Capítulo III

1.2K 35 23
                                    

POV ARIADNA

Llegamos a casa demasiado tarde, prácticamente con el tiempo justo para ducharnos, cenar y volver al club para trabajar.

Entré en el baño después de Eva, la cual se iba a preparar la cena ahora y mientras el agua caía sobre mis hombros, no paraba de darle vueltas a las palabras de Juan:

"Os pagaran el triple de lo que yo os puedo ofrecer aquí más las propinas y caprichos que ellos os quieran dar, tendréis alojamiento y comida gratis, viajareis a los países que ellos viajen, además solo será un mes, ¿Qué puede salir mal?"

Pues no sé qué puede salir mal, pero no sé, ¿dónde queda nuestra reputación? ¿Y nuestra dignidad? Estamos de acuerdo que los chicos son muy majos, ¿pero hasta qué punto estoy lista para acostarme con ellos día sí y día también? Y luego está Eva, no es una decisión que debo tomar por mí sola, ambas debemos estar de acuerdo en ello, ¿Y si ella no quiere?

Solté un fuerte suspiro y cerré el agua. Una vez fuera, me senté en la mesa del comedor, donde mi compañera de piso me esperaba para zamparse la ensalada que tenía delante de ella.

-Ari...- Llamó mi atención.- Sabes que debemos hablarlo, solo tenemos dos días y...

-No me parece tan mala oferta.- Dije interrumpiéndola.

-Espera, ¿Qué?

-Que no me parece tan mala oferta- Me llevé un trozo de lechuga a la boca.- Es solo un mes, y ahorraremos mucho dinero, además, estamos acostumbradas a vernos rodeadas de futbolistas salidos, ¿Qué diferencia hay?

-Hombre, hasta ahora yo no estaba obligada a acostarme con ellos, lo hacía si quería y me apetecía, pero no por contrato.

-Lo sé, lo sé, pero piensa el lado positivo, estamos juntas en esto ¿sí?, siempre lo hemos estado y esta no va a ser la excepción.- La miré a los ojos.

...

Llegó la noche, Eva y yo nos dirigíamos a la discoteca, preparadas para la etapa que iba a empezar el día de hoy, pero también nerviosas ya que no sabemos dónde nos estamos metiendo.

Pero, ¿Qué sería de la vida sin aventuras?

-¿Lista?- Dijo la morena una vez aparcamos a la puerta.

-Lista.

POV EVA

Entramos al local y saludamos a nuestros compañeros, Jaden como siempre tenía nuestra copa preparada.

-Eres el mejor.- Le di un beso en la mejilla y seguí a la rubia al vestidor.

Nos habían dejado los conjuntos de flecos rojos preparados, junto a unos botines negros y lo necesario para maquillarnos y peinarnos.

-Buenas noches chicas.- Dijo el señor jefe entrando al vestidor.- ¿Cómo estáis?

-Listas para esta noche.- Contestó la rubia.

- Y de lo nuestro, ¿tenéis la decisión tomada?

-La tenemos.- Dije decidida.- Lo haremos, pero si hay cualquier problema, tenemos el derecho de rescindir el contrato.

Juan: Ningún problema, yo se lo comento.- Miró su teléfono.- Gracias chicas, de verdad que os debo una.

Esperé a que Ari se acabara de maquillar mientras yo me tomaba la copa de ginebra con limonada que Jaden me había dado.

-Joder, sigo teniendo el maldito chupetón.- Dijo echándose corrector en la zona.

-¿Qué más da? Hoy vas a volver a verle.- Me miró mal a lo que yo reí.

Salimos y empezamos a calentar, el equipo estaba a punto de llegar. Y así fue, subimos a las tarimas y empezamos a bailar al ritmo de los temazos de Mario.

"Yo soy loco cuando lo mueve así

Duro encima de mí

Dale, ponte pa' mí

Que te quiero sentir.

Sabes que me muero por ti

Y que tú te mueres por mí,

Así que no hay más na' que decir."

-Buenas noches.-Dijo un chico muy alto castaño y con unos brazos enormes.

-Hola guapo.- Seguí bailando en mi posición.

-Soy Unai, encantado de conocerte.

-Eva.- Bajé y le ofrecí mi mano para que la estrechara.

Unai me cogió la mano y me acercó a la barra, donde pidió a Jaden un par de chupitos de tequila, los cuales mi amigo sirvió con rapidez.

-Un brindis.- Chocamos los minúsculos vasos y bebimos ese líquido transparente tan fuerte.

Seguimos hablando hasta que dirigí mi mirada a Ari, volvía a estar con Pau, bailando muy pegados. Fue entonces que quise bailar, así que agarré la mano de mi acompañante y nos dirigimos a la pista.

Bajo la atenta de dos o tres jugadores empecé a bailarle, rozando mi cuerpo contra suyo. Él pareció entender el mensaje, ya que rodeó mi cintura con su brazo.

-¿Estas intentado provocarme?- Ladeé mi cabeza en símbolo de inocencia, porque obviamente lo estaba haciendo.

Quién sabe, puede que con estos chicos me lo pase muybien...

LUJURIA/ Marcos Llorente y Eric GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora