simple hecho de que el lunático suelto se diera cuenta de que éste buscaba pistas para atraparlo, así que lo más obvio es que buscaría su debilidad para evitar su atrapada y si, puede que el azabache viera muchas series y películas policiales junto a su padre como para pensar de esa manera.

Suspiro cuando luego pensó en su vecino y no evitó en echar unas ojeadas en dirección a la vieja casita en la que vivía. Quien sabe si aún seguía ahí o se habría ido, las luces estaban apagadas como siempre y sería mentira si dijera que no estaba preocupado y si, es muy rápido sentir estos sentimientos de preocupación como si ya se conocieran de toda la vida si hace tan solo unas semanas fue que lograron entrar en confianza porque ya se sabía su secreto, patrañas. Le faltaba indagar más, pero queria darle su tiempo o pensaba que lo hostigaria con su insistencia.

Miró el techo de su habitación, echado en su cama boca arriba con los pies bien estirados y su mano tomando la otra encima de su estómago. Mordió una de sus mejillas frustrado por el hecho de no poder hacer nada, él odiaba no poder ayudar a sus amigos, no poder aportar ni si quiera una grano de arroz y eso también le provocaba ansiedad, razón del porque aún no estaba durmiendo, ya era demasiado tarde. Probablemente había pasado ya tres horas desde que vio a Shinya cerrar las ventanas.

Nock nock. Escucho a un lado, fueron los nudillos en el vidrio de su ventana que estaba alado de la cama. Yüichiro se sentó de un brinco viendo de quien se trataba y cuando lo vio se bajó de su cama y se echo para atrás hasta tocar la pared del otro lado de su habitación. Vio mover los labios del contrario, como si le dijeran algo, pero no podía escucharlo bien debido a que la ventana estaba cerrada. Entonces el otro chico lo noto y resoplo en el vidrio para dejarlo empañado y luego  escribír un "Puedes abrir la ventana, ¿por favor?" Pará luego desaparecer en el mismo cristal.

Sin quitarle un ojo de encima al chico que estaba fuera; se acercó dubitativo a la mesita que tenía a un costado de la cama y de ahí sacó un cuadernillo. ¿Abrirle la ventana? ¿Acaso le veía cara de estúpido? No lo era tanto como para hacerlo así como así, no lo conocía. Además, esa cabellera no le transmitía confianza, porque el rubio le había advertido de alguien como él.

Tomó después un lápiz y escribió sobre ella "No pienso abrirte la ventana, trata de entrar y gritare" Y lo acerco al ventanal para que el otro lo leyera. Solo pudo ver la expresión burlona del chico quien solo pudo entender sin haberlo escuchado un "Oooh" de su parte.

Entonces sólo bajó del árbol y se alejo de su vivienda. Yü se desplomó en el suelo, sentía sus piernas temblar, no tanto por el miedo, él no era cobarde, pero si por los nervios de solo pensar sí hubiera entrado a la fuerza y no tuviera la fuerza suficientes para defenderse, también habría puesto en peligro a sus padres, desconocía de los vampiros en su totalidad ¿Eran muy fuertes? No lo sabía, pero si vio que el rubio era muy rápido al correr —claro, sin exagerar, solo mostraba que tenía mucha resistencia— y podía trepar árboles altos, entonces ¿Por qué no?

Tomó su cobija y una almohada, ni loco pensaba dormir en su habitación y que volviera y está vez decidiera entrar sin pedir permiso como al principio. Pará no preocupar a sus papás; se echó fue en el mueble y ahí pudo reconciliar nuevamente el sueño.

𝙫𝙖𝙢𝙥𝙮𝙧𝙪𝙨; 𝙢𝙞𝙠𝙖𝙮𝙪𝙪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora