Capítulo IX

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POV ARIADNA

La resaca tan solo levantarme estaba siendo muy dura, pero más lo era para ellos, que a las nueve debían estar entrenando con Luis Enrique.

Suspiré al ver el reloj y me levanté muy a mi pesar, debía despertar a Eva.

-Tía vamos, despierta.-La zarandeé un poco.

-Mmmm...No quiero.

-Eva joder, por lo menos bajamos a la piscina, y si quieres te duermes en la tumbona.

-¿Me lo juras?

-Te lo juro.

Fue entonces que accedió y fue a vestirse.

Bajamos a la piscina y, obviamente, estaba vacía, todos los chicos debían estar corriendo en el campo bajo los treinta y cinco grados que hace en Madrid hoy.

Eva se tumbó en una de las tumbonas y yo me fui directa al agua, no aguantaba más este calor.

No fueron ni cinco minutos de tranquilidad, porque oímos los gritos de los chicos que se asomaban a la ventana.

-¿Vais a la piscina sin nosotros?-Se hizo el ofendido César.

-¡Quién llegue el último paga la próxima cena!-Todos corrieron a sus habitaciones a ponerse el bañador y bajar con nosotras.

-Como no se callen te juro que hago un collar con todos sus dientes.-Joder, no hay persona que gane a Eva a borde.

Empezaron a bajar y el último en llegar fue Morata, por lo visto lo llamaron y no pudo ir tan rápido como los demás, pero eso ya les fue bien, ahora el de la Juventus debe invitarnos a cenar.

Los chicos empezaron a tirarse a la piscina como locos.

-Hola rubia.-Vino nadando hasta mí Sarabia.- ¿Cómo va la resaca?

-Jodida.-Reí.- Ha costado levantarse hoy.

-No me extraña, fue una noche muy larga.

Vi como Ferrán se tiró muy cerca de mí para mojarme.

-¡Torres, vuelve a hacer eso y te voy a buscar a Manchester!

-¡No hay huevos!-Me estaba retando.

-Huevos no, pero ovarios sí, y muy grandes.- nadé hasta él y le zambullí la cabeza en el agua.

-Con que esas tenemos ¿no?

Nadé lo más rápido que pude para salir de la piscina, pero fueron más rápidos, ya que Pau me cogió en brazos.

-¡Pau, no! Por favor te lo pido.-Le rogué.

-¿Qué me das a cambio?

-Un abrazo.

-No me sirve.-Ni tres segundos tardó en tirarme otra vez a la piscina.

-¡Rencoroso!- Le grité desde el agua.

POV EVA

Ni cinco minutos de relax me dejaron, aunque con los gritos de Ari y los chicos, tampoco es que tuviera mucho.

-Hola.-Abrí mis ojos y vi al capullo de García.

-Ag, eres tú.- Volví a cerrar mis ojos y a recostarme en la hamaca.

-¿Qué quieres decir con eso?-Rechistó.-No decías lo mismo la primera noche.

-Oye chaval, ¿Cómo se puede ser tan gilipollas?- Me incorporé para enfrentarlo.

-Te recuerdo que esa noche pasó porque ambos quisimos.-Recalqué el "ambos".- ¿O acaso se te olvida como rogabas que lo hiciéramos?-Negó con la cabeza.- Así que deja de hacerte el machito, porque el que tiene las de perder eres tú.

Me levanté para dirigirme a otra tumbona.

-¡Eva!-Me giré a verlo.- Sabes perfectamente lo que pasó esa noche, no nos hagamos los desconocidos ahora.

FLASHBACK (hace tres meses)

Ari y yo estábamos listas para otra noche más en el local, pero había una novedad esta noche, la selección española, que venían de jugar en Sevilla, se pasarían por aquí para celebrar su victoria contra Kosovo.

Esta noche el look era un precioso top de brillantes con unos shorts vaqueros con mucha pedrería, que acompañaríamos con unas botas altas hasta la rodilla de color blanco.

Salimos al escenario y empezamos a bailar los temazos de principios de año.

"Ponte encima de mí, bellaquita.

No calles lo que sientes y grita.

Que los vecinos se enteren

Y si llegan los guardias que esperen

Que sepan quien es tu hombre,

Que los vecinos se aprendan mi nombre."

Mario se acercó a mí para comentarme algo.

-Eva, te buscan en el reservado.

No pregunté mucho más, salí de la tarima para dirigirme a los sillones del VIP, donde estaban los futbolistas.

Me pasé la noche hablando con uno de ellos, ni siquiera sé su nombre, pero me daba igual.

Acabamos en los baños comiéndonos la boca.

-Tócame.- Me rogó con su voz ronca y yo asentí.

Mi mano viajó a su pantalón, donde su erección ya era muy notable. De mientras, sus labios estaban situados en mi clavícula.

Empecé a masturbarle y sus jadeos se volvieron música para mis oídos, sé que lo estaba disfrutando, y yo también.

Consiguió sacar un condón de su bolsillo trasero y se lo puso con gran habilidad para penetrarme en el mismo baño del garito.

Acabamos totalmente satisfechos de lo que acababa de pasar en esas cuatro paredes cochambrosas.

-Eva, volveremos a vernos, ¿no?-Asentí y él se fue con una sonrisa en los labios.

-¡Espera!-Se giró.- ¿Cómo te llamas?-Soltó una risilla.

-Eric, me llamo Eric.

Fue entonces que desapareció por el umbral de la puerta, después de darme el polvo de mi vida.

FIN DEL FLASHBACK

García, claro que me acuerdo de esa noche...

LUJURIA/ Marcos Llorente y Eric GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora