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— Yiseul, ¿puedes venir un momento?— asentí ante el llamado de la profesora Kwon. Cuando estuve frente a ella sonrió alegremente, como de costumbre— ¿podrías entregarle esto a tus compañeros?, es información con respecto a sus prácticas profesionales. Es importante comiencen a buscar dónde hacerlas, el tiempo apremia y consume, sabes a qué me refiero— asentí sonriente.

— Yo se los hago llegar, no se preocupe— tomé entre mis manos aquellas hojas que me extendía.

— Excelente. Te veo el jueves en clase— amplié mi sonrisa mientras hacía una leve reverencia a modo de despedida— Yiseul— paré mi marcha al escucharle nuevamente, enseguida giré en su dirección brindándole mi atención— ¿Ya has conseguido lugar?— asentí rápidamente. Mentirosa. — Me alivia saber eso, adelante, ya no te entretengo más.

— Tenga un buen día— me despedí y salí velozmente de la sala de profesores.

Estás perdida.

Eso lo sabía perfectamente, estábamos a unas cuantas semanas de comenzar nuestras prácticas y para mi desgracia no había obtenido cupo en los lugares más cercanos a mi apartamento.
Sin auto y con pocos ingresos, era un hecho que estaba acabada.

— Chicos— llamé al ingresar al aula, sin embargo, no recibí atención debido a todo el ruido que había— ¡Chicos!— alcé mi voz un poco más, gratamente esta vez capturé su atención— La profesora Kwon envía la información para nuestras prácticas profesionales que están por comenzar. Las dejaré por aquí— avisé para enseguida colocarlas sobre el escritorio principal. No tardaron mucho en dirigirse hacia éstas apresuradamente, seguido de ello las quejas comenzaron, y se sabía que así sería.
— Regresé, ¿qué hacen?— tomé asiento cerca de mi grupo de amigas.

— Llorando porque los lugares se ocupan como pan caliente, ¿dónde entraremos nosotras?— tras decir aquello Jari recargó su rostro sobre su escritorio. Bora rió brevemente, logrando que ambas le mirásemos al instante.

— No tienes que preocuparte por eso, ya he hablado con mi primo, nos aceptarán en su empleo. Ahora ¿gustan?— invitó de sus dulces, poniéndolos sobre el escritorio de Jari.

No tienes que preocuparte...

Nuevamente no estaba incluida, pero es como se supone se vive la vida ¿no?, después de todo eran mis.. amigas.

— Bora— me arrepentí luego de pronunciar su nombre, no tenía importancia después de todo.

Solo déjalo ser, como siempre lo haces.

— ¿Sí?— me observó fijamente.

— Hoy no trajiste de manzana verde— opté por callarme y solo olvidarlo.

— ¡Rayos! lo olvidé, perdona~— tomó mi brazo y lo agitó sin mucha fuerza.

— Descuida, no hay problema— sonreí sin separar mis labios, mientras llevaba un dulce a mi boca.

(..)

— Bien, nos vemos mañana, sobre lo de Metodología nos ponemos de acuerdo por chat— asentí para Jari a la vez que agitaba mi mano en despedida. Bora se había ido hace unos minutos atrás, ahora solo quedaba yo a la espera del autobús.

Observé mi móvil con el objetivo de ver la hora, pasaban de las 9 de la noche, quizás el último autobús con mi ruta ya había pasado y todo gracias al profesor Yoo.
Amaba mi suerte, de ello no había duda.

La noche comenzaba a ponerse helada y oscura con el pasar del tiempo, admitía que comenzaba a darme un poco de desconfianza estar sola. Traté de darme calor abrazándome a mí misma, felizmente aquello funcionó al menos un poco.

|| Love Contract || Lee Juyeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora