Capítulo I

1K 39 0
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Todas las cosas se derrumban y se construyen de nuevo.

Donna Tartt. -El Jilguero- 2013


Y ahí estaba yo, bajando cajas y mas cajas del auto. Eran al rededor de las cinco y media de la tarde y aunque no faltara mucho para que oscureciera, el calor estaba a todo lo que da, además de que no había dormido en el camino, así que me había comenzado a cansar mas y mas por cada maleta que bajaba de la cajuela.

Las personas se preguntarán, ¿Cómo alguien tan aparentemente tranquila se convirtió en su misma perdición? Pues en realidad no es uno el que cambia su vida, sino las personas que llegan a ella y en lo que la transforman... A veces de buena manera, o a veces de mala, siempre iba a haber personas, no importa cuanto las haya evitado toda mi vida, siempre iban a llegar, siempre iba a haber alguien que te odiara o al que odiaras, alguien que te apoyara, o alguien que te volviera simplemente loco...

Alguien a quien te duele amar...

Mis padres y yo siempre habíamos estado juntos, por todo y para todo, sin embargo, desde hace algunos meses tenían problemas financieros y de dinero, así que cuando mi mamá entró a trabajar, me quedaba totalmente sola, era casi normal para mi, ya que, aunque ambos me demostraban afecto, a veces ellos no eran todo lo que necesitaba.

Yo amaba a mi mamá, pero ella a veces era un tanto difícil, la iglesia y su trabajo le quitaban demasiado tiempo, tiempo que, según los consejeros escolares debía ocupar en mi, y es que, recuerdo que ella siempre debía estar presente en su empleo sin faltar ni un solo día, pero era mi mamá, yo la amaba tal y como fuese hasta que las peleas comenzaron. A estas misas se sumó mi papá tiempo después, él era incluso más difícil que mi mamá, agregando que casi nunca pasaba tiempo con él, y cuando lo hacía era realmente muy extraño, pero lo comprendía, no era nada fácil tratar de mantener unida a una familia con todas las discusiones que había cada sábado, y menos en la situación financiera en la que estábamos.

No es que detestara mi vida, al contrario, me sentía bien estando sola y a veces me gustaba más así, sin embargo, siempre había sentido que había algo más para mi fuera de ir a la escuela y encerrarme en mi habitación, algo o alguien esperando a darle un giro a mi vida..

Por otro lado, el hermano de mi mamá, mi tío Frank, siempre había estado con migo, desde que era una bebe, jugaba con migo y me protegía siempre, por lo que cuando se enteró de nuestra situación, no lo dudo ni un segundo y me dijo que empacara mis cosas, pues en esa misma semana me iría a vivir con el. El es doctor en un hospital de las vegas, algo que a sus 30 años, es un gran logro, además de ser una enorme inspiración para mi. El se fue a Las Vegas a los 26, por lo que no lo vi en un bue tiempo, pero nunca dejamos de comunicarnos, me mandaba fotos de la casa que le había pagado el hospital, por sus tres años de buen servicio. Esta estaba alejada de la ciudad y de los típicos casinos que la gente se imagina cuando mencionan Las Vegas, mas bien...si en un desierto, pero de igual manera, parecía un lugar muy tranquilo, además de que la casa era muy grande y parecía haber buena compañía de vecinos, los pocos que había, claro. De igual manera, estaba entusiasmada por volver a comenzar.

MI ÚNICA ADICCIÓN | Boris PavlikovskyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora