Manada de Hielo ⚜Remus y tu⚜ [Cancelada]

25: No esperada noticia.

Narra ___:

- Despierta - oí a alguien decir - Despierta - no hice caso a la voz y al parecer paro - QUE DESPIERTES JODER - una almohada acabo en mi cara.

- No era necesario tirarme un almohada Sirius - le dije y se la lance en la cara.

- Vamos que ya casi va ha cerrar el desayuno - Dijo Peter.

- Ya voy - me levante y les mire - Me tengo que cambiar, adiós - se fueron todos rojos menos Sirius que estaba normal pero también salio.

Me cambie rápido y me peine un poco. Agarre mi varita que estaba en la cama tirada y salí de mi habitación, al parecer las chicas con la que comparto dormitorio ya se habían ido. Baje las escaleras y allí estaban esperándome.

- Al fin tengo hambre - dijo James.

- Espero que haya chocolate. - dijo Remus

- Habrá chocolate - afirmé.

- ¿Que haremos hoy? - pregunto Sirius.

- No lo sabemos - contesto James - ¿Tu no tenías una cita? - dijo mirando a Sirius.

- Es cierto, con la ravenclaw. Lo siento chicos hoy no puedo hacer nada.

- Yo tengo que ir a una recuperación - dijo Peter.

- Seguro que te sale bien - le anime.

- Yo, ehhhh - pensaba James - He quedado con alguien. - dijo inseguro.

- ¿Quién? - pregunto Sirius.

- Nadie - contesto rápido y se fue.

- Eso no tiene sentido - dijo Sirius y le siguió.

Mire atrás y Peter tampoco estaba.

- ¿Tienes algo que hacer? - me pregunto Remus.

-Si, hoy voy a estar con alguien. - dije y vi como su cara se entristecía.

- Entiendo - dijo mirando al suelo.

- Voy a ir con él a leer en un árbol - mire el Libro que tenía en las manos - Creo que él se leerá Mujercitas. - levantó la mirada y miro su libro, era el que había nombrado.

- Yo también he quedado con una chica - dijo ya sonriendo - También vamos a leer y no sé qué libro se llevará.

- Puede que el principito - dije.

- Si, puede - dijo con su sonrisa.

- Entonces cuando acaben las clases iremos a leer. - dije y empezamos a andar.

No hablábamos pero no era incómodo. Vimos como Minnie venía preocupada hacia nosotros.

- ¿Pasa algo Profesora Mcgonaggal? - pregunto Remus

- ___ puede venir conmigo - me dijo.

- Si - dije sin saber lo que pasaba y mire una última vez a Remus para irme.

Andaba rápido, íbamos al despacho del director. Abrió la puerta y ahí de encontraban Lucas y Austin. Me senté en la silla que quedaba y Albus nos miró.

- Siento tener que daros yo la noticia - comenzó a diciendo. - Pero su familia acaba de enviarnos una carta y quería que os lo dijeramos.

- Díganos ya que ha pasado - dijo Lucas.

- Su abuelo Salvador, ha fallecido - note como todo se derrumbaba, ya no quedaba nada, ni nadie - Ha sufrido un infarto. - Note como Austin y Lucas me miraban.

Tenía la vista fija en el suelo, no decía nada.

- ¿___? - dijo Lucas e iba a apoyar su mano en mi hombro pero me levanté.

- Gracias por avisarnos Director - dije sin mirarle y me fui.

Ya no me importaban las clases, no pensaba ir, solo quería pensar. Respirar, no podía respirar. Al salir al patio fui al árbol de siempre y subí arriba.

Me senté y eche la cabeza para atrás, ahora sí acepte todo. Mi abuelo había muerto, y ya no podía hacer nada.

Narra Remus:

Estaba en clase y ___ no venía. Tampoco la vi en la hora de comer, ni en la biblioteca. Salí al patio y vi un pie balanceándose en un árbol. Llegue allí y la vi desde abajo, tenía el libro tapándole la cara y comencé a subir.

Llegue arriba y no me miró, parecía muy concentrada leyendo.

- Hola - dije pero nada, saque un poco de chocolate y lo puse encima del libro para que mirara. - No has venido al comedor, he pensado que tendrías hambre - dije y no lo cogía.

Ya no sabía qué hacer para que hablara, baje un poco su libro. Vi que tenía los ojos rojos, tenía una lágrima en la mejilla.

- ¿Que pasa? ¿Estás bien? - pregunté y le quite la lágrima.

- Mi abuelo a muerto - dijo y me que de estático. Sabía que su abuelo y ella eran muy unidos.

- Lo- intenté decir algo pero me corto.

- No lo sientas, no es culpa tuya, y no quiero que hables de que todo va a mejorar o que saldré de esta. - dijo estresada - Solo quiero pensar. - dijo y vi como se echaba para atrás, suspiró y dejó el libro en una rama de al lado. - Solo, quiero que vuelva, quiero despedirme, - empezó a llorar - que me vuelva a leer a las noches cuando tenía pesadillas. - recogió sus piernas y metió su cabeza. - Y todo esto se lo estoy contando a alguien que ni le importo - dijo y me acerque más a ella.

- Eso es mentira - subio la cabeza para mirarme - Claro que me importas, fuiste la única que me hizo ver que ser un hombre lobo no está tan mal. Me aceptaste en tu familia y fui hasta la otra punta del mundo para verte patinar. - note que se sentía culpable - No me arrepiento ni de lo más mínimo haberte conocido, es más, estoy agradecido.

- ¿Porque eres tan bueno conmigo? - dijo limpiándose las lágrimas.

- Las buenas personas necesitan buenos amigos, - dije para que comprendiera - y yo quiero ser uno.

Alzó sus brazos y se acercó para abrazarme, olía su aroma, era tranquilizante. Cada vez su respiración era más calmada, no se necesitaban palabras solo gestos para saber lo que necesita el otro.

- Yo también quiero ser esa amiga. - dijo y Rei.

- Ya lo eras - dije.

- Tu también - dijo y nos quedamos ahí abrazados por el resto de la tarde.

Me daba igual los deberes que había para mañana. Ahora mismo me daba igual todo. Sólo sentía su corazón latir lentamente. Cuando ya atardecio note que ella se había dormido. Tenía aún los ojos rojos, no sabía cómo bajar del árbol sin despertara la así que saque la varita y bajamos con magia.

La subí a mi espalda y fui hasta la sala común, me encontraría con los chicos pero no me importaba. Al entrar como no hicieron ruido.

- Al fin llegáis - se calló Sirius cuando la vio dormida - ¿Donde a estado el día completo? - me pregunto.

- Fue a tomar el aire porque se sentía mal y se quedó allí. Cuando fui, leímos un poco y vi que se quedó dormida. - dije yo. - va tener que dormir con nosotros, no podemos subirla a su habitación, por las escaleras.

- Pues dormirá en la tuya - dijo James - Peter ocupa toda la cama, no confío en Sirius aún que sean muy amigos - vi la cara de Sirius.

- Perdona pero yo a ella la respeto como a María Magdalena respetaba a Jesús. - dijo Sirius dramático.

- Tu expediente no contribuye - dijo James - Y yo quiero mi cama - dijo terminando de explicar.

- Ya lo tenía algo asumido cuando la vi - dije - sabiendo como sois es normal. - me miraron.

- Uhhhhhh - dijeron todos.

- Silencio que la despertamos - dije enfadado y rieron.

Continuará...