EL PRECIO DE LOKI.

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-¿Por qué regresaste?- cuestionó Thor, sentado sobre su cama, con aire perezoso, mientras contemplaba como Loki se arreglaba frente al espejo.

-¿Y a dónde iba a ir?- murmuró el Jöttun, entornando los ojos para difuminar el khöl bajo sus párpados- Mi pueblo está bajo el dominio Aesir, no sé dónde están mis padres y hermanos... para nada es agradable ir por los nueve mundos con el riesgo de ser capturado y vendido como esclavo nuevamente.

-Y decidiste que lo mejor era volver a ser mi posesión...

-Tuyo no- sonrió, colocando labial color negro en sus labios delgados- Pero pensé que podías darme un empleo como tu consejero... después de todo,  mis lecciones te sirvieron durante la Asamblea de los Mundos...

-Sería raro que mi consejero sea precisamente un gigante de hielo.

-¿Por qué? El consejero de tu padre, el noble Odín, es un Elfo oscuro... y son inseparables.

-Sí, pero mi padre no se acuesta con él...

-En primer lugar, eso no lo sabemos con certeza- afirmó Loki, acercándose al rubio, sentándose de espaldas y levantando su cabello- ¿Me ayudas a cerrar mi collar?

Thor se apresuró a colocar la joya de oro alrededor de su cuello, el perfume de sándalo y vainilla llegó a su nariz y aspiró con deleite... "¿Y en segundo lugar?" Preguntó, con voz grave, mientras pasaba su lengua por la sedosa piel celeste, depositando suaves besos en el negro cabello, hasta llegar a los graciosos y anillados cuernos, adornados con aros dorados y prosiguiendo sus caricias en las aterciopeladas astas.

-En segundo lugar...- gimió Loki, disfrutando la placentera atención- En segundo lugar... no sería tu esclavo... ¡Olvídate! Pero si estaría a tu servicio... y en tu cama... El beneficio es mutuo...

Thor continuó estimulando su cornamenta, y elevando el calor de sus caricias. Con sus manos dispuestas, recorrió el pecho del pelinegro, el abdomen firme y los muslos torneados, con la clara intención de avanzar firme a la entrepierna...

-Abre...- ordenó, intentando abarcar la intimidad palpitante primero por encima y después por abajo del apretado pantalón- Abre para mí...

-Vas a estropear mi arreglo...- se quejó Loki, pero obedeciendo y desatando el nudo del cordón con que cerraba su ropa- Y tu padre te espera... me lo dijiste...

-Estaré a tiempo- replicó el rubio, usando su fuerza para cambiar la posición del otro y colocarse entre las largas piernas. Con habilidad y sin disimular sus ganas, desabrochó el pantalón, metió la mano y extrajo el hermoso y celeste miembro que comenzaba a animarse pese a las protestas de su dueño. Admiró su tamaño y cada uno de sus detalles, repasó lentamente su contorno, primero con la punta de los dedos y después con la lengua... de esa manera se aseguró de darle a su dueño, todo el placer a su alcance- Bellísima.

Loki gimió prometedoramente, que importancia tenía si su maquillaje se arruinaba, ser adorado por el hombre más deseado de los Mundos era mucho mejor. Y cuando comenzó a ser devorado, cerró los ojos y se dejó llevar... estaba dentro de la boca de Thor, sentía la fuerza con la que succionaba, percibía la lengua ansiosa recorriendo cada surco, delineando las venas inflamadas, estimulando sus líquidos cuando se aventuraba en la fosa navicular... igual chupaba fuerte y con rapidez, que intentaba engullirlo hasta el tope, que no era proeza sencilla,  porque Loki era también grande y suculento.

Pero se notaba lo mucho que Thor disfrutaba, porque el hambre no se le iba. Soltaba el precioso cetro para bajar y chupetear también la bolsa del escroto, y su mano no descansaba masturbándolo sin compasión... de cuando en cuando buscaba hacer contacto visual con el Jöttun y ambos se sonreían,  complacidos y felices con aquella especie de alianza recién pactada...

EN DEFENSA DEL AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora