INSERTED || Neji Hyuga ||

15. Venom

"Cuando te acaricié me dí cuenta que había vivido toda mi vida con las manos vacías."

🌸

   Aquella mañana era más fresca y tranquila que cualquier otra.

   Algunos pájaros recibieron el amanecer con su canto madrugador de siempre, mientras que el equipo Gai iba de camino a su lugar de entrenamiento.

   Rina llegó bostezando y refregando sus ojos con sueño, mientras su largo cabello cereza ondeaba con el viento frío del otoño.

   Sus ojos se encontraron con los lilas del Hyuga, quien también recién llegaba.

- Buen día - le sonrió la pelirroja, a lo que él contestó vagamente.

   Un pétalo del árbol de cerezo cerca de ellos voló y se enredó en el pelo de Neji. Rina se acercó tímida y con delicadez se lo quitó.

   Neji miró un poco incómodo hacia otro lado.

- Lo siento - susurró ella, avergonzada.

- No pasa nada.

- ¿¡Quién está listo para encender la llama de su juventud!? - llegó Gai a animarlos a todos, mientras daba unas volteretas en el aire.

   El entrenamiento estaba siendo bastante duro. "Como siempre" pensó ella.

   Para el mediodía ya estaba muerta del cansancio, y su estómago rugía del hambre.

- Ya vuelvo, polluelos - dijo Gai, antes de retirarse momentáneamente - Tengo que encargarme rápido de algo, no demoraré.

   Todos se sentaron en el suelo para almorzar, excepto Lee, que aún no había terminado sus sentadillas.

- ¡Siiii, hora de almorzar! - el humor de Rina se había iluminado de golpe - ¡Y tengo mí comida favorita! - miró emocionada a su bolsa de almuerzo.

   Al destapar la cajita de madera, sus ojos brillaron.

- ¡TEMPURA!

      Tenten miró sus camarones fritos con un poco de envidia.

- ¡Los hice yo misma! - presumió feliz con una gran sonrisa en su rostro - ¡Vengo esperando este momento desde que me desperté!, ¿Quieren un poco?

   Su alegría y actitud Infantil causó un poco de ternura y gracia a su compañera de pompones en la cabeza, la cual rió un poco al ver a Rina.

   Rina movía su cabeza de un lado a otro, mientras tarareaba.

- Rico, rico, comida deliciosa, ven a mí ~

   Lee ya había terminado sus ejercicios, pero algo lo detenía de ir a comer con los demás. Luego de unos minutos, se acercó totalmente cabizbajo y desanimado.

- ¿Qué te pasa, Lee? - inquirió Tenten, algo preocupada.

   Lee se dejó caer al suelo, agarrando su estómago y comenzó a llorar.

- ¡Me olvidé mí almuerzo!... ¡Y TENGO MUCHO HAMBRE!

   El gruñido de su estómago retumbaba por todo el lugar, mientras sollozaba desconsolado.

- ¿¡Cómo pude haberlo olvidado!?, ¡Mi mamá me había preparado algo riquísimo! - siguió lamentándose.

   Tenten intentó consolarlo, pero él seguía lloriqueando fuerte.