EN DEFENSA DEL AMOR.

LOS TELARES DEL DESTINO

Peter no podía creer lo que estaba escuchando, cada palabra era contundente y directa, cada frase le rompía el corazón. Sus límpidos ojos de avellana brillaban con lágrimas contenidas, sus labios temblaban y el alma parecía que se le escaparía del cuerpo... pero ahí estaban, los tres en la amplia sala de una de tantas mansiones de Tony Stark... guardando silencio, roto tan solo por el crepitar pausado de la enorme chimenea y la voz triste del millonario.

-Y... ¿Los dos están de acuerdo?- preguntó, mirando al Capitán América, cabizbajo y con las manos entrelazadas, sin ocultar su tristeza- ¿Papá Steve?

-Lo pensamos mucho, Peter... creemos que es lo mejor para los tres... Desistimos de la adopción y te dejamos en entera libertad para que sigas adelante con tu vida- continuó Tony, también triste, pero con el aplomo y seguridad de su personalidad única- Después de todo, dentro de seis meses cumples dieciocho, serás mayor de edad.

-Papá Steve- insistió el muchacho- ¿No tienes nada que decir...?

-Apoyo completamente a Tony- respondió el soldado, sin hacer contacto visual con el adolescente- Los dos te amamos mucho, pero hemos fallado como padres. Por años estuvimos peleando egoístamente, mirando solo nuestra conveniencia y no la tuya... nuestras acciones te arrojaron a los brazos de ese hombre, el que no ha sabido respetarte, ni darte tu lugar... pero finalmente entendemos que estar con él, es tu decisión y no nuestra...

-Y como no vamos a estar de acuerdo nunca, preferimos darte la libertad- interrumpió el castaño, haciendo chasquear su lengua- Puedes ir a vivir con él, puedes acostarte con él y no será necesario guardar videos vulgares de su intimidad para recordarlo o para apagar tu fuego. Mereces algo mejor, querido Peter, pero es tu elección...

-Pero yo...

-No, no... no nos des las gracias- concluyó Ironman, moviéndose hacia la salida, dando por terminada su charla- por cierto, no estás desamparado. Tus estudios están ya pagados, todo lo relativo a la universidad corre por nuestra cuenta, todas tus otras necesidades, supongo que tu... "pareja" podrá solventarlo. Puedes dejar los trajes, el teléfono y las tarjetas de acceso en la mesita, VIERNES borrará tus datos biométricos esta noche.

Y así, como si nada, Tony Stark echaba de su vida a Peter Parker, el hijo que había soñado y por el que tanto había peleado. Steve lo recibió en los brazos, acarició la melena castaña y besó su frente... era un momento verdaderamente triste y difícil...

-Lo decepcioné mucho... -murmuró Peter, mirando hacia la puerta con ojos llorosos- Ahora sé que lastimé su orgullo, y que jamás va a perdonarme.

-No, Peter...no lo decepcionaste, a ninguno de los dos... solo es que no queremos equivocarnos nuevamente. Gracias a las entrevistas y discusiones sobre tu adopción, arreglamos nuestras diferencias, nuestro amor resurge y es más firme que nunca... los dos te amamos, mucho, pero eres practicamente un adulto y tienes derecho a elegir tu vida.

-Wade es un buen hombre. Sé que es extravagante al actuar, al hablar, y su apariencia no es quizá la más convencional... pero ustedes no se dieron el tiempo suficiente para conocerlo. Además él y yo...

-Es un buen hombre puesto que tú lo dices- interrumpió Rogers- Pero no creemos que sea el hombre que Peter Parker necesita a su lado. No le guardes rencor a Tony... ha sufrido mucho... y le duele intensamente no tenerte. Pero quizá mañana, pasado mañana, dentro de un mes... él comprenderá que tú lo amas y volveremos a vernos, quizá sea distinto... Tony no te niega su apoyo con los gastos de la Universidad, tampoco yo... mi sueldo como militar retirado no es mucho, pero te servirá de algo para mudarte y acomodarte a tu nueva vida.

Rogers dejó en la diestra del muchacho todo el dinero que encontró en su cartera, luego caminó en busca de su compañero. Los dos se necesitaban mucho esa noche. Peter dejó los billetes sobre la mesita, también la tarjeta de los Vengadores y el brazalete que le daba acceso a todas las instalaciones... no quería nada material. Su intención era volver a ver a sus padres adoptivos y darles las buenas noticias, pero el rumbo que tomó la conversación al instante, le cerró la puerta para compartir su felicidad.