Capítulo XXXIV

562 26 7
                                    

POV ARIADNA

"Y entonces yo no supe que responderle, quería llorar y no lo hice de milagro. Le dije que ya era tarde para las confesiones, que me había mentido y después se había olvidado de mí durante meses. Sabes lo orgullosa que soy y no soy capaz de pasar página y dejarlo todo bien. ¿Me duele tratarlo así? Obviamente, porque le quiero y mucho, pero me duele más dejarme pisotear."

Acabó el audio que Eva me acababa de mandar sobre su encuentro con Eric y joder, no me gusta verla así.

-¿Todo bien?- Marcos me preguntó tumbándose a mi lado en la cama.

-Eva no está bien, no acaba de recuperarse de todo lo de Eric, y se han encontrado esta noche.

-Eric es bobo por no haberle dicho lo de las olimpiadas, porque lo sabía.- Le miré.- Y luego no supo arreglarlo cuando debió hacerlo y dejo pasar los meses por miedo a hablarle.

-¿Es eso verdad?- Le pregunté a mi novio.

-Claro que lo es, nos tenía fritos sobre cómo sacarle tema de conversación a Eva y nunca lo hacía.

...

Nos despertamos para volar a Madrid prontito y volvimos a las Rozas con muy mal sabor de boca. Sin duda lo de perder era lo que peor llevábamos.

Los chicos fueron a gimnasio, entrenaron y hablaron con los físios y yo fui con Eva a pasar el día por el barrio, necesitábamos este rato a solas.

-Gracias por estar a mi lado, rubia.-Me dijo Eva mientras comíamos en un restaurante.

-No me las des inútil, si yo lo que quiero es que seas feliz.

Sabía que no era su mejor época, pero al fin y al cabo ella tomó una decisión, que le gustara o no, fue muy valiente. A decir verdad, si Marcos no viviera en Madrid yo no sé qué hubiera hecho este verano, ni qué hubiera pasado entre nosotros dos, por esa parte la entiendo perfectamente, pero sé que queda una espina clavada entre ellos dos.

-Entonces, ¿Debemos ganar todos los partidos para clasificarnos?

-Deberíamos, no queremos ir a la repesca de marzo.- me contestó.- Solo espero que ya hayan aprendido a marcar goles, porque así no se va a ningún lado.

-¿Vamos a por Georgia ahora?

-En mañana viajamos a Badajoz para jugar pasado.- Bebió un sorbo de su bebida.

-¿Y qué coño pintamos nosotras en Badajoz? ¿Por qué no La Cartuja?- Eva casi se me atraganta con mi comentario.

-Pues no lo sé, vamos a conocer el país, supongo.

Volvimos a Las Rozas ya listas, porque Lucho iba a darnos el once del partido.

-Buenas tardes chicos, mañana prontito viajaremos a la ciudad extremeña para los entrenamientos.- Miró a sus ayudantes y prosiguió.- Contra Georgia irán: Unai, Azpilicueta, Eric, Laporte y Gayà en defensa.- Miré a Eva, estaba contenta por la convocatoria de Eric, se lo veía en la cara.- Llorente, Rodri y Carlos Soler en el mediocampo.- ¿Llorente? ¿Marcos? ¿MI MARCOS? Lo miré y ni siquiera él se creía su titularidad, estaba muy contenta por él y sé que se lo merece con toda su alma.- Y delante Ferrán, Abel Ruiz y Pablo Sarabia.-Sinceramente no sabía quién era Abel hasta hace cuatro días, pero supongo que vistas todas las bajas que tenemos, cualquier delantero convocable era bueno para estos partidos.

Pues Badajoz, allá vamos.

POV EVA

Ari estaba con Marcos celebrando su titularidad, y no era para menos, lo merecía más que nadie, y más en su posición.

-Eva, ¿Cómo ha ido hoy?- Vino Ferrán y yo le sonreí.

-Bien, necesitaba hablar con Ari un rato y desahogarme.- Me miró con cara de tenerme pena, odio esa cara.- Fer, no me mires así.- Rodé los ojos.

-Lo siento, lo siento, sabes que odio verte pocha.

Más de una vez Ferrán me había ofrecido pasar una temporada en Manchester con él y olvidarme un poco del panorama en España, pero tampoco creía que fuera la solución, además que Inglaterra me deprime. Pero estaban empezando a sonar los rumores de mi amigo en Barcelona, que no sé si se cumplirá o no, pero tenerlo en el país me encantaría.

Miré por encima de su hombro y vi a un moreno con gafas salir de la sala, con sus ojos pegados a mí. Pero eso no era lo peor, sino el contacto visual que hicimos por segundos que me removió hasta la tostada que había desayunado esa misma mañana.

-Le sigues queriendo ¿no?- Ferrán me hizo conectar otra vez.

-¿Si te lo negara, me creerías?- Negó con la cabeza.- No puedo evitarlo tío, lo sentí todo con él esas tres semanas, me sentía en paz y sabes perfectamente lo que eso significa para mí.

Mis inseguridades, mi incapacidad de valorarme y enamorarme, el poder de la crítica sobre mí, todos esos factores me aterraban día a día y joder, durante la Eurocopa esa Eva ya no estaba, fui capaz por una temporada de olvidarme de todo lo que me hace daño y centrarme en quién soy y lo que quiero, y eso es él para mí, la única persona en este planeta que me ha hecho sentir segura, decidida, a gusto conmigo misma y querida, muy querida.

Pero esa última discusión, ese detonante hizo que la Eva que llevaba encerrada esas tres semanas saliera a flote, derribando todo por donde pasaba, generando inseguridad hasta de donde no la había y por miedo al fracaso, a luchar y a no saber sobrellevar la situación me aparté, y sé que le hice daño, pero más daño le hubiera hecho conocer a esta Eva.

-¿Te ves con cuerpo de seguir aquí?- Puso su mano en mi hombro.

-Te dije que debía afrontarlo un día u otro.- Agaché la mirada.- Es parte del proceso, Fer.

-Lo sé enana, lo conseguirás.- Me abrazó.- Estoy seguro de ello.

LUJURIA/ Marcos Llorente y Eric GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora