Capítulo XXV

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POV ARIADNA

Llegamos a Rusia y joder, para ser verano que frío hacía. Tuve que sacar una chaqueta de mi maleta porque no aguantaba más.

Un coche nos estaba esperando, se ve que lo habían alquilado para que nos llevara al hotel donde estaban concentrados.

Una vez teníamos las maletas dentro, Eva y yo nos sentamosen los asientos de atrás y juntamos nuestras manos, estábamos muy felices por este momento.

Luís Enrique nos prometió tenerlos a todos reunidos en el momento que llegáramos, porque sabía la ilusión que les haría vernos allí con ellos de nuevo, y de paso nos diría la alineación de mañana, que la morena y yo aún no sabemos.

Tal cual pisamos el hotel ruso, vimos a ciertos ayudantes del seleccionador esperarnos y nos llevaron a una sala.

-Esperad chicos, necesito a alguien más para dar esta charla.-Nos dio paso Lucho.-Pasad.

Cuando entramos vimos a los chicos gritar, ponerse las manos en la cara, levantarse, aplaudirnos y hasta llorar.

Joder, cuanto les echaba de menos.

Lo mejor vino cuando Marcos se acercó a mí, levantándome en el aire por su abrazo. Ese momento provocó tantas cosas en mí que podía sentirme en un sueño ahora mismo.

-Rubia, ¿de verdad estás aquí?- Me miró incrédulo.

-Claro bobo, os vamos ayudar a ganar mañana.- Le sonreí y volvió a abrazarme.

-Siento interrumpir chicos.- Dijo el entrenador después de diez minutos de besos y abrazos.- Pero las chicas deben saber quiénes se enfrentaran mañana a Suiza.- Sonreímos y nos sentamos en las sillas más cercanas.- Pues mañana en portería tenemos a Unai.- Este se levantó y nos hizo una reverencia, lo cual fue gracioso.- Una defensa de cuatro con Jordi, Pau, Laporte y Azpilicueta.- Reí al ver la cara de Ayme todo egocéntrico él.- Pedri, Busquets y Koke en el mediocampo.- Puto canario, no se pierde ni una titularidad el desgraciado.- Y delante tenemos a Sarabia, Morata y Ferrán.

Miré a Marcos, no estaba del todo contento de estar en el banquillo en el partido de mañana, pero estoy segura que Lucho confía en él plenamente y siempre que le necesite lo va a sacar.

Una vez acabada la charla me dirigí a mi Marquitos y lo abracé.

-Quién diría que nos volveríamos a ver aquí, en Rusia.- Reí ante su comentario.

-Sabes perfectamente volvería.- me miró confundido.- ¿O te piensas que no sé qué os fuisteis a quejar a la directiva?

-Bueno, puede que nos quejáramos un poquito.- Me dijo rascándose la nuca.

-¿Cuánto es un poquito?

-Puede que los amenazáramos con retirarnos de la competición.

-¡Marcos!- Le reñí.- ¿Te das cuenta que podríais haber sido descalificados por una chorrada así?

-Ahora que lo pienso si fue una estupidez, pero al menos ha funcionado.- Me abrazó.

POV EVA

-Dios no sabes las ganas que tenía de que vinierais.- Dijo el catalán cogiendo una de mis maletas.- Realmente pensaba que nuestra queja no iba a llegar a ningún lado.- Entramos en el ascensor.

-Pues por lo visto si ha servido.- Rodeé mis brazos alrededor de su cuello.- Y yo estoy muy contenta de verte.

-Pues espero que estés más contenta cuando sepas dónde vas a dormir.- Se abrieron las puertas del ascensor y nos separamos.

-¿Dónde voy a dormir?- Pregunté siguiéndole por el pasillo.

-Bienvenida a villa García.- Se paró delante de una habitación, que supuse que es la suya.

-¿Voy a dormir contigo?

-Pues sí, ese es mi plan.- Abrió la puerta y entramos.

A partir de ahí no puedo deciros que estuvimos tranquilos en la habitación hablando y tal, porque os mentiría. Follamos todo lo que no está escrito.

Pero es que era inevitable con él. Solo ha sido un día el que hemos estado separados, pero toda la tensión del momento y el dolor de tener que despedirnos fue tan extremo que hizo que nos echáramos aún más de menos.

-Te quiero.- Me dijo Eric acariciando mi pelo.

Ahora mismo estoy apoyada en su pecho, ambos tumbados en la cama y sus caricias en mi pelo hacen que me relaje.

-Yo también te quiero.

...

-Sabes que debo ir a entrenar.- Dijo mientras se vestía con todas las prisas.

-Solo espero que este entreno sirva y matéis a Suiza mañana.- Dije acurrucándome en la cama.

-Te prometo que llegaremos a la semifinal.- Dijo acercándose a mí para darme un beso.

-Eso espero.- Le contesté mientras veía como se ponía sus gafas.

-Nos vemos a la hora de cenar preciosa.- Salió por la puerta.

Joder García, no sé qué has hecho conmigo para tenerme tan boba últimamente.

Llamé a Ari para saber cómo iba y por los gritos de fondo, puedo intuir que está con Marcos jugando al FIFA, lo cual me alegra, y me dijo que bajaría a la hora de la cena.

Me vestí cuando el reloj ya marcaba las nueve, porque los chicos estaban al caer.

Me dirigí al comedor y lo primero que vi fue a mi rubia, con una sonrisa más grande que su cara, y no me extraña, yo sé cuánto echaba de menos esto.

-¿Feliz?- Le pregunté sentándome a su lado.

-Muy feliz.- Me sonrió.- Pero la cara de sexo aquí la llevas tú.- Me reí.

Qué cabrona es y cuanto me conoce.

LUJURIA/ Marcos Llorente y Eric GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora