OBRA DE CARNE [TERMINADA]

14

Su hacedora es hermosa, y él es un gran estúpido. Estúpido por permitir que sus pensamientos lo controlen y reconocer interiormente de que Ámber Thompson es bellísima. Estúpido, estúpido, y mil veces estúpido al comportarse mentalmente como un humano cuando no lo es. No debería de estar pensando eso, pero el regañarse así mismo para no pensar que ella es hermosa, es seguir pensando que la ojigris nlo es aunque se esfuerce por evitarlo; ahora por lógica tendrá un colapso mental. Tal vez si deja de mirarlo como ahora lo está haciendo, con esas mejillas coloradas, la situación podría ser otra.

-¿Qué tú estás listo?- tragó hondo. Gi asintió con tranquilidad- ¡¿Qué estás listo?!- volvió a repetirlo aunque con ese tono de ironía y molestia. El pálido al darse cuenta, prefirió ponerse serio, diciéndole con esto, que él no está jugando- ¿QUÉ TE HACE PENSAR A TI QUE YO ME VOY ACOSTAR CONTIGO? ¡EH?- le grita en forma de reclamo pero aún seguía más roja que un tómate- ¿QUÉ LES HACE PENSAR A TODOS QUE ÁMBER THOMPSON SOLO BUSCA SEXO? ¿ACASO PAREZCO SER LA MÁS PERRA?...

El castaño permitió que explotara. Que gritara lo que piensa, que luego recupere el aliento, y por último, que no tuviese más que aportar debido a que espera su respuesta; pero no cualquier respuesta, una en la que ella se sintiese conforme al esperar que fuese lo contrario de lo que imagina.

-Yo no pienso que TÚ te quieres acostar conmigo- allí pauso un segundo- Lo que escribiste, y lo que veo en tus ojos, lo confirman- la chiquilla pestañeó confusa. ¿Lo que ve en sus ojos?, ¿Aque se refiere con eso?. Él prosiguió- No creo que todos piensan que tú solo buscás sexo, ya que no "todos", te conocen. Hasta donde yo sé, una perro, es un animal, y tu no eres uno- se cruza de brazos- Sé también lo que quieres escuchar, pero tú eres tan idiota... que desesperada intentas buscar algo que esa persona no tiene. ¿Nunca te has preguntado si alguien te valora realmente por lo que eres?- la ojigris iba a responder a ello, pero Min no lo permitió- No hace falta que me contestes. Sé que triste lo haz pensado muchas veces, pero vives tan centrada en tu mundo, en que nadie te quiere... que ni siquiera te haz bismutado en mirar a tu alrededor. Cuantos debiluchos allá afuera se han fijado más allá que tu lindo cuerpo, y tu solo te haz enfocado en el que tiene la carita más bonita, la sonrisa más sexy, o el patán de clase- Thompson se quedó meditando- ¡Ámber, mírame!- tomó su mentón e hizo que conectarán miradas nuevamente- ¿Por qué envés de escribir en tu libreta lo que pervertidamente quieres que te haga sentir, por qué no me pides que te ame sinceramente?. ¿Para que solo sexo, si te vas a sentir igual de vacía, e igual de abusada o usada? ¿Mm?- soltó su mentón y se alejó de ella. Regresó a sentarse en el mueble; después de lo ocurrido en el concierto, está más que seguro que no volverá a pisar un escenario jamás. No por él, si no porque la gente le agarro miedo.

El resto de la noche no volvieron a dirigirse palabra hasta el día siguiente. La mocosa casi forzó a que Yoongi saliera de su lujosa cueva para que la acompañara de compras; le urgía ropa nueva, y aunque la pelicorta siempre se reprimío a escoger cosas excesivas, o sumamente costosas a su bajo recurso, está vez se luciría sin pensar en el precio. El pálido tiene mucho dinero, y es el momento más esperado por su persona para presumir esos lindos vestidos de revista que hace muchos años anhelaba tener.

Ingresaron al más grandísimo y caro centro comercial de todo Seúl. El castaño le esperaba sentado en un mueble, mientras ella salía del vestidor con otro vestido que se había medido. Este ya era el séptimo, y aún no se decidía.

-¿Qué te parece este Yoongi? ¿Tú crees que me queda bien?-

El vestido es de un azul muy claro, nada llamativo, más bien sencillo. El descote lo traía atrás, dejando toda su espalda expuesta, y era un poquitín más arriba de sus rodillas. Le pareció bellísimo, aunque más le encantó como le quedó a ella.