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Caminaban por el bosque mientras platicaban con mucha tranquilidad. Habían ido a comprar algunas cosas para su refugio. Entraron a la cueva, pero el moreno se detuvo.

Miró a la gata y ambos se prepararon por si debían atacar.

Caminaron despacio y en silencio por la cueva hasta llegar a su refugio, sin embargo, bajaron un poco la guardia al encontrarse con dos erizos conocidos.



– ¿Qué hacen aquí? – cuestionaba el moreno con molestia.

– Te dije que era algo duro. – le susurraba el plateado a su amigo.

– Mi nombre es Sonic Maurice. – se presentaba – Él es mi mejor amigo, Silver Parker.

– Un placer. – saludaba con una ligera sonrisa.

– ¿Puedo preguntar por qué viven en una cueva? – miraba el lugar – Nosotros también vivimos aislados de toda la ciudad Green Hill.

– ¿Qué es lo que quieren? – cuestionaba el moreno con más enojo.

– Probablemente les sonará loco – mencionaba el plateado –, pero he tenido el mismo sueño cada noche. Hay alguien que se aproxima y debemos detenerlo. No sé de quién se trate, siempre viste con un traje y marcara negra.



La gata y el moreno se miraron sin decir ni una sola palabra.



– ¿Lo conocen? – preguntaba el azulado tras su reacción.

– ¿Y qué es lo que pretenden con nosotros? – cuestionaba la gata con un gran suspiró mirándolos – ¿Cuál es su intención?

– Que formemos un equipo. – respondía el azulado – Tengo velocidad supersónica. Silver tiene telequinesis. Juntos salvaremos al...

– ¿Qué les hace creer que tenemos poderes como ustedes? – cuestionaba interrumpiendo.



El azulado sacó su reloj y a ambos les mostró los videos que había encontrado en donde sus poderes se revelaban. Ambos se quedaron sin palabras.



– En mi sueño estaba muy presente el viento y el frío. – mencionaba el plateado – Y aquí estamos.

– Creo que ustedes conocen a aquel sujeto. – continuaba el azulado apagando su reloj – No tenemos idea de lo que se aproxima. Pero estamos dispuestos ambos para luchar contra él.

– Escucha. No sabemos de dónde sacaron esos videos – mencionaba la gata –, y tampoco sabemos quiénes son ustedes. ¿Cómo sabemos que podemos confiar?

– Váyanse de aquí. – ordenaba el moreno con gran seriedad.

– Sabemos que es una locura que vengamos solo aquí sin que...

– ¡Váyanse! – ordenó nuevamente con mayor molestia.



Ambos erizos se sintieron intimidados e incómodos que procedieron a salir. El primero en hacerlo fue el plateado, el azulado se detuvo un poco para mirarlos.



– Espero que puedan pensarlo bien. – decía – Creemos que algo grande se acerca y debemos estar preparados.



Sacó una pequeña tarjeta y la dejó. Aquella tarjeta contenía la dirección de su propia casa.

Salió hasta llegar al plateado, este estaba esperándolo mientras miraba una memoria USB.



– Sí que es intimidante. – confesaba el azulado – Creo que no le agradamos.

– Te lo dije. Mira esto. – le entregaba la memoria – Lo encontré justo en el suelo, ¿Crees que sea de ellos?

– Lo dudo. No tiene una computadora. – miraba la memoria – Al menos ya tenemos una nueva. Vámonos a casa.



Mientras tanto...



– No soy el único que lo tiene presente en sus sueños. – decía el moreno sentado en el colchón – Sabía que no era un simple sueño...

– ¿Es posible? – preguntaba la gata mirando a la nada – Él también lo vio...

– Todo coincide. – se puso de pie para llegar con ella – El plan que él tenía era esperar hasta el eclipse de noviembre de este año. – la miraba – Con ello, aumentaría su poder.

– ¿Qué poder tiene?

– Electricidad. – respondía – Bebió uno de los últimos y mejorados antídotos. Siempre me hablaba del eclipse del 2021, tendría su poder en aumento gracias a su energía.



La gata tan solo suspiró pensando en cualquier posibilidad y tan solo miró la tarjeta que se les había dado. 

Viento LibreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora