Y esta es, nuestra última noche vivos.
Nuestros cuerpos, almas, respiraron por última vez. Se encontrarán por última vez.
Mi cuerpo, en crónica inercia, se aferra a los recuerdos, imágenes, canciones, colores.
Tu cuerpo, tú, te aferras a la evidencia. Culpa corre por tus manos. Roja.
La esencia de mi humanidad, culminación máxima de mi existencia, causada por tu amor decadente, amargo, absurdo, crudo.
Ahora yo, en alma, corro incorpóreo. Arrepentido.
Y esta es, nuestra última noche vivos. Contigo, caeremos circulativamete. Escalón por escalón, en dónde nuestros pecados y amores serán juzgados.
Tú, lleno de mi esencia.
Yo, repleto de tu alma.
Espero que tu destino sea paralelo al que en mi sellaste.
Recordando todos nuestros momentos juntos, iluminado por la clara luz de luna, me pierdo entre las vertientes. Posibilidades.
Por mi cuerpo corren ríos y se estancan lagunas, crecen montañas violetas y planicies amarillas.
Repleto incluso cuando estoy vacío, satisfecho sin estarlo y feliz sufriendo. Muero.
Mi amor, cansado de luchar, se deja ser ante el tuyo, cansado de amar.
Porque esta, nuestra última noche juntos, concluye con eso que fuimos. Concluye oscura, gris, fría. Noche.
Siempre fuimos propietarios de una parcela en aquel, el lugar de eterno sufrimiento circundante.
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La poesía en tus ojos, mentira
ŞiirEn esta historia hay cuentos. Cuentos varios, historias, poemas -capaz- e, incluso, pequeños pedazos de mi corazón que he dejado partir en la búsqueda de terminar con el desamor. Son cuentos que no son contados, son leídos. En mi nunca existió la...