Aquí esta el pedido, disculpa la molestia he tenido mucho trabajos de la escuela y eso me impide tener tiempo libre 😞
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Te acurrucaste en las almohadas, acomodándolas para que estuvieras bien apoyada. Subiste el largo de tu falda quitándote las bragas húmedas, tirandolas lejos de ti, volviste acomodarte con la falda hasta tu cintura.
Abriste tus piernas lentamente, tu tierna flor roja e hinchada reclamaba por atención, acariciaste el interior de tus piernas suaves y un escalofrío recorrió por tu espalda. tus dedos alcanzaron el vello áspero entre tus piernas, sentiste que tu respiración comenzaba a volverse superficial e irregular. Deslizando tus dedos entre tus pliegues sentiste tu humedad, rápidamente llevaste la otra mano a tu pecho, tu blusa totalmente desabotonada deja ver tus pezones erectos, acariciaste el derecho gimiendo por la sensación de ambos placeres, cerraste tus ojos. Si tan solo tu hombre estubiera aquí, le suplicarias que te folle como es debido.
Pensaste en sus grandes y fuertes brazos que con solo uno envuelto al rededor de ti te sientes pequeña en su regazo. Tomando una respiración profunda y temblorosa, comenzaste a moverte en pequeños movimientos circulares.
Sentiste algunos de los sentimientos familiares, las pequeñas sacudidas repentinas que hizo tu cuerpo y la sensación de un rayo cayendo por tus piernas, presionaste con más fuerza y contuviste el aliento mientras tus caderas se sacudían.
Tu cuerpo se puso tenso, Sin embargo, no podías deshacerte de la sensación, el deseo, la necesidad de ser llenado, la caverna vacía entre tus piernas ordeñada mientras trabajabas tu Pliegues humedos y los gemidos no se detuvieron sientes tú liberación al borde, moviendo tus dedos más rápido sobre tu clítoris inchado muerdes tus labios para no gritar
"¿Que haces tocando lo que me pertenece?".
Rápidamente te alejaste de tu coño por instinto te cubriste con las sábanas, agitada miraste frente tuyo y te encontrate con el dueño de tus pensamientos impuros, con tu prometido. Sherlock miraba seriamente hacía ti.
"¿Te tocabas mientras pensabas en mi?". Gruño con las pupilas dilatadas, sus ojos están llenos de lujuria.
Cómo pudiste asientes relamiendo tus labios, Sherlock cerro la puerta de la recamara con seguro. No querían que nadie interrumpiera, sin apartar los ojos de ti empezó a desabrochar su chaleco, tan exitado por el espectáculo que le acaba de ver antes que terminarás. Si bien el sexo se guarda hasta el matrimonio pero con Sherlock, no se puede aguardar nada.
Desnudo, con su polla dura y palpitante apuntando hacia arriba, se acercó hacia ti jalando tú pantorrilla, sentiste la suave textura aterciopelada de su dureza contra tu muslo, frotando su polla con tus labios vaginales, Ambos gimieron ante la sensación.
"¿Quieres mi polla?" Gruñó y mordió con sus dientes en tú cuello, mordiendo lo suficientemente profundo como para atravesar tu piel. Gemiste de dolor, tu voz se elevó un poco mientras te retorcía contra él para encender la más pequeña de las fricciones.
"¡Fóllame!" ruegas, deslizando tus s dedos a través de los suaves rizos y tirando de ellos con necesidad.
Respondiendo a tu súplica, Sherlock se clavó en tu rebelde coño, abriendote brutalmente como si fuera a arrancar los pétalos de una flor. Tus uñas se aferraron en su nuca mientras su polla reclamaba todo lo que tú cuerpo tenía para ofrecer. Siempre te pareció extraño cómo tú carne se resistía y rogaba por él al mismo tiempo, tu suculento coño luchaba para empujarlo por instinto, pero él solo se adentraba más en ti
"Qué pequeña zorra tan apretada".gimió, Gimiendo tan fuerte, los sonidos obscenos se escuchaba por todo el cuarto. Sus pestañas revolotearon con éxtasis cuando se echó hacia atrás solo para forzarte a bajar sobre su imponente polla, intentando desgarrar tunegación. O fue para domarte mientras te e apretaba alrededor de su cintura, aceptándolo y resistiéndote al mismo tiempo. Te miro directamente a los ojos mientras te penetraba profundamente y con fuerza.
La cámara era un lío total, las sábanas estaban tiradas al suelo, y la que cubria el colchón estaba totalmente desbaratada y llena de sudor. Tu piernas se deslizaron de arriba y abajo de su cintura, querías sentí aún más el cuerpo de Sherlock con el tuyo.
Sus labios te comían sobre mientras te follaba profundamente, sus gritos creaban una oscura sinfonía mientras golpeaba continuamente tu coño, más fuerte y más urgente con cada zambullida. Las lágrimas que caían por tus mejillas eran de puro placer, sentiste una mano envolverse alrededor de tu cuello
Abriste los ojos encontrándote con los azules de Sherlock. Gruño aparentado sus dientes y parecería que quería follarte más de lo que pudiera.
"Esté coño me pertenece ahora en adelante, y más vale que no vuelvas a tocarlo a menos que yo lo permita". Y con esas palabras fueron suficientes para que tú llegaras al orgasmo , Sherlock nunca disminuyó la velocidad, ni siquiera cuando sintió que tu coño se apretaba a su alrededor. Solo hizo que te follara más fuerte, enterrando su rostro en tú clavícula, persiguiendo su propio éxtasis a una velocidad, gruñendo como una bestia. Finalmente, se estremeció y te llenó de su leche espesa y sedosa. Los músculos de su trasero se flexionaron y clavó su caliente carga en tu cálida y recién arruinado agujero, asegurándose de que tu recibiera cada gota. Tus manos se estiraron para apretar su tenso trasero mientras tus piernas lo agarraban todavía, queriendo mantenerlo dentro de tí
El olor a sexo, llegó hasta sus fosas nasales mientras permanecían entrelazados, temblando en el abrazo del otro. Sin aliento y empapado en sudor, Sherlock levantó su rostro de tú cuello y te miró luciendo tan vulnerable, casi perdido. Moviste tus manos temblorosas de regreso a su rostro, tus pulgares acariciaron sus mejillas afiladas.
"Te amo". Susurro cerca de tus labios disfrutado de tus caricias
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