Capítulo XXX

707 26 10
                                    

POV ARIADNA

Después de que Eva se fuera con su apuesto maromo, esperé a que apareciera el mío.

-Buenas.-Dijo un rubiazo de ojos azules entrando por la puerta.

-¿Qué tal el entrenamiento?- Pregunté apartando la vista de mi móvil.

-Bien, con ganas de que llegue ya el partido.- Me sonrió.

¿Os había dicho alguna vez lo bonita que es su sonrisa? porque creo que ni yo soy consciente de lo que provoca en mí con ese gesto.

-Voy a ducharme.

Y así fue, desapareció de mi vista para entrar al baño a quitarse todo el sudor. Joder, me pone cachonda solo de pensarlo.

No malpenséis, es que en la habitación de Pedri quedó una situación no resuelta que me estaba alterando, y más viéndole sudoroso y sonriéndome. Vamos, que me lo empotraría ahora mismo.

Salió con su torso mojado y una toalla envolviendo su cadera que me dejó sin habla. Joder, lo he visto en bañador, en un jacuzzi, sudado, pero esto es demasiado para mí.

-¿Te gusta lo que ves?- Este tío es bobo.

-Pues claro que me gusta Marcos, estás demasiado bueno.- Cada vez se acercaba más a mí.

-¿Crees que me he olvidado de lo que pasó en la habitación de Pedri?- Apoyó sus manos en el borde de la cama, a mis pies.- ¿Cómo estabas encima de mí deseando que te follara?

Joder Marcos, que calor hace ahora mismo en esta habitación.

No me dio tiempo a reaccionar porque tiró de mis piernas dejando mi cuerpo a escasos centímetros del suyo y atacó mis labios.

La ropa sobraba y si os soy sincera, no sé en qué momento acabé desnuda debajo de él, pero el simple roce piel con piel ya me estaba matando. Marcos conseguía hacer que cada centímetro de mi piel ardiese ante su tacto.

-Marcos...-Suspiré mientras el madrileño besaba mi cuello.- Hazlo ya.

Se apartó y me miró.

No tardó en colocarse y entrar en mí. Entre embestida y embestida nos encontrábamos los dos, mirándonos, pidiéndonos más y más del otro.

-Te quiero Marcos.- Dije antes del gran orgasmo que nos invadió a los dos.

Puede parecer una tontería, porque al final yo vine aquí para tirarme a todo hombre salido que me cruzara, pero el hecho de que mi polvo con Marcos tardara tanto en llegar lo ha hecho más increíble de lo que imaginaba que podría ser.

Me tumbé en la cama y él se acercó para acurrucarse en mi pecho desnudo. Así es como ambos quedamos totalmente dormidos y satisfechos por nuestro momento.

POV EVA

Nos despertamos pronto ya que hoy se jugaba el gran partido. Eric estaba nervioso, no estaba del todo seguro de ser titular y se le notaba.

Llegó la hora del partido y nos dirigimos al Wembley. No os podéis llegar a imaginar lo espectacular que es este campo, simplemente asombroso.

-Mucha suerte cariño.- Besé a mi catalán y este salió hacia el campo.

Por muy bien que jugaron la primera parte acabó con un empate a cero, lo cual los dejaba totalmente desmotivados no era para menos.

La segunda se inauguró con un gol de Chiesa en la portería de Unai y dejó a todo nuestro país con muy mal sabor de boca, hasta que un tal Morata, alias David Villa marcó en el minuto ochenta el gol que nos daba el empate. Nunca un gol me había puesto a gritar tanto, hasta Eric se dio cuenta que se giró a verme sonriendo.

Pues otra prórroga, la primera parte se basó en cambios y más cambios por parte de los dos equipos que se estaban preparando para otra tanda de penaltis. Hasta los ovarios estoy de ellas, ¡QUE LOS PENALTIS NO SON NUESTO FUERTE COÑO!

Eric fue cambiado por Pau y se sentó a mi lado, totalmente nervioso y yo le ofrecí mi mano para que la entrelazara con la suya.

Llegamos a los penaltis.

Empezó Italia con un paradón de Unai Casillas que de verdad iba a hacerle una estatua a este hombre, pero un fallo de Olmo casi me hace saltar al campo a estrangularlo también. ¿Cómo coño puede mandar fuera un penalti en una semifinal?

Italia metió el segundo por mucho que Unai adivinara su lado y Gerard Moreno también acertó, por eso hoy ya le quiero un poco más.

Tanto Bonucci, que me cae muy mal, como Thiago metieron la tercera tanda y yo ya estaba de los nervios, al igual que mi novio.

El cuarto, por parte de un italiano que ni sé quién es ni me importa, entró, pero el de Morata no, a este hombre si lo mato hoy, ¿Cómo puede empatar un partido tan bien y fallar un penalti?

Un solo tiro más de los italianos los proclamó campeones del partido y nos eliminó de la final.

Eric estaba destrozado, al igual que todos nuestros jugadores que no sabían dónde meterse. Era tan dura esta derrota, que hasta yo lloraba de impotencia.

Mi primer reflejo fue abrazar a mi novio, el cual tenía los ojos con lágrimas que amenazaban con salir.

-No quería que esto acabara así.- Sorbió su nariz para acurrucarse en mi cuello.

-Lo sé cariño, pero lo habéis hecho genial y debéis estar orgullosos de ello, porque yo estoy muy orgullosa de ti.- Acuné su cara entre mis mano.

Esa es mi reflexión de hoy, no siempre se gana, pero si podemos volver a casa con la cabeza bien alta porque esta selección es el orgullo de todo nuestro país, y para orgullosa yo, que son mis bebés y lo han hecho genial.

LUJURIA/ Marcos Llorente y Eric GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora