1. de Tokyo a Konoha

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- No estarás aún triste por lo de Neji, ¿O sí? - le preguntó su amigo dándole un codazo amistoso - Ya sabes que sólo es un personaje ficticio, no es real.

Rina suspiró, cansada de obtener siempre los mismos comentarios.

- No te burles ya... Aunque no sea real, su muerte igual me duele.

Fuji era su mejor amigo desde la infancia, moreno, alto y delgado. Ambos sabían todo acerca del otro, y aunque ambos disfrutaban de ver anime, Fuji a veces no podía contenerse de burlarse de la sensibilidad de su amiga, Rina.

La situación era que Rina se había obsesionado con el anime de Naruto, y se había enamorado de un personaje, Neji Hyuga. Y cuando llegó al capítulo donde Neji murió, se sumergió en una depresión muy grande.

Estuvo varios días sin dormir y comiendo apenas, se la pasaba encerrada en su cuarto mirando al techo y a veces derramando unas cuantas lágrimas. Realmente no sabía por qué le dolía tanto algo que, como su amigo bien le recordaba, no era real.

- Anoche soñé con él - le confesó a Fuji - Soñé que no moría, que lo salvaban, y vivía feliz para siempre.

Fuji hizo una pedorreta a modo de burla, a lo que Rina le respondió con una mirada de pocos amigos.

- No te cuento más nada.

- Lo siento, lo siento, es que eres demasiado fantasiosa. Aunque confieso que es tierno que imagines finales felices, después de todo, es mejor que andar llorando, ¿No?

Rina lo empujó con su cadera, haciendo que Fuji chocara contra un poste de la escuela.

Sonó el timbre para entrar a clases.

🌸

   El cielo ya estaba oscuro cuando Rina volvió a casa

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El cielo ya estaba oscuro cuando Rina volvió a casa. Al entrar, se quitó sus zapatos como era costumbre y saludó a sus padres, quienes la esperaban para cenar.

No estaba muy de ánimos, como hace varios días ya, así que apenas tocó la comida.

- Cariño, ¿Qué te sucede? Nunca te vi dejar tanta comida - expresó su madre con preocupación - Siempre sueles devorar el plato.

- Eso es verdad - confirmó el padre con una carcajada - la pequeña Rina come más que nosotros dos juntos.

Ella sonrió un poco a su padre y miró el plato casi lleno.

- Es que... Estoy... Estresada por la escuela - mintió - Si me disculpan, me voy a dormir.

Se levantó y sus padres le dieron las buenas noches.

Entró a su cuarto, el cual estaba iluminado por la luz de la luna de la ventana abierta, y se desplomó en su cama.

Unos ojos lilas inundaron su mente.

INSERTED || Neji Hyuga ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora