💫 ESPECIAL DE NAVIDAD: Stardust 💫

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El tercer día, el Día de los Regalos

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El tercer día, el Día de los Regalos. O mejor dicho, el día de estrés para Rina por no saber qué regalar a los demás.

La aldea estaba vestida de blanco gracias a la nieve que caía. Igual de emocionada que muchos aldeanos, Rina se despertó muy temprano al tercer día y se escabulló del edificio del Hokage, con su capa de invierno y su bolsa.

- ¡Buenos días! - la saludaban la gente que recorría también las calles con humor festivo - ¡Feliz día de los regalos!

- ¡Feliz Primera Nevada! - respondía ella con una sonrisa.

   Las tiendas estaban llenas de luces y adornos y habían puestos en donde vendían leche caliente con dulces de miel para desayunar. Rina compró una taza y sopló antes de probar la leche.

- ¡Usted es la sobrina de la Hokage!, ¿verdad? - inquirió el vendedor, mirando alegre a la pelirroja - ¡El vaso de leche es gratis, regalo de mi parte!

   Ella se ahogó un poco y tosió.

- N-no... no, gracias, pero quiero pagarle - refutó ella, sacando monedas de su bolsillo - Tome, acepte mi dinero.

- ¡No, es gratis, es regalo! - insistió el hombre.

   Ella negó con su cabeza y puso las monedas en su mano.

- Tengo dinero de sobra, por favor, acepte.

   El anciano se guardó las monedas y se sacó su gorro de lana, riendo un poco.

- Es igual de terca que su tía - le dijo, divertido - Aunque Lady Tsunade acepta regalos encantada.

   Rina rascó su nuca, nerviosa, y probó el caramelo de miel. Había leído en el diario de Neji que él de pequeño también comía esos caramelos.

- Estos caramelos están ricos, ¿usted los hace?

- Sí, son caseros - respondió el vendedor - Ya sabe, los caramelos de miel son la tradición de la Primera Nevada. Los preparo el primer día junto a mi esposa. Y los que me sobran les regalo a mis nietos.

   Ella sonrió, nostálgica, recordando a su abuelo. Sacó más monedas de su bolsillo y se las dió al hombre.

- Compre más caramelos para sus nietos, de mi parte - le sonrió - Conozco la sensación cuando tus abuelos te regalan algo. Es muy precioso.

   El anciano las tomó y le sonrió amable a ella, luego agarró sus manos entre las suyas y las sacudió despacio.

- Es un gesto lindo de tu parte, gracias - le dijo con unos ojos de repente brillantes - Espero que esta nevada sea muy linda para ti.

   Un calor invadió el corazón de la pelirroja y asintió, conmovida. Terminó de tomar su leche y se levantó del lugar, para seguir recorriendo las calles en busca de algún regalo.

INSERTED || Neji Hyuga ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora