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— Juyeon, ella es mi madre Sooji y mi padre Myunbin.— presenté.

— Un placer conocerles.— saludó estrechando sus manos.

— Sé que quieren escucharme explicar lo sucedido, y eso haré, pero no aquí. ¿Les parece ir a mi apartamento?— sugerí, mis padres gratamente asintieron sin mostrar una queja. Comenzaba a refrescar, no era conveniente para nadie seguir hablando afuera.

El trayecto desde ese lugar hasta el apartamento fue corto y silencioso, pero sabía que tenían muchas preguntas guardadas.

Estando en la comodidad de la sala tomé asiento frente a mis padres junto al sr. Lee, era bastante obvio que mis padres querían una explicación proveniente de ambos.

— ¿Les gustaría algo de tomar?— invité luego de unos segundos.

El ver a todos serios realmente me preocupaba.

— Un café hija, por favor— pidió mi madre, inmediatamente asentí poniéndome de pie.

— Yo estoy bien así— habló papá.

— Ya vengo entonces, cariño ¿podrías acompañarme un momento?, necesito ayuda para bajar la cafetera de la alacena.— mentí vilmente mirando hacia el chico en cuestión, por un momento pareció destantearse, pero luego me sonrió y asintió— Es que no la he usado, la guardé ahí cuando me mudé aquí ya que sobraba espacio, pero no hay problema, hoy se vuelve a usar— terminé resaltando eso último debido a que mamá estaba lista para negarme el café.

Caminé hasta la cocina con el sr. Lee siguiéndome de cerca. Bastaron unos cuantos pasos para estar en esta y que pudiese tomar una gran bocanada de aire. Seguidamente me apuré a ponerle agua a la cafetera y me limité a esperar.

— ¿Quería decirme algo?— cuestionó en un tono bajo, cosa que agradecí completamente.

— ¿Puedo pedirle un favor?— le miré frente a mí.

— Dígame— asintió despacio.

— ¿Podríamos no decirle a mis padres que todo es falso?, ¿le molestaría fingir una relación conmigo frente a mis padres también?— solté, rogando pudiese hacerlo.— No soy capaz de meterlos en esto, yo no quiero que piensen-

— Podemos hacerlo— afirmó, interrumpiendo mi hablar de manera delicada.

— Gracias— intenté regalarle una sonrisa, pero realmente me encontraba preocupada y un poco estresada.

Después de ello mi vista se enfocó únicamente en la cafetera.

— Yiseul— escucharle llamarme así claramente me tomó desprevenida, era la primera vez que escuchaba mi nombre salir de sus labios para dirigirse a mí. Tragué con pesar rápidamente para enseguida observarle— Yo..— pronunció rodeando la barra de cocina, colocándose así a mi lado. Mantener el contacto visual me fue difícil debido a los nervios que me estaban provocando sus repentinas acciones. Mi corazón comenzó a acelerarse cuando le vi sacar de su bolsillo una cajita negra. Sin decir palabra me dediqué a contemplar con la mirada sus siguientes movimientos, donde ahora tenía un hermoso anillo entre sus dedos. Mis ojos coincidieron con los de él cuando tomó mi mano con cuidado.— Agradezco sea usted quien me acompañe en esta locura— confesó en voz baja, para por acto seguido colocar el anillo en mi dedo con una cálida sonrisa en su rostro. Sonreí sintiéndome nerviosa y ligeramente confundida, y es que era lo normal, nunca me imaginé que una propuesta matrimonial estaría tan cercana.

Al cabo de un rato aclaré mi garganta para desconectar miradas. Controlar los latidos de mi corazón no era tarea sencilla, no cuando me sonreía de aquella manera. Por lo que en cuanto me percaté de que el agua estaba caliente me dispuse a preparar el café.
Cosa en la cual vergonzosamente fallé, ya que al querer colocar el agua de manera rápida, algunas gotas de la misma salpicaron en mi mano, haciéndome retirarla por inercia. Afortunadamente no había sido nada de lo que pudiera preocuparme, dolía, si, pero estaba segura de que solo sería por un momento.

|| Love Contract || Lee Juyeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora