Viento Libre

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Año: 1951

Tumaini es una hermosa ciudad situada en áfrica. Los hogares están construidos del mejor material del todo el mundo, sin embargo, a pesar de las construcciones, se ha respetado gran parte de la flora dejándola crecer junto con toda la fauna. Además, cuentan con la más avanzada tecnología para aquella época.

Habían sucedido extraños sucesos en cuanto a asesinatos que no ha dejado ni una sola pista para encontrar al culpable. El antiguo rey de Tumaini fue asesinado el mismo día en que la antigua guardiana fue también asesinada. Por ello, la ciudad estaba por coronar a su siguiente reina, capaz de proteger y guiar a todos sus ciudadanos. A su vez, su sucesor se convertiría en el guardián de la ciudad tras demostrar su fuerza y coraje en la ceremonia.

Por otro lado, tenemos a tres jóvenes que, además de prepararse para la ceremonia, también se preparaban para su viaje que harían para ir a Cuba y disfrutar del gran evento de mambo que harían.

Un erizo negro de betas rojas estaba ocupado preparando su maleta en compañía de un erizo verde, quien hacia exactamente lo mismo que él.

– ¿Por qué te enfocas más en preparar la maleta que en la ceremonia? – preguntaba el erizo verde cerrando su propia maleta – Sabes lo que significa para ella, Shadow.

– Lo sé. – respondía el moreno – Pero esta es una oportunidad grandiosa. – sonreía – Además, el evento del mambo es mañana y podemos estar en la ceremonia de hoy sin problema alguno.

– Tienes ese punto a favor. – admitía.

– ¿Ya estamos listos? – preguntaba una voz femenina con gran emoción tras entrar a la habitación con la maleta.

– Más que listos. – respondía con la misma emoción el moreno cerrando la maleta – ¿Y tú, Vanny? – se acercaba a ella – ¿Todo preparado?

– Así es. – mostraba una gran sonrisa – ¿Cómo vas tú, Scourge?

– Yo termine hace unos momentos. – mostraba su maleta – ¿Ya debemos ir a la ceremonia?

– Sí, ya es tiempo. – respondía la gata blanca – Venía por ustedes para irnos ya. Shadow, ¿Estás preparado para lo tuyo? – preguntaba mientras le ponía la mano en el hombro.

– Totalmente. – sonreía con seguridad – Todo sea por mi Mama (Mamá).

– Siempre he tenido ese conflicto ¿No sería tu madrastra? – preguntaba el erizo verde.

– No del todo. – respondía – Lo sería si se hubiera casado con mi Baba (Papá). Quien, te recuerdo, también murió hace años. – lo miraba – Y ella ha cuidado de mi toda mi vida, básicamente es mi Mama.

– Y es momento de tenerla como nuestra Malkia (Reina). – sonreía emocionada – Y de tener a nuestro Mlezi (Guardián). – miraba al moreno

– Tengo toda mi esperanza en ti. – comentaba el erizo verde.

– Gracias, chicos. – sonreía mirando a ambos – Es hora de irnos. – mencionaba dando un gran suspiro saliendo de la habitación.

– Se viene lo bueno. – sonreía el erizo verde saliendo junto con la gata – ¿Tus hermanos no van a estar presentes en la ceremonia? – la miraba – Ninguno puede faltar a ceremonias así.

– Se les justifica por estar en una tarea importante. – respondía – Ellos han querido venir, pero les es imposible. Su tarea ha sido demasiado complicada. No han logrado dar con el responsable.