capítulo 15

23 4 0
                                    

Luisa cansada mira a todos.
- Denme a mi hijo, quiero tenerlo en brazos.

El médico lo va a hacer pero Martín  Olivares muy enfadado.
- No , esa mujer no tiene derecho alguno sobre mi hijo, aquí está la orden por la cual, desde este momento, yo soy el único que tiene la Guardia y custodia del recién nacido.

El Comisario lee documentos.
- Es cierto, entreguen el niño al señor Martín Olivares.

Luisa grita furiosa en contra de Martín Olivares.
- No te lo llevarás, si lo haces, me vengare de ti.

Martín muy tranquilo mira con gran desprecio a Luisa.
- No te tengo miedo, desde este instante tú no existes, no intentes ponerte en contacto conmigo ni con nadie de la casa, nadie te va a responder. En cuanto a tu madre se irá hoy mismo de la propiedad, no quiero que viva ahí. Yo y mis hijos nos iremos lo más pronto posible de la ciudad. Mi abogado vendrá a entregarte unos documentos es mejor para ti que los firmes sino quieres tener más problemas.

A continuación Martín sin esperar respuesta de Luisa se va sin mirar atrás con el niño. Luisa furiosa empieza a gritar pidiendo a su hijo, agarra una botella y la lanza furiosa.

El doctor continua atendiendo a Luisa, en ese momento llega un policía y entrega un documento al Comisario que al leerlo.
- Su traslado ha sido aprobado, será trasladada al hospital médico estatal Mercury.

El doctor muy curioso.
- Pero ese hospital esta un poco lejos, existe otros dos hospitales más cerca, ¿ porque no le llevan a uno de ellos?.

El Comisario muy seguro.
- Es el hospital que eligió el juez, deberá preguntárselo a él , no a mí.

Entran  varios camilleros para trasladar a Luisa pero antes un policía.
- Señora debe usted  ser esposada, así que deje que le ponga las esposas.

Luisa se resiste pero no consigue nada, a pesar de todo la esposan. Después de colocar a Luisa en la camilla,  la trasladan rápidamente hacia la ambulancia. Cuando el doctor que la acompaña ve a varios coches de policía alrededor de la ambulancia.
- No entiendo porque tantos policías, ¿ acaso mi paciente es peligroso?.

Nadie le responde y siguen  vigilando mientras Luisa la colocan dentro de la ambulancia y la monotorizan para comprobar sus constantes vitales.

De pronto sube a la ambulancia un hombre muy serio le entrega al doctor un documento.
- A partir de ahora yo soy el doctor de esta paciente, he sido designado por el Tribunal, puede estar presente pero todas las decisiones serán tomadas por mí. Vamos nos están esperando en el hospital ya todo está preparado.

El doctor se queda callado sin reaccionar, sabe que debe informar para que se cambie el plan ya que no será posible hacerlo como estaba planeado.

El doctor se presenta al resto del equipo y empieza a dar órdenes, mientras el médico que atendió a Luisa la mira para poder intentar hacerle una señal pero el otro médico le impide que Luisa se de cuenta por lo que al final debe desistir al no conseguir nada.

De pronto llegan al hospital y antes de abrir la puerta  a través de un  comunicador el médico.
- Quiero a todos en sus puestos, las puertas no se abrirán hasta que el lugar sea seguro y este custodiado. Quiero una imagen.

Unos minutos más tarde se oye unos pitidos, de pronto se enciende una pequeña pantalla donde se puede comprobar donde están todos situados, el médico después de unos segundos.
- Puede usted salir, le acompañaran hasta recepción para que entregue su informe sobre cómo se ha producido el parto y su actuación en el mismo debe firmarlo y hablar con el equipo médico que va a tratar a la detenida  y podra  retirarse, recuerde usted ahora ya no es su médico así que no trate de obtener información porque no se le otorgara al no estar autorizado.

El médico duda unos segundos pero después sale de la ambulancia siendo escoltado por varios policías.

A los pocos minutos, vuelven a mandar un nuevo mensaje, por el cual le comunican que todo está en orden. El médico al recibirlo autoriza a que abran las puertas y Luisa sea trasladada al interior del Hospital. Una vez dentro, Luisa es llevada hasta la planta destinada a los presos. Luisa al ver la seguridad que hay.
- No entiendo porque estoy en esta zona, yo aún no he sido condenada, solo estoy en previsión carcelaria.

Luisa al ver que nadie responde se altera y empieza a gritar por lo que uno de los policías.
- Es mejor que deje de hacer ruido, nadie la va a responder, desde el momento que el juez determino su ingreso en este planta nadie le hablará, aceptelo y deje los dramas, no va a conseguir nada.

Mientras las enfermeras junto con los celadores colocan a Luisa en la habitación. Después abandonan la misma entregando a uno de los policías un mando.
- Si necesitan algo, llamen por medio de este mando, una de las enfermeras vendrá inmediatamente.

Luisa  comprueba que nadie le hace caso, que la están ignorando, furiosa dice a uno de los policías.
- También ustedes no van a hablarme, si necesito algo a quien se lo debo pedir si me van a ignorar.

El policía guarda el mando y se continuación levanta la vista hacia Luisa.
- Creo que usted no entiende su situación, se lo voy a explicar, esta detenida por asesinato, mientras se recupera estará en esta planta del Hospital aislada para que nadie pueda ayudarla. Si alguien desea verla deberá solicitarlo en el juzgado. Su abogado ya sabe donde se encuentra y porque. En cuanto a los cuidados médicos que necesite ya fueron autorizados y cuando el médico que fue designado por el juzgado lo autorice será trasladada a la cárcel donde ingresará en la zona de enfermería, donde seguirá aislada por orden del juez y del Fiscal. Todas las visitas le han sido denegadas en base a las circunstancias por el cual está detenida. Además debe saber que el Gobierno de Canadá, ahora mismo esta solicitando su traslado a sus prisiones, no quiere que este aquí, sino allí.

La TraiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora