LUJURIA/ Marcos Llorente y Eric García

Capítulo I

POV ARIADNA

Otro día más en Madrid, después de la larga jornada de ayer en el club me desperté a las tres de la tarde, y para mi sorpresa, mi compañera de piso y amiga Eva estaba despierta y había hecho la comida.

-Buenos días rubia.- Sonrió.

-Cada día entiendo menos como tienes tan buen despertar.- Reí.

-Cariño mío, fueron muchos los billetes de ayer- me enseñó el sobre donde ayer recogió todo el dinero que la gente le tiraba, estaba repleto de ellos.

Eva y yo hace unos meses que empezamos a trabajar de gogos en una prestigiosa discoteca de la capital. Al principio fue extraño, no nos acabábamos de acostumbrar a los lujos de los clientes, a bailar noche sí y noche también y a tener que acompañar a celebridades en según qué fiestas.

No puedo decir que es el trabajo de mis sueños, pero se vive muy bien.

-Esta noche volvemos con los bolsillos aún más llenos.-La miré extrañada- La fiesta de los futbolistas, ¿recuerdas?

Claro que lo recuerdo, era bastante frecuente que los equipos que viajaban a Madrid salieran de fiesta por nuestro local, y este era otro día de esos.

-Sí claro, ¿y qué equipo es esta vez?- Dije comiendo mi plato de macarrones.

-La selección española, se ve que empiezan la Eurocopa en breves y vienen a celebrarlo.

...

Eran las diez de la noche y Eva conducía a nuestro local, donde deberíamos arreglarnos antes de que llegaran los invitados.

-Buenas chicas.- Llegó nuestro jefe y le saludamos con dos besos- Os comento, han reservado todo el local, así que básicamente bailareis para ellos, ya sabéis las normas, nada de malos rollos, ni malas caras ¿sí?-Dijo con total autoridad.- Este es un gran proyecto, si les gusta, ganaremos un gran prestigio.- Asentimos- Bien, dentro tenéis los vestuarios de hoy, suerte chicas.

POV EVA

Entramos y nos cambiamos, peinamos y maquillamos rápidamente. El pequeño vestido de brillo era precioso, junto con los tacones plateados y el pelo liso, era un lookazo. Me giré a ver a Ari, ¿Cómo era posible que todo lo que le pusieran le quedaba tan bien?

Si todo iba bien, a las doce estarían todos aquí.

Mario, el DJ estaba empezando a darle ambiente y Jaden, el camarero nos sirvió un par de chupitos.

-Gracias guapo.- Se lo bebió la rubia de un sorbo.- Esta noche va a ser muuuuy larga.

-Y que lo digas, si al menos alguno fuera gay...- Reímos.

Bebí mi chupito cuando el jefe entró.

-Están empezando a llegar los coches, todos a vuestras posiciones.

Ari y yo subimos junto a Mario al escenario, específicamente a unas tarimas que teníamos para nuestros shows y empezó la noche.

Empezaron a llegar unos pocos jugadores, muy jóvenes por cierto, que iban a la barra a buscar bebidas, y nosotras seguimos con nuestro show.

Eran las dos y ya todo el grupo estaba al completo, aunque Ari y yo fuimos al baño a tomarnos un descanso de cinco minutos.

-¿Vas bien?- Le pregunté a la rubia, la cual guardaba los billetes en un sobre.

-Sí, solo que son demasiado guapos y jóvenes, no me los esperaba así.

-¿Qué pensabas que vendrían cuarentones sin pelo? Cómo si nunca hubieras visto a algún futbolista.- Reímos.

-Vamos, antes de que Jaden nos saque de aquí de los pelos.

Volvimos y subimos al escenario bajo la atenta mirada de todos los asistentes, los cuales parecían estar esperándonos.

Baile tras baile, billete tras billete vimos las miradas de los futbolistas cambiar, empezaban a estar ebrios.

Un chico alto, rubio de ojos marrones se acercó a donde estaba yo.

-Hey, soy Dani, ¿te apetece beber algo?

-Pues ahora que lo dices sí, dile a Jaden que me prepare algo.

-Eso está hecho.- Me guiñó un ojo y se fue a la barra.

Me fijé como un par de hombres en traje entraban junto a nuestro jefe a la zona VIP y se sentaban en los sofás, no le di tanta importancia cuando Dani volvió con mi bebida.

-Gracias.- Le di un sorbo.

-Oye, ¿Y si bajáis a la pista con nosotros? No os vamos a morder.- Me ofreció su mano para ayudarme a bajar.

Acepté y vi que otro de ellos estaba haciendo lo propio con Ari. Esta se acercó hasta mí y bailamos con ellos.

La cosa se empezó a calentar cuando un moreno, alto,de ojos azules bailaba muy junto de Ari y un tal Ferrán se arrimaba cada vez más a mí.