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— Acomódese con calma, puede estar tranquila, no es una carga muy pesada, pero era necesario hacérselo saber a Juyeon. Además, no me era posible soportar otro día en soledad, soy una persona a la cual le encanta socializar, con eso digo todo— bromeó, por lo que sonreí junto a él.— Le espero dentro una vez termine de instalarse, ¿bien?— asentí, este enseguida ingresó a su oficina.

El sr. Kim parecía ser una muy buena persona, se notaba su lado extrovertido y divertido, extrañamente también me resultaba familiar.

No me tomó mucho tiempo acomodar las pocas cosas que traía conmigo en mi mochila, pero el escritorio ahora no se miraba tan vacío. Sonreí satisfecha, lo bueno finalmente estaba por comenzar.

Miré mi reloj de mano luego de observar a mi costado la oficina del sr. Kim, habían pasado 25 minutos desde que estuve en esta planta. Sonriente caminé hasta su puerta y toqué.

— Disculpe que le moleste, ya me he instalado— avisé, asomándome desde el marco de la puerta. Este sonrió a la vez que me hacía una seña para que me adentrase.

— Adelante, tome asiento.— seguí su orden con mi libreta en mano y sonreí nerviosa cuando le miré observarme con atención.— Bien, para empezar no quiero cargarle todo de una sola vez, por lo que solo voy a pedirle me ordene estas próximas citas y algunos documentos que están en proceso de revisión.— asentí varias veces mientras tomaba los papeles que me extendía.— También voy a necesitar concretes citas con estos números telefónicos para el mes entrante por favor.

— Claro señor, enseguida.— aseguré al mismo tiempo que tomaba el post it que por último me tendía.— ¿Se le ofrece algo de tomar antes de retirarme?

— Un té verde estaría bien— sonrió sin separar sus labios, a lo cual asentí para salír de ahí a los segundos.

Tras estar frente a mi 'temporal' escritorio dejé toda documentación y me dirigí a la sala donde ayer me topé al sr. Kim, justamente el lugar donde mi primera tarea empezaría.

Al no haber nadie dentro respiré con mayor tranquilidad, no es que me alegrase estar sola, pero realmente me costaba demasiado socializar con desconocidos.

Cuando el agua caliente estuvo lista coloqué el sobre de té con cuidado, así mismo extendí mi mano en busca de una pequeña cuchara. El sonido de la puerta abriéndose inundó mis oídos antes de que yo pudiese poner esta última dentro de la taza.

— ¿Te he visto antes?— una voz femenina formuló a mis espaldas dados unos cuantos segundos. Me preparé mentalmente antes de girar con una sonrisa en mi rostro, para presentarme ante la persona que me estaba llamando.
Inevitablemente mi sonrisa se esfumó y mis ojos se abrieron un poco por la sorpresa.—  ¿Tú?— tragué en seco. No podía creer que esa mujer estuviera frente a mí en estos momentos, era ella, aquella mujer que se encontraba en la cena junto al padre del sr. Lee, la misma con la cual planeaban casarlo. ¿Ella trabajaba en esta empresa también? — ¿Qué haces aquí? ¿Por qué estás aquí?— el tono despectivo que utilizó para nada me gustó. Sabía que no sería bueno un encuentro entre nosotras, pero no soportaría faltas de respeto.

— Podría preguntarte exactamente lo mismo, pero me abstendré a hacerlo porque en realidad es algo que no me genera inquietud o interés en estos momentos.— ella sabía a quien se estaba dirigiendo desde un principio, así que no sería una ovejita indefensa frente a esta, era consciente que eso era exactamente lo que quería ver.

Trata a las personas como quieres que te traten, si no hay respeto de su parte que no espere halagos de la tuya. Sé astuta e inteligente, jamás te rebajes.

Tomé la taza de té y pasé por su lado sin decir másJuyeon aún me ama— aquello hizo frenar mi marcha, ¿en serio me diría eso a mí?— Solo está contigo por capricho, lo sé, siempre me ha preferido y siempre lo hará.

|| Love Contract || Lee Juyeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora