Capítulo 19

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19;

—¿¡En serio lo mantendrán en el sótano encerrado?! —preguntó alterado y rabiado por la idea descabellada de sus padres.

—Es por tu bien, por el nuestro y los abuelos, Yü. Comprende. Además, casaremos animales para él, para que pueda saciar su hambre.

El azabache suspiro, sintiéndose rendido y cansado por lo que ocurría, todo estaba bien cuando Mika estaba en el granero libremente.

—¿Qué tiene que hacer para que vean que no nos hará nada? ¿No es suficiente con lo que les he dicho? Tenemos meses que nos conocemos y sigo aquí con ustedes, ha venido a nuestra casa en varias ocasiones y nunca nos atacó.

—Lo sé, lo sé. Solo..., dame tiempo, veré que otra opción tengo. Simplemente no puedo arriesgarlo todo, ustedes son lo más importante que tengo en mi vida..

Finalmente suspiro resignado, cruzándose de brazos y mirando la pared de su habitación, dando señal que ya no quería hablar más. Mientras tanto el albino había entendido aquella expresión y se fue de su habitación algo deprimido, se notaba lo molesto y decepcionado que estaba su hijo con él.

Mierda.. Debí verme como un inmaduro, pero no puedo evitarlo, me molesta tanto ver a Mikaela encerrado como si fuese un animal”. Pensó.

Suspiró profundo y se calmo así mismo, pensando en que bajaría al sótano hacerle compañía al rubio. Tal vez bajaría consigo cosas entretenidas la cual el vampiro podría matar su tiempo hasta que las aguas se calmasen.

—¡Hey! ¿Cómo estas? —bajaba por las escaleras con  una sonrisa, un intento de poder animar al vampiro, pero esté lo ignoro —. Ejem, bueno, traje algunas cosas para que te entretengas —mencionó acercándose al lugar donde se encontraba el oji-zafiro.

Le mostró unos libros y comics y al mismo tiempo tomaba asiento en el colchón a su lado.

—No sabía cuál de los dos te gustaría, así que traje ambos. En mi gusto personal, prefiero los cómics. Se que con las manos posadas no podrás darle vuelta a la página, ¡pero no te preocupes! Lo haré por ti.

—Sabes que si me mantienen atado, podrían a ustedes atacarlos los otros—habló finalmente.

Yü suspiró ante el comentario.

—Lo sé.., pero no quieren escucharme. Aun así seguiré intentándolo —respondió, bajando su cabeza, signo de que se sentía mal y culpable por lo que le sucedía. Sin embargo; al menos intentaría mantener a Mikaela libre —. ¿Sabes qué? Tomaré las llaves de papá para desposarte. Eso al menos.. ¿Ayuda en algo? Solo debes actuar qué sigues esposado cuando vengan aqui o.. irte.

—Bien, ¿y como se las quitarás? —preguntó no muy confiado de la idea.

—Es pan comido, creé en mi.

[...]

Y no mentía, esa misma noche cuando todos dormían, Yüichiro se dirigió a la habitación donde sus padres dormían y una vez estando frente a la puerta, la abrió con mucho cuidado de no emitir algún sonido que esta podria causar por la vieja madera. Y bueno, siendo sinceros, no todo en esta vida seria tan simple y fácil realmente. Había pensado que las llaves las tendría en la mesa de noche, encima o en algún cajón, pero no lo encontraba en ninguna parte, hasta que vio a sus dos papás removiendose en la cama y eso lo hizo entrar en pánico, pero pronto su corazón volvió al pulso normal. Solo se habían movido para acomodarse y pudo visualizar en el cuello de Shinya un collar y en ella colgaba una llave. Se mordió el labio frustrado y suspiró con pesadez. De alguna u otra manera tenía que conseguir esa llave.

Se acercó sigilosamente y observó detalladamente e imagino, como podría quitárselo sin que despertará y como no era él tampoco de pensar mucho las cosas, simplemente lo arriesgo todo, acercando sus manos suavemente al cuello contrario, buscando el lugar donde desenganchar la cadena. En ese momento el albino se removió y Yü se paralizó, hasta que nuevamente siguió durmiendo, volviendo a intentar lo anterior hasta obtenerlo finalmente y jalarlo con suavedad del cuello de su padre. Ta pronto la llave se encontraba en sus manos salió de la habitación para dirigirse al sótano.

—¡Mika! ¡Lo obtuve! —exclamó bajando por las escaleras con una sonrisa, el cual fue devuelta con misma euforia.

—Bien hecho, pero baja un poco la voz.

Asintió y fue rápido a desposarlo. Esté finalmente pudo librarse, sintiendo cosquillas en sus manos después de no haberla movido durante un tiempo.

En ese mismo momento Yüichiro tenía planeado esconder a Mikaela en otro sitio, pero antes de si quiera poder salir por la puerta las luces del sótano fueron encendidas, dejando a ambos paralizados con el pie sobre un escalón, mirando asustadizos al peliplateado.

—Si. Imagine que tratarías de quitarme las llaves, pero te sentí entrar a la habitación, así que ya lo sabía.

El azabache trago fuerte para luego sonreír nervioso y apenado, realmente no podría engañar ni pasar de desapercibido con su padre, despues de todo el perteneció alguna vez al ejército y tenía los sentidos bien agudizados. Pronto se reincorporó, regresando su confianza en sí mismo, puesto que no iba a permitir que volvieran a posar a su amigo como si fuera un vil ladrón o asesino, pero su padre noto ese semblante de terquedad en él.

—Tranquilo, no lo amarraré ni nada por el estilo.., ya no —esto último lo afirmó con un suspiro —. Le daré una oportunidad, pero sabes que tan pronto alguien lo descubra o haga algo malo se irá y lo sabes —Yü asintió con una sonrisa —. Se quedará en la otra habitación de invitados.

[...]

—Asi que Mikaela sigue vivo. Ja, esa rata asustadiza, pensé que moriría de hambre, se las ha apañado para mantenerse con vida sin sangre humana. ¿Me dices que sigue viviendo en aquella vieja casa? ¿Lacus?

—No en la misma casa, pero esta viviendo cerca de ella, con los humanos, pero hace unos días no lo he vuelto a ver por ahí.

—¿Qué hay de aquel humano que ha estado cerca de él?

—Trate de seguirlo, pero...

—¿Pero?

—Me ha visto.... —confesó con temor, mirando la zuela de sus zapatos, para después echar un brinco al escuchar el vaso de vidrio romper y ver recorrer un líquido espeso y rojo sobre el suelo —. ¡Pero he descubierto que es el hijo de los Higari!

—Asi que has permitido que te vea. No puedo creer que sigas cometiendo errores en tus misiones, ¡y ahora me dices que era el hijo de un Higari y aun así has dejado que te vea! Shahal, llévalo a la torre.

—¿A la torre?.. ¡Espere! —suplico tna pronto sus brazos fueron tomados por el rubio —, ¡Señor Ferid, por favor, se lo suplico, no volverá a pasar! ¡Rene, ayúdame!

El pelinegro quien fue llamado ni si quiera se digno en verle a la cara, pero en su rostro se notaba la pena que sentía por él.

Una vez que se llevaron al pelimorado el peliblanco se acercó al  vampiro llamado Rene.

—Te encomandaré una misión y espero no lo heches a perder. Tráeme a Mikaela Tepes y al humano, él pequeño corderito podría ayudarnos a deshacernos de Shinya Higari.

—Si, señor...

Autor; chica rara.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2023 ⏰

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𝙫𝙖𝙢𝙥𝙮𝙧𝙪𝙨; 𝙢𝙞𝙠𝙖𝙮𝙪𝙪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora