Capitulo 25

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Lo miré con toda la furia que podía tener. 
—No más preguntas —dijo su abogado.
—¿Usted tiene preguntas señor Black? —le preguntó a mi abogado.
—Si, si las tengo —dijo y se puso de pie. Caminó hasta donde estaba mi demandante —Señor Hood, ¿Por qué cree que el señor Chalamet lo atacó? —le preguntó.
—Que se yo, porque tiene problemas de ira —dijo él.
—Ya veo, según se el señor Chalamet tiene un excelente historial psicológico. No tiene ningún tipo de desorden —dijo y giró para mirar a los miembros del jurado —Entonces, ustedes, miembros del jurado, ¿ustedes creen que pudo golpearlo porque si? Algún motivo tuvo que tener, ¿Cuál fue el motivo señor? —Cal guardó silencio y compartió una nerviosa mirada con su abogado —No más preguntas al señor.
—Puede retirarse Hood —le dijo el juez —Señor Black, ¿tiene alguien para interrogar?
—Si —dijo él. Se giró a vernos —Llamo al estrado a la señorita Lea Winkler.

Todo el mundo se giró a verla. Con cuidado ella se puso de pie y caminó de la misma forma hasta el lugar en donde antes estaba Cal. El mismo hombre del libro se acercó a ella.
—Jura decir la verdad, y nada más que la verdad —le dijo.
Ella apoyó la mano derecha sobre el libro.
—Lo juro —dijo. Hugo se acercó hasta ella.
—Bien señorita Winkler, ¿Usted conoce al señor Hood? —le preguntó.
—Si —dijo ella asintiendo.
—¿Podría decirnos hace cuanto?
—Conozco a Cal desde hace dos años, mas o menos, lo conocí en unas vacaciones que hice con mi padre.
—¿Podría decirnos como es él?
—Bueno, lo que recuerdo de Cal es que es un chico dulce, cuando quiere. Atento y respetuoso —habló ella. ¿Acaso eso iba a ayudarme a salir o planeaba conquistar al imbécil de Cal? —Pero tiene un serio problema, no se si sea inseguridad de su parte pero Cal es demasiado celoso.
—¿Celoso? —dijo mi abogado y sonrió —¿Podría decirnos un poco más de eso?
—¡Objeción! ¿Qué tiene que ver la vida personal del señor Hood con esto? —dijo su abogado.
—No da lugar —dijo el juez —Prosiga.
—Cal y yo comenzamos una relación sentimental algunos meses después de conocernos, antes de eso todo era perfecto, hasta que comenzaron a aparecer los celos. Pero no eran celos normales, eran celos posesivos y hasta irracionales. Aguante esa situación, porque de verdad lo quería, y quería intentar algo con él. Hasta que hace unos meses decidí terminar con la relación, los celos no son algo que yo pueda soportar.
—Entonces ¿usted nos está diciendo que el señor Hood sufre un grave problema con controlar sus celos?
—Si —dijo ella asintiendo.
—¿Usted conoce al señor Chalamet? —le preguntó. Ella posó su mirada en mí. Y había algo en su mirada que no había visto antes.
—Si —contestó.
—¿Puede contarnos sobre eso?
—A Tim lo conozco hace un mes y varios días. Él y yo vamos a la misma universidad, al igual que Cal.
—Ya, ¿usted podría decirme algunas cosas sobre el señor Chalamet?
—Él es caballero y respetuoso. Siempre se muestra generoso con la gente que quiere y siempre encuentra la manera de hacerte reír.
—¿Señorita Winkler, esta usted involucrada de alguna forma con el señor Chalamet? —le preguntó.
Ella volvió su vista a mí y yo la miré fijo.
—Si —dijo ella sin ninguna duda, inclusos sus profundos ojos café se veían muy seguros de su repuesta.
Entonces sentí que mi corazón se aceleraba. Ella iba a mentir para sacarme de aquí. ¿No puedo haber elegido mentir en otra cosa?
—¿Hace cuanto?
—Hace dos semanas.
Hugo se giró a ver a los miembros del jurado.
—Una joven pareja, que acaba de empezar ¿no les parece tierno? —preguntó. Todos rieron por lo bajo. Se acercó de nuevo a Lea —¿Cree usted que eso tiene que ver con lo que pasó ayer con el señor Hood?
—Estoy completamente segura de ello —dijo ella asintiendo. 
—Eres una desagradecida Lea —rugió Cal.
—¡Tu no le vas a hablar asi a ella! —le advertí.
—¡Orden, orden! —dijo el juez elevando la voz, haciendo que todos se callaran —Prosiga señorita.
—Tim jamás actuaría sin que lo provoquen, puede ser un tipo impulsivo pero nunca buscaría resolver las cosas a los golpes solo porque si. No lo conozco hace mucho, pero si lo suficiente. Siempre esta tranquilo, y es muy pasivo. No es celoso, bueno quizás un poco, pero normal. Estoy segura de que Cal se enteró y que fue a buscarlo —dijo y su voz comenzó a sonar temblorosa. Todos la miramos bien.
—Es hora de la actuación —me susurró Cassie.
—Lo único que yo quiero es que él salga. Ustedes no tienen ni idea de lo terrible que fue ayer para mi enterarme de que él estaba aquí —dijo y soltó algunas lágrimas —Yo de verdad me preocupo por el, y él no es un mal chico. 
—Tranquila señorita Winkler —le dijo Hugo y le cedió un pañuelo.

Peligrosa Obsesión -Timothée Chalamet-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora