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Phani salió al aire frío de la tarde de febrero, contenta de estar usando la ropa que le había dado Daniel pero odiando no tener lentes de sol, su teléfono la alertó de que el Uber estaba a la vuelta de la esquina, pero luego escuchó la puerta de un estacionamiento abriéndose, seguida por el sonido de un motor de automóvil Phani miró a su izquierda y luego vio como un McLaren 720S negro salía a la calle y se alejaba a toda velocidad, lo recordaba, lo que anoche en su borrachera ni siquiera había prestado atención al coche al que se había subido, y en el momento justo, un mercedes 2019 se detuvo junto a la acera, su Uber.

"Odio estar aquí", murmuró Phani para sí misma, y luego se subió al auto y dejó que
la llevara a casa.

Phani vivía en un edificio de apartamentos de gran altura en las afueras de Mónaco para ser especifica en Menton, Francia, y aun es estudiante en la Universidad Internacional de Mónaco.
El viaje en transporte público es de 30 minutos no le molestaba, siempre y cuando tuviera una educación decente. Había pensado en mudarse más cerca de la universidad, pero eso era mantenerla cerca de sus papás y no era que le molestara el tema solo que desde hace ya unos años ella había tomado totalmente las riendas de su vida, logrando todo por si sola y no dependiendo absolutamente de nadie y eso le hacía sentir muy orgullosa.

El apartamento de Phani estaba en el piso cinco cuando entró, estaba inmediatamente en la pequeña cocina con tres gabinetes, una estufa, un fregadero grande y un refrigerador de tamaño mediano, todo en una fila. A la derecha estaba su baño con su ducha abierta que humedecía toda la pequeña habitación, y fuera de la cocina estaba su dormitorio, donde tenía una mesita para dos o tres personas donde podía comer con los invitados, así como un escritorio, su cama y una cómoda, el pequeño armario contra una pared. Después de todo, ella era solo una persona, entonces, ¿para qué necesitaba un gran espacio? Esto era perfecto para sus necesidades.

¡Oh, ahí estás! -dijo- agachándose y pasando ambas manos suavemente por el pelaje de Ofelia; Ofelia era su gato negro y blanco de pelo corto, de solo un año ella lo había rescatado cuando era una gatita recién nacida que maullaba en busca de comida y refugio en el callejón detrás de su
apartamento Phani le había traído algo de comida una vez, y la segunda vez que regresó para darle de comer, ella se frotó la pierna y la siguió hacia las puertas del edificio Phani la había ahuyentado, pero la tercera vez que había regresado con más comida, Ofelia maulló y se abalanzó sobre los cordones de los zapatos de ella, golpeándolos y rodando impotente así fue como en ese momento Ofelia había decidido adoptar a Phani como su dueña y ella había decidido en ese mismo momento recogerla y llevarla a su apartamento.

"¿Has estado bien?" preguntó a Ofelia retóricamente Ofelia se agachó y luego saltó sobre el escritorio de Phani cuando esta se acercó para acariciarla de nuevo. Inmediatamente se estremeció y comenzó a golpear la manga de la polera, dando un brinco e intentando agarrarlo mientras
Phani se reía entre dientes, Detente, es solo una polera te he dado como tres de las mías para que las destruyas.

Entonces el teléfono vibró y comprobó: Jess.

"Hola Jess", dijo con cansancio.

"¿Estás en tu casa?" Preguntó. "Lando está en el trabajo y no regresara y nos preguntamos Jenn y yo ¿Dónde estás? porque tenemos mucho que contar... dijeron ambas envueltas en risa
- ¡Oh! pequeña zorra -dijo Phani- ¡me abandonaste!

En realidad, digamos que lo hice antes de que tú lo hicieras aparte Mick y yo ya queríamos pues salir, sabes -dijo en risa Jenn-

Estoy en casa -les confirmó- Oh, Perfecto...

Bien, déjame levantarme.

Y luego sonó el timbre del apartamento, indicando que Jess y Jenn estaban abajo esperando que abriera, puso los ojos en blanco y colgó, luego entró en su cocina, levantando el interfon para dejarlas pasar, mientras esta iba directamente a la nevera. Todavía tenía dolor de cabeza, así que era hora de un ramen picante. Puso la olla para hervir un poco de agua y agarró un paquete de ramen del gabinete, y luego sonó la puerta principal.

¿Podrías Amarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora