INSERTED || Neji Hyuga ||

5. Efecto mariposa

- Puede haber sido cualquier cosa. Incluso podrías haberlo imaginado - trató de calmarla Tsunade - Pero por si las dudas, aumentaré la seguridad.

- Podría jurar que vi algo extraño en el bosque - musitó Rina.

- Nadie sabe nuestro secreto - le aseguró la rubia - Ni siquiera Shizune. Y mucho menos Danzo.

- Por lo que sé - Rina levantó su dedo índice - Danzo y Akatsuki tienen varias maneras de averiguar ese tipo de cosas.

- Me aseguré bien de eso, te lo prometo.

- Le creo - contestó ella - Sólo me asusté un poco.

Tenía en sus brazos a Tonton, y lo acariciaba con cariño.

- Ni se te ocurra robar mi chanchito - le advirtió Tsunade y atendió una especie de teléfono que sonaba.

- ¿Si?... Sí... Entiendo... Sí, lo haré... Adiós - colgó con cara de pocos amigos - Viejo de mierda - se quejó.

Rina amaba el carácter de Tsunade.

- ¿Quién era?

- Danzo.

Ella se mordió los labios, algo nerviosa.

- ¿Qué quería?

- Nada que te tenga que preocupar - respondió tajante la Hokage.

Rina se relajó y siguió jugando con Tonton.

- Ah, cierto, me había olvidado de algo importante - dijo la rubia - No acordamos cuál sería tu apellido. Diles que eres una Senju.

   Rina asintió, sintiéndose alagada de llevar su mismo apellido.

- ¿Pero no dudarán de que sea de ese clan?

- No. Diremos que eres sobrina lejana y eres pelirroja por genes del lado de Mito Uzumaki, la esposa de mi abuelo.

- Oh... - a Rina le brillaron los ojos - Genial.

Tsunade miró el reloj.

- Yo que tú me voy a preparar para tu primer día de entrenamiento - le sonrió y le guiñó un ojo.

🌸

- ¡1304, 1305, 1306!...

Rina llegó al lugar de entrenamiento que le habían indicado.

Lo malo es que se había perdido, obviamente. Y había llegado ya cansada y agitada. En el mundo real la gente no tiene el mismo estado físico que un ninja de Konoha.

- 1307...

   Ella los miró a ambos, sensei y alumno, haciendo flexiones con un solo brazo de manera rápida.

"Demonios. Son las 7 de la mañana" pensó quejosa, pues Tsunade la había hecho madrugar a las 6 en punto.

De la nada, se pusieron de pie y comenzaron a bailar un ritmo bastante movido, moviendo los brazos y las caderas.