𝙫𝙖𝙢𝙥𝙮𝙧𝙪𝙨; 𝙢𝙞𝙠𝙖𝙮𝙪𝙪

Capítulo 13

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Cuando el moreno llegó a su zona se dirigió a la casa del rubio para contarle lo sucedido; que uno de los que le estaban buscando se encontraba en su universidad haciéndose pasar por una persona normal. Tocó muchas veces la puerta, pero nadie respondía. Se dirigió al patio trasero y no había ni un alma, asi que se metio por la puerta trasera donde sabía que no tenía seguro, pues era obvio, porque la vio entre abierta. Entró mirando en los alrededores oscuros, solo quería asegurar si él estaba ahí y solo se hacía que no, con el objetivo de evitar que Yü no se involucrará aún más de lo que estaba, pero nada, no había nada, la mitad de las cosas que solían estar en aquella casa no estaban. ¿Ya se habría ido? ¿A donde?

Bufo regresando hacia afuera y hecho un vistazo a su casa, sus padres aún no habían llegado, pues las luces de ésta estaban apagadas, así que fue a la casa de Crowley para resguardarse ahí, aunque no veía nada sospechoso en la calle, así que ese vampiro que había querido entrar en la noche sin su permiso no había venido a buscarlo. Sin embargo era mejor estar acompañado a esperar el regreso de sus apoderados que arriesgarse. Tocó unas cuantas veces y el oji-azul se asomó.

—Ichinose, ¿sucede algo? —preguntó mirándo las esquinas de la calle, le parecía extraño su visita.

—Me olvide mi llave y mis padres aún no llegan, no se si usted... ¿Me dejaría quedarme en su casa hasta que vuelvan?

Asintió dándole espacio para que entrase—. Dudo que realmente las llaves se te hayan olvidado, ¿no crees que es muy temprano para salir de la universidad? —Yü palideceo y el de cabellos largos atada en trenzas rió—. No le diré a tus padres, no te asustes. Dime la verdad de porqué andas aquí.

—No me creería de todas maneras —se encogió de hombros —. Por favor deje que me quede hasta que regresen.

Asintió—Bien, no insistiré. ¿Cuanto falta para que regresen tus padres?

—No mucho —respondió mirando la hora en su teléfono que había sacado del bolsillo de su chaqueta.

[...]

Había pasado unas cuantas horas desde que esperaba en aquella casa y había conocido los dos hijos del dueño, eran unos revoltosos y curiosos niños, ya que no habían dejado de preguntarle cosas, incluso sobre cómo conoció a Mikaela, lo habían visto ir a la casa de éste anteriormente, y ellos habían intentado acercarse anteriormente al rubio, pero los asustaba para que dejaran de insistir, el moreno se había reído sobre las cosas que le contaban.

Cuando lo dejaron tranquilo aprovecho para hacer sus tareas que tenía en su mochila por ahora, habrá una pelea entre vampiros cerca o lejos de su calle, pero el no descuidaria el estudio, después de todo el oji-zafiro le dijo que no se metiera más.

Poco después se quedó dormido en el mueble de la sala de los Eusford, pero también fue interrumpido de su siesta cuando el mayor le daba pequeños empujones en sus hombros.

—Ichinose, tus padres ya regresaron y te andan buscando.

Yü despertó desorientado, limpiando se la baba que colgaba en la comisura de su labio, se limpio y tomó su mochila dirigiendose a la salida soñoliento, para después encontrar a Shinya con una cara de.. ¿Preocupado? Era raro, porque conociendo a su papá en vez de mirarle de esa manera le hubiera jalado de las orejas por haberse escapado de la universidad –estaba claro que el director no habría tardado en llamarlos en todo caso–, pero al parecer ese no era el caso.

—Gracias por cuidarlo, Crowley —hizo una pequeña reverencia y tomó a su hijo arrastrandolo consigo a la casa y una vez dentro dijo:—Empieza a empacar, nos vamos a la casa de los abuelos mañana en la mañana.