Ocho

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⚠️ Ésta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.

Emilio intentó encender el cigarro, pero la leve corriente de aire le impedía que el fuego saliera. Metió una mano dentro de su camiseta y bloqueó el viento, logrando encenderlo, por fin. Sentía los ojos de varios omegas sobre él, pero no le importó demasiado, él sólo quería un par (uno miel) y Joaquín no parecía muy interesado en Emilio.

— ¿Vas a seguir ignorándome?

— ¿Vas a seguir viéndome de esa forma? — siguió barriendo la entrada del café.

— ¿Está funcionando?

— No — se metió al lugar y salió unos minutos después con un trapo en mano en lugar de la escoba. — Son las 11 ¿no tienes clase?

— No, tengo ésta clase libre... así que ¿haces ésto por... 20-40 dólares? ¿Qué mierda te alcanza con eso?

Joaquín se apoyó en una mesa y bajó la cabeza, dejando caer sus rizos sobre su cara. Emilio lo escuchó suspirar cansado y lo vió girarse hacía él.

— Uno: me gusta el café. Y dos: ¿qué mierda quieres? Estoy harto de que hables mientras estoy concentrado en otra cosa.

— Fingiré cómo que ese último comentario no me dolió y... ¡Hey, tú! — señaló a un beta pequeño con lentes redondos — Ven.

El beta pelirrojo se acercó a Emilio un poco temeroso y Joaquín observaba todo un tanto confundido.

— Peter ¿cuántas veces te he dicho que dejes de espiarme? — el rizado se cruzó de brazos sobre su pecho, provocando que sus músculos resaltaran.— Si Karol quiere hablar conmigo, que se ponga un par de cojones y venga ella. Estoy cansado de tí, rojo, a cada puto lugar que voy estás tú.

— Hm, me suena conocido...— Joaquín dijo en tono sarcástico y continuando con su labor.

— Lo siento, Emilio. Karol no sabía si aún estabas enojado y...

— ¿Y qué? Sólo hazme un favor y dile que se agarre los ovarios y venga a verme, dile que tengo una propuesta — se quedaron en silencio unos segundos y ninguno se movió. Emilio alzó una ceja.— Shu.

Peter se fué de ahí con pasos rápidos y dejando un leve olor a miedo. El alfa se giró hacía el omega con una sonrisa brillante. Joaquín levantó una mano con rapidez para bloquear el sol, pero Emilio hizo algo extraño.

Se encogió y retrocedió un paso.

Luego pareció que el oji-café se dió cuenta de su reacción y sus mejillas de tornaron de la sombra más sutil de rosado.

— ¿Siempre eres así?

— ¿Así cómo?

— Así de egocéntrico y controlador — Joaquín se puso el trapo sobre su hombro y se acercó a Emilio por fin, dejando una distancia de 2 metros. — Y de insoportable.

— Me gusta mandar — pisoteó el cigarro hasta que por fin se apagó y echó los restos en un bote que tenía por un lado. — Y sobre lo último... esa descripción no entra en mi lista de cualidades.

— Eres un Alfa insufrible, Osorio — rodó los ojos y se metió al Starbucks sin despedirse de Emilio.

El oji-café portó una sonrisa boba en todo el camino a su departamento y cuándo entró el olor a omega lo golpeó de repente, dejándolo un poco mareado y con el ceño fruncido, olvidando su amena conversación con el precioso omega de cabello castaño. Luego cómo latigazo, el aroma a Alfa le llegó y le hizo arrugar la nariz.

Fire On Fire // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora