ONE SHOTS [HENRY CAVILL]

47°_Geralt de Rivia

Advertencia; ninguna
Resumen:Después de casarte y quedarte siempre en casa, está vez decides seguir a tu marido.

Sorry si hay falta de ortografía

La cabeza de Geralt gira en la dirección opuesta a la que asciende, deteniéndose momentáneamente con una mirada cuestionable. Jaskier hace lo mismo, sin entender por qué el lobo blanco está quieto, presionando con el dedo el mango de su espada.

"Geralt, pasa..".

"Cállate, Jaskier".  gruñe a través de los dientes apretados mientras los oídos se animan con el sonido de las ramitas que se rompen. Para cualquier otra persona, pasaría desapercibido, la criatura detrás de ellos no está calificada, no está tan mal excepto por el hecho de que su corazón late a un millón de millas por minuto. Jaskier pensó en los pocos palos que se partían como conejos salvajes corriendo entre los arbustos.

Para ser honesto, fue bastante impresionante que llegaras tan lejos sin que Geralt se diera cuenta. Casi un día entero pensó que te dejaba en casa con la promesa de volver. Geralt estaba impresionado de no haber notado nada durante tanto tiempo, pero lo culpa del hecho de que el bardo es la persona más desagradable y ruidosa que vaga por este continente.

La nariz de Geralt está muy alta en el aire, el viento se levanta justo en el momento perfecto antes de que el familiar olor a fresas y champú de lavanda lo haga fruncir el ceño.

"Sal, ahora". La orden proviene de una mandíbula limpia, la ira destaca por la forma en que se contrae el músculo de su mandíbula. La piel de gallina ondea contra tu piel, la mirada de esos ojos ámbar es suficiente para tenerte lista para correr todo el camino a casa, pero tan asustada que no te atreves a moverte. "Puedo olerte, no me hagas repetir".

Jaskier mira alrededor de la pequeña área boscosa con confusión arrugando su frente, "Geralt, oficialmente te has vuelto loco".

Pero sus palabras son rápidamente interrumpidas por el aplastamiento de las hojas debajo de las suelas de cuero de tus botas. De repente, comprende el estado de alerta de Geralt y se cuestiona a sí mismo por no haberte escuchado antes. La forma en que te mueves por el bosque es sin duda ruidosa y poco hábil. ¿Cómo llegaste tan lejos?

"Por favor, por favor, por favor, no te enojes". Suplicas con ojos de cachorrito, mirando al suelo lista para el regaño de Geralt. La decepción y la ira duelen en esos ojos únicos de brujo, el labio superior forma un gruñido mientras continúas hablando, "Lo siento".

"¿Estás loca?" Su voz resuena a través del bosque, llena de tanto poder que los pájaros se dispersan desde los árboles de arriba. Hay un estruendo o gruñido que sigue, vibrando en su pecho mientras te inspecciona de la cabeza a los pies en busca de lesiones.

Geralt se acerca y te tensas cuando la montaña de un hombre está a solo unos centímetros de distancia. Su mano toca tu hombro y luego tu mejilla mientras gira tu cabeza rápidamente para examinar de cerca cualquier corte o hematoma.