capítulo 1

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Las puertas de la prisión se abren por fin después de muchos años, Andrea espera ansiosa a que le permitan traspasar la última puerta que la separa de la libertad.

Una de las funcionarias se acerca hasta ella .
- Ya puede seguir adelante, recuerde que debe cumplir todo sino quiere regresar.

Andrea muy seria y con voz  fuerte.
- Lo cumpliré y también descubrire la verdad.

La funcionaria muy seria.
- Andrea, te he conocido durante todos estos años, no te busques problemas, sabes muy bien que ella no se detendrá si se da cuenta de que vas a ir detrás de ella.

Andrea se gira muy lentamente, después mirando a los ojos de la funcionaria.
- Recuerdas el día que llegue aquí, recuerdas cuando ella vino a verme, estabas presente en la conversación que tuve con ella,  aunque ella no se enteró de que estabas y que grabaste la conversación como yo te había pedido. Después tú escuchaste la grabación, creo que es hora de demostrar mi inocencia y también hacerle pagar lo que me hizo. Tengo que descubrir que fue lo que hizo con mi familia y proteger la.

La funcionaria asiente con la cabeza, después saca un sobre y se lo entrega a Andrea.
- Ten, aquí tienes varios números de teléfono, ellos te están esperando, te ayudarán a descubrir la verdad. Antes de presentarte ante ellos, cubrete las espaldas.

Andrea sonrie mientras se despide de la mujer, después agarra su pequeña bolsa y se pone en camino.

La funcionaria antes de que  se aleje Andrea.
- Te he conseguido transporte y un lugar para que vivas. Te llevarán hasta allí, ten cuidado.

Andrea se gira y muy seria.
- Gracias, te llamaré y te mantendré informada, recuerda protege a tu familia, ella puede hacerte daño.

La funcionaria muy seria.
- Ya lo he hecho, además he tomado otras medidas, creo que cuando llegues, veras un poco de acción.

Andrea sube al auto que la espera y al poco tiempo se aleja del lugar.

Mientras a muchos kilómetros de allí, una mujer recibe una visita, muy sorprendida le mira sin entender.
- Vengo a informar que tiene un día para abandonar la casa...

La mujer en shock se queda callada unos segundos después mira al hombre.
- No entiendo, porque debo abandonar mi casa.

El hombre mira a todos que escuchan atentamente sin entender.
- Esta casa no le pertenece, la verdadera dueña quiere que le sea devuelta inmediatamente.

Uno de los asistentes se acerca hasta donde esta el hombre agarra los documentos, los lee varias veces, después mira a la mujer.
- Quiero una explicación, ¿ Como es que esta casa pertenece a Andrea?.

La mujer palidece y se queda callada.
- Estas equivocado, esta es mi casa.

El hombre mueve los papeles delante de la mujer.
- No mientas, aquí lo dice muy claro, esta no es tu casa, me has engañado.

El hombre que estaba esperando para continuar hablando, tose varias veces antes de continuar.
- Además deberan entregar toda la documentación sobre las propiedades y las empresas de la señora Andrea.

El hombre muy serio mira sin entender nada.
- ¿ De que esta hablando, Luisa?. No me dijiste que eras la propietaria.

Luisa muy nerviosa mira a su marido, el señor Olivares, Martín.

El hombre que continúa hablando, vuelve a toser para llamar su atención.
- Perdoné, ¿ Es usted el señor Olivares, Martín Olivares?

El señor Olivares le mira muy serio antes de responder.
- Si lo soy.

El hombre saca otro documento de su maletín y se lo entrega.
- Esto es para usted señor, buenas tardes.

El hombre se aleja mientras el señor Olivares mira los documentos muy extrañado, después empieza a leerlos, lo hace varias veces ya que no entiende nada. A continuación mira a Luisa.
- Acompañame al despacho, tenemos que hablar.

Antes de salir de la sala, el señor Olivares se gira y camina hacia donde están varias personas mayores.
- Tenemos que cancelar el viaje, debo resolver un problema.

El hombre mayor le mira.
- Quiero una explicación de lo que está pasando.

El señor Olivares muy serio y con voz grave.
- Voy a investigar lo que sucede, después te diré todo lo que sucede.

En ese momento tocan de nuevo a la puerta y cuando dan permiso para entrar.
- Señor he ido a recoger a los niños pero no me han dejado traerlos, según me dijeron existe una orden del Juzgado .

El señor Olivares muy enfadado.
- ¿ Como que no ha podido recoger a los niños? ¿ Que orden del Juzgado?

El empleado saca un sobre y se lo entrega al señor Olivares.
- Esto es inaudito, voy a llamar a mi abogado ahora mismo.

El señor Olivares saca su móvil, busca el número de su abogado, marca y cuando responde muy enfado.
- Han mandado una orden  para impedir me estar con mis hijos, además de unas papeles que no tienen sentido, yo soy viudo, porque me acusan de adulterio, Andrea esta muerta.

El abogado del señor Olivares muy serio.
- Señor Olivares, su mujer Andrea no está muerta y ella reclama lo que  por ley le pertenece, es decir, su fortuna, así como la Guardia y custodia de sus hijos. Además ha presentado una demanda en contra de su actual esposa y no quiere negociar.

El señor Olivares muy pálido y enfadado.
- Déjese de bromas, yo mismo tuve que ir a identificar el cadáver de Andrea, debe de ser una impostora que se está haciendo pasar por ella.

El abogado muy serio.
- No es una impostora, se le han hecho las pruebas de ADN y han resultado positivas, es Andrea, no está muerta, te advierto tu situación ahora mismo es muy delicada, puedes ir a la cárcel. No se que ha pasado pero Andrea esta muy enfadada y no está dispuesta a perdonar a nadie.

Después de estar hablando durante unos minutos más con su abogado, el señor Olivares mira a Luisa y casi a gritos.
- Me has engañado, todos estos años me has engañado. Pienso averiguar qué hiciste a Andrea  y preparate porque no voy a tener piedad, quiero que te vayas ahora mismo de aquí, fuera.

La TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora