ARIÉH

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Thor tomó de la mano a su recién desposado y definitivo esposo, se arrodillaron para finalizar su ceremonia en dos espléndidos almohadones de teciopelo rojo, bordados en oro, y vestidas con túnicas doradas también, las Reinas Frigga y Farbauti se acercaron para bendecir a la pareja, colocaron una corona de flores blancas sobre las cabezas de sus hijos, e iniciaron una procesión festiva, encabezada por bailarines Jötnar, que giraban y saltaban al ritmo de las percusiones, mientras muchachas de Asgard arrojaban pétalos de flores y perfumes a los invitados, que aplaudían el paso de las Reinas, avanzando hacia la alcoba nupcial, señalando el camino a los felices novios, que con las manos todavía entrelazadas, agradecían las muestras de cariño con leves inclinaciones y sonrisas plenas de dicha y amor.

La costumbre consistía en acompañar a la pareja hasta la puerta de su alcoba, ellos se entregarían a la unión íntima y el resto de las personas podría seguir con la celebración. Las familias y los invitados bailarían, cantarían y brindarían por tres días consecutivos, los mismos en los que los recién casados no se asomarían para nada, así demostraban su deseo y su compromiso el uno con el otro. Odín y Laufey esperaban, además, que aquel festín de amor dejara como consecuencia, a otro hijo en camino, pues ambos deseaban muchos nietos a su alrededor.

Dentro, ajeno al bullicio de la fiesta, Loki se tomó tiempo para admirar la amplitud y comodidad de los muebles. La alcoba era presidida por una cama enorme, llena de pieles suaves y almohadones bordados con las iniciales de los dos, dos divanes frente a la chimenea y una enorme tina de agua tibia perfumada, encontró un guardarropa completo, con velos y adornos, y una mesa llena de fruta fresca, viandas y vino. Nada les faltaría durante el tiempo que pasaran a solas.

-Ya veo que se espera que dance para mi amado esposo...- murmuró, separando un cofre lleno de campanillas de cristal y lazos de brillantes, junto a un atuendo de color escarlata, con él, bailaría para agradar a Thor en algún momento de sus noches nupciales.

Cambió su traje de boda por una túnica translúcida, iridiscente ante la luz de las decenas de velas aromáticas y el fuego del hogar que encendió con un ademán mágico, todo olía a flores y a maderas, y Thor ya lo esperaba vistiendo una túnica igual. Sus cuerpos armoniosos y perfectos podían admirarse sin problema, los poderosos músculos del rubio, el torso amplio, el abdomen esculpido y el magnífico animal entre sus piernas, todavía en reposo... frente a la sedosa piel celeste, con sus tatuajes vivos y las largas y torneadas piernas, un torso largo también, una espalda estilizada y un cuello de cisne, cada milímetro del tesoro de su intimidad... los dos admirándose sin prisas en acudir a rendir culto al tálamo nupcial.

-Agradezco con toda mi alma a los Dioses Antiguos por estar aquí, junto a tí, mi esposo, al que adoro- dijo Thor, preparando una adornada palangana de porcelana con perfumes, pétalos de rosas y una tetera de plata con agua caliente- Y para demostrarte, dueño mío, que te pertenezco por completo... voy a lavar tus pies... siéntate...- le indicó al otro, mostrándole una poltrona preparada para esa ceremonia. Tomó el pie descalzo de Loki y suavemente, vertió el liquido, mientras lo frotaba y realizaba una oración- Abro mi corazón en este acto de humildad, porque esta noche, pido a lo eterno me permita hacer a este hombre feliz... amarlo y protegerlo, ser un buen padre para nuestros hijos... nunca darle un motivo de queja, jamás causarle una aflicción y hacer con él la vida entera... porque lo amo, porque es la luz de mi vida, y el motivo de mi existir.

Loki estaba sollozando, las bellas palabras de su marido resonaron muy fuerte dentro de su pecho, acarició con dulzura la rubia testa y pasó sus dedos lentamente por la frente varonil, por su nariz y sus labios, repasando su perfil.

-Y yo, cariño mío, me entrego a tí... en cuerpo, en alma, en mente y corazón... porque mi amor te ha elegido, porque mi sangre toda la vertería por tu bien, porque cada respiración mía lleva mi juramento de amor, respeto y fidelidad por toda la eternidad...

EN DEFENSA DEL AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora