OBRA DE CARNE [TERMINADA]

05

A pesar de los años que lleva recorriendo el mismo camino, de cuadra en cuadra, viendo aquéllos locales comerciales, e inclusive pasar por el lado de un estacionamiento de gasolina, la de ojos grisáceos, JAMÁS, pero jamás en su vida, sintió su regreso a casa tan eterno como en este preciso momento le estaba sucediendo. No es lo eterno del destino, o que sus pasos no sean lo más rápidos, lo que pasa es que la pelicorta tiene tanto pánico al saber que un individuo, robots, monstruo, o fuese lo que fuese D-2, esté custodiando su espalda, pisando su sombra mientras iba detrás de ella... que su mente le hace una muy mala jugada.

Ámber respiró profundo más de una vez. La decisión que ha tornado no fue para ella la más segura, menos la más sensata, la verdadera razón que la empujó a ello, fue imaginar por un leve instante como Yoon Gi torturaba, lentamente, y frente a sus ojos, al desgraciado que pudrió su existencia. Justo ahí, cuando Tulio abusaba sexualmente de Thompson, en lo que la agredía físicamente dejándole moretones en su delicada piel , para completar su objetivo enfermizo, la mente de la chica naufraga en esa posibilidad. Ella ya no quiere que ese viejo verde se siga aprovechando, desea venganza, y ya contando con el pálido de su lado, lo conseguirá.

Ámber al darse cuenta que tan solo estaban a unos cuantos pasos de llegar a su casa, detuvo su andar y meditó un tantito. Gi igualmente la imitó, mantuvo una distancia no muy lejana de su hacedora y capturó cada movimiento que Thompson hizo al girar en sus talones para verle. Conecto mirada con la chiquilla, la pelinegra parecía estar indecisa de decirle lo que él claramente ya sabe. Observó cuyos labios carnosos, y de allí salió al escape su dulce voz pausada.

-Y-Yoon Gi, yo...- la de ojitos grises jugó con los dedos de sus manos de manera nerviosa, no es que a D-2 no le de mucho interés escucharla, tan solo le impacienta su demora para realizar las cosas, que anheló por unos segundos, eliminarla. El castaño no puede hacer tal locura, su misión es protegerla de todo peligro que implique, no convertirse en su amenaza, sino en la amenaza de todo aquel que quiera lastimarla. Thompson volvió a respirar hondo, con más fuerza que la última vez, borró toda señal de duda que tenía, y optó por tomarlo como última opción, como su única salvación- Hay un demonio en mi casa, yoongi, uno que tiene hechizado a mi madre......y que me hace mucho daño. Ese demonio....ese maldito...- aprieta sus ojos con fuerza, inclina un poco su cabeza, y empuña sus manos; contiene su llanto, porque sabe muy bien que es ira e impotencia mezclada- Abusa de mi cada noche, se aprovecha de lo débil que soy y...

¿Débil? ¿Escuchó bien? ¿Dijo débil?. ¡No! ¡Imposible! Ella no puede ser una pequeña debilucha..¿Trata de engañarlo, despistarlo? Para que no descubra sus verdaderos poderes ocultos dentro de ese delgado cuerpo tan visiblemente frágil.

-Yoongi- volvió a mirarlo, pero está vez con párpados lagrimosos- Ya no quiero que ese hombre me siga lastimando... tienes que ayudarme...,- el tono de voz que utilizó, sonó rudo- Tienes que cumplir mi deseo. ¡Mátalo!- frunció su ceño segura- Quiero que lo mates.