INSERTED || Neji Hyuga ||

27. Esperanza

Rina se quedó congelada en su lugar, mirando a Diluc.

- Pareces estar sorprendida, hmmm - Ros L. Mater estaba sonriendo mientras se pasaba la lengua por los labios - ¿Te sientes engañada?, ¿Traicionada?, ¡Entonces dámelo!

- ¡RINA, TE LO EXPLICARÉ! - exclamó Diluc, desesperado - ¡Te lo iba a contar esta noche, te lo juro!, ¡¡¡Por eso no me puse mis lentes de contacto!!!

- Oh, te engañó - Ros echaba cizaña, parecía que disfrutaba de la situación - ¿Para qué conservar un amigo así?

- ¡No, Rina, por favor, créeme!, ¡Te lo explicaré todo!

Rina seguía clavada en el suelo, mirando al pelirrojo con ojos bien abiertos y una confusión y sorpresa enorme.

- Rina, por favor...

Ros comenzó a entonar una carcajada burlona y macabra.

- Dámelo, y yo te daré a la Hyuga - dijo el payaso con expresión extasiada - Un ojo por un ojo, una pierna por una pierna.

Rina seguía mirando a Diluc, con mil cosas pasando por su cabeza.

Diluc miraba a Rina, implorándole con la mirada.

- ¡DÁMELO!

Ros L. Mater estiró sus dedos hacia Diluc para arrancar sus ojos, y éste no pudo reaccionar a tiempo porque su atención se limitaba a la reacción de Rina.

Rina pegó un salto como un flash y cayó encima de Ros, propinándole un puñetazo muy fuerte, casi arrancándole la cabeza y haciendo volar su galera.

- ¡NO LO TOQUES! - bramó, furiosa.

Ros vociferó una risa aún más fuerte y desaforada, envuelto en la excitación del dolor del golpe.

- Dame a tu amigo - su voz de repente sonó distinta - Es mejOr quE vEnga cOnmigo - sonaba demasiado aguda de un segundo a otro - PARA NO DESPERDICIAR SUS PODERES - vocalizó con un tono muy grave y distorsionado.

- Me deberás matar si quieres tenerlo - lo amenazó ella con una mirada fulminante - Él es mío.

Ros sonrió de oreja a oreja y relamió sus labios. Diluc lo atacó por la espalda de sorpresa pero Ros esquivó a tiempo dando un salto hacia adelante.

Mientras él esquivaba, Rina apretó los puños de la rabia y el rostro de Ros comenzó a prenderse fuego.

Su piel pálida y su maquillaje de payaso se derretían y la sonrisa macabra aún no desaparecía.

- Me van a tener que disculpar - de su boca deforme salían sonidos mezclados con distintas voces - Debo irme.

- ¡NO!, ¡DEVUELVE A NOZOMU HYUGA! - gritó Rina, dando un salto hacia él para agarrarlo.

Antes de esfumarse, le dedicó una sonrisa tétrica mostrando sus dientes que de repente eran como colmillos y Rina cayó al suelo, sin poder detenerlo.

- ¡NOOOOO!

- ¡Tranquila! - Diluc se acercó a ella y la tomó de sus manos - ¡Podemos buscarlo de nuevo!

Ella dirigió su mirada hacia él y lo observó fijamente.

"Ya está. Nunca más confiará en mí" se lamentó él dentro suyo, esperando a que Rina le reprendiera por lo que acababa de enterarse.

Ella levantó su mano y la puso con delicadeza en la mejilla de Diluc.

- ¿Estás bien? - le preguntó con voz cálida de repente.